ImagineX recibe reconocimiento internacional
Gracias a su innovación y su sistema desarrollado con servicios disruptivos para potenciar el proceso comercial de múltiples industrias especializadas, mediante el desarrollo de software utilizando tecnologías inmersivas de realidad virtual y realidad aumentada, el emprendimiento uniandino se encuentra en el tercer grupo de empresas selccionadas por el fondo de riesgo y laboratorio piloto de Connecticut (EE.UU).
Upward Labs es un programa de aceleración dirigido a startups tecnológicas, diseñado para potenciar su crecimiento local e internacional. Es una especie de incubadora que presta servicios a los emprendedores para potenciar sus ideas y modelos de negocio.
“Al seleccionar las empresas participantes de este grupo, nos centramos especialmente en las tecnologías que tendrían el mayor impacto en este 'nuevo mundo' planteado por COVID-19”, afirma Shana Schlossberg, directora ejecutiva de Upward.
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Un emprendimiento que surgió en Los Andes
Consolidando y aprovechando las fortalezas y capacidades individuales, ha sido posible que desde la Universidad, Pablo Figueroa, profesor asociado del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación, haya liderado el desarrollo de prototipos con un alto nivel de sofisticación y diferenciación científica y tecnológica. Posteriormente ImagineX los transformó en productos y servicios con aceptación en el mercado. De esa forma, desde 2018 la empresa se ha consolidado en Colombia e inicia su expansión comercial hacia Estados Unidos.
Entendiendo el aporte que la Universidad le puede brindar a la industria y las empresas, la Vicerrectoría de Investigación y Creación, a través de la Oficina de Transferencia, dispone de canales que potencializan la interacción entre la universidad–empresa, y encontrar rutas que permitan solucionar los requerimientos y desafíos empresariales aprovechando los diferenciales que dispone la institución.
En el caso de ImagineX, la Oficina de Transferencia articuló el relacionamiento entre los investigadores y la empresa, lo que permitió que las actividades jurídicas y administrativas entre ambos actores fuera dinámica y fluida. Así se despejó el camino para garantizar que la empresa pudiera aprovechar la propiedad intelectual a través de un licenciamiento.
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