29/05/2019
“Violencia contra sindicatos de palma ha sido sistemática”
En un esfuerzo por visibilizar la violencia que han vivido los sindicatos de la agroindustria de palma en el Cesar y de recuperar los relatos de las comunidades, el Centro Nacional de Memoria Histórica, apoyado por la Universidad de los Andes, presentó el Informe: “Y a la vida por fin daremos todo: Memorias de las y los trabajadores y ex trabajadores de la agroindustria de la palma de aceite en el Cesar: 1950-2018”.
Durante la presentación, líderes sindicales denunciaron haber sido víctimas de amenazas, asesinato selectivo, desplazamiento forzado y detención y tortura. Las víctimas serían unas 249 personas.
Desde el surgimiento de los sindicatos, según Aníbal Mendoza, de Fundesvic, “lo único que teníamos y seguimos teniendo son aspiraciones de vivir mejor, recuperar ese derecho a una vida más equitativa”, argumentó.
Las líderes y lideresas que también fueron parte de la construcción de este proceso de memoria contaron que las condiciones precarias que han tenido como trabajadores los llevaron a organizarse para pedir mejores oportunidades.
Sin embargo, agregó Mendoza, este trabajo organizativo ha sido estigmatizado y perseguido. Raúl Patiño, de Sintrapeoaceites, contó que los líderes sindicales fueron declarados objetivo y así empezaron las “muertes a dedo”.
Ángela Serrano, candidata a doctora en Sociología de la Universidad de Wisconsin (Madison), aseguró que las historias no son relatos aislados, sino que las evidencias apuntan a que la violencia antisindical ha sido dirigida y sistemática. “Por eso este informe nos invita a reflexionar que pertenecer a una organización sindical no debe llevarnos a perder la vida”, explicó la investigadora.
El informe evidencia también una lucha por la tierra, por prestaciones sociales y por mejores condiciones para los trabajadores y sus familias. Sin embargo, en voz de Rodolfo Velásquez, de Sintrainagro, “el Gobierno se ha negado a escucharlos”.
De hecho, el investigador y profesor de la Universidad Javeriana, Juan Pablo Vera, argumentó que el Estado se ha marginado de intervenir y construir institucionalidad y ha delegado el manejo de este tipo de territorios a las corporaciones y a los actores armados.
De acuerdo con Vera, este informe también le permitirá a la sociedad colombiana comprender la responsabilidad del sector empresarial y corporativo, para así desarrollar otro paradigma sobre ¿Cómo entendemos los Derechos Humanos?
Durante la presentación, líderes sindicales denunciaron haber sido víctimas de amenazas, asesinato selectivo, desplazamiento forzado y detención y tortura. Las víctimas serían unas 249 personas.
Desde el surgimiento de los sindicatos, según Aníbal Mendoza, de Fundesvic, “lo único que teníamos y seguimos teniendo son aspiraciones de vivir mejor, recuperar ese derecho a una vida más equitativa”, argumentó.
Las líderes y lideresas que también fueron parte de la construcción de este proceso de memoria contaron que las condiciones precarias que han tenido como trabajadores los llevaron a organizarse para pedir mejores oportunidades.
Sin embargo, agregó Mendoza, este trabajo organizativo ha sido estigmatizado y perseguido. Raúl Patiño, de Sintrapeoaceites, contó que los líderes sindicales fueron declarados objetivo y así empezaron las “muertes a dedo”.
El informe evidencia también una lucha por la tierra, por prestaciones sociales y por mejores condiciones para los trabajadores y sus familias. Sin embargo, en voz de Rodolfo Velásquez, de Sintrainagro, “el Gobierno se ha negado a escucharlos”.
De hecho, el investigador y profesor de la Universidad Javeriana, Juan Pablo Vera, argumentó que el Estado se ha marginado de intervenir y construir institucionalidad y ha delegado el manejo de este tipo de territorios a las corporaciones y a los actores armados.
De acuerdo con Vera, este informe también le permitirá a la sociedad colombiana comprender la responsabilidad del sector empresarial y corporativo, para así desarrollar otro paradigma sobre ¿Cómo entendemos los Derechos Humanos?
“Sintraproaceites ha contado, aproximadamente, 249 víctimas relacionadas directa o indirectamente con la organización sindical y con la empresa Indupalma, trabajadores o ex trabajadores, algunos de ellos pensionados, objeto de distintas formas de victimización. La violencia antisindical ha fracturado la identidad de las organizaciones”, Informe del Centro Nacional de Memoria Histórica.
Consulte el Informe completo
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