Según la Universidad de Wisconsin por cada niña con habilidades matemáticas extremadamente altas, hay tres hombres que estudian carreras relacionadas. Esto revela una brecha de género que Mariana Ramírez Doncel sintió en cierto momento de su carrera. Egresada del pregrado en matemáticas, menciona que existía una diferenciación muy marcada por ser mujer en una carrera que hoy en día sigue siendo predominantemente masculina. 

Las pasiones de Ramírez siempre fueron las ciencias exactas, en especial las matemáticas. Desde el colegio, identificó que muchos compañeros tenían dificultades con esta disciplina y se propuso cambiar la percepción común de que las matemáticas son difíciles y poco atractivas. Para Mariana, las matemáticas son mucho más que simples cálculos; son una herramienta poderosa que permite comprender el mundo que nos rodea y abrir puertas a diversas áreas de interés, como la música o la investigación científica. 

Mariana estaba decidida por su pregrado, pero “picada por el bichito de la educación”, soñaba con conectar con ese sueño de su niñez, pero era imposible debido a su situación económica. Encontró el camino de la opción académica con educación, una alternativa precisa para aprender y cumplir ese objetivo. 

Un caso que inspira y refuerza este pensamiento creativo de Mariana es la matemática rusa Sofia Kovalevskaya, que, con sus contribuciones a la ciencia en ecuaciones en derivadas parciales, el análisis y la mecánica, llegó a ser la primera mujer en obtener un doctorado en matemáticas y en ocupar una cátedra en esta disciplina. Una precursora de mujeres como Mariana, que logró inspirar a otros y conectar con las preguntas de la vida. 

“Es imposible ser matemático sin ser un poeta del alma”, con el fin de inspirar a que las matemáticas no consisten únicamente en resolver ecuaciones, sino que tienen un componente de pasión por la ciencia. Carta para el segundo congreso internacional de matemáticos en París en 1883, Sofia Kovalevskaya. 

Mariana menciona que encontró en su opción académica claridad con ese sueño de la niñez y pudo decir “esto es lo que quiero”. Gracias a su participación en las asignaturas de educación, pudo desarrollar habilidades pedagógicas y estrategias de enseñanza que luego aplicó en sus prácticas docentes con excelentes resultados. 

Mariana Ramírez en evento de UED (Centro de Investigación y Formación en Educación Matemática)

Mariana Ramírez junto al equipo UED.

 

Hoy en día, cursa su maestría en Educación Matemática y trabaja en el Centro de Investigación y Formación en Educación Matemática de Uniandes. Logrando conectar con expertos de todo el mundo para exponer herramientas pedagógicas que contribuyan a la discusión de mejores prácticas para la educación básica y media. 

En cuanto a su consejo para los estudiantes que consideran tomar opciones fuera de su carrera principal, Mariana enfatiza la importancia de aprovechar estas oportunidades para ampliar horizontes y adquirir conocimientos complementarios. Para ella, no hay razón para no explorar nuevas áreas de interés y descubrir cómo pueden enriquecer su formación académica y profesional.