Plan de ajustes para el próximo semestre

Mayo 11 de 2020,

Estimados miembros de nuestra comunidad,

Espero que ustedes y sus familias se encuentren bien en estas épocas de confinamiento e incertidumbre. Quiero contarles acerca de los efectos que está teniendo la pandemia sobre nuestra comunidad y las medidas que hemos diseñado para mitigarlos. Yo tengo una doble responsabilidad en este momento, debo velar por el bienestar de todos y por el futuro de la universidad. Las medidas tomadas intentan garantizar lo uno y lo otro. 

En tiempos difíciles, cuando es necesario tomar decisiones trascendentales con información incompleta, debemos actuar sin renunciar a lo esencial, respetando los principios que nos cohesionan e inspiran. Quiero recordarlos de manera sucinta: 

• Debemos cuidar la salud y la integridad de toda la comunidad,
• mantener nuestro compromiso con la excelencia, 
• seguir siendo solidarios y aportándole a la sociedad de todas las formas posibles, 
• y, al mismo tiempo, promover la innovación educativa, la diversidad y la pluralidad. 


Contexto

La actual crisis de salud y económica ha afectado la actividad de la Universidad. Durante este período hemos tomado medidas sin precedentes con el fin de atender las necesidades de nuestros estudiantes, profesores y equipos administrativos. Quisiéramos que fuera de otra manera, pero las circunstancias siguen siendo inciertas y probablemente nos afectarán por un tiempo más. Debemos seguir, por lo tanto, tomando decisiones. Este es un proceso de adaptación, de aprender a vivir con una realidad distinta. 

Quisiera inicialmente resaltar algunas medidas ya tomadas en favor de nuestra comunidad. La campaña Positivo para Solidaridad, que involucró profesores y estudiantes, permitió darles un alivio a centenares de familias que viven en las inmediaciones del campus. Cientos de estudiantes han recibido computadores portátiles y módems con planes de datos móviles. La biblioteca incrementó sustancialmente las bases de datos disponibles con el propósito de dar un mayor acceso a los recursos bibliográficos y demás actividades necesarias para la educación virtual. Ediciones Uniandes hizo pública una colección de más de 500 libros digitales para consulta de todos los miembros de la comunidad. 

Además, la Universidad puso en marcha, en asocio con la Secretaria Distrital de Salud de Bogotá y otras entidades educativas, el Proyecto Covida. Por medio de esta iniciativa se realiza un monitoreo activo del coronavirus en habitantes de la ciudad de Bogotá con el propósito de aportar información técnica y científica para la toma decisiones sobre el control y manejo de la pandemia.

Adicionalmente, muchos profesores de la universidad han aportado a la generación de conocimiento y al análisis de la coyuntura actual en sus muchas dimensiones. Los aportes de la Universidad se encuentran disponibles en el sitio https://uniandes.edu.co/covid-19.

La Universidad no está cerrada. Está abierta y aportando.


Nuestra realidad

La Universidad de los Andes opera desde hace varios años en una situación de equilibrio financiero. Casi la totalidad de los ingresos que recibe, provenientes de las matrículas y los servicios de investigación y consultoría, se utilizan en pagar los costos de operación, incluida una planta de más de 800 profesores. Los excedentes representan una fracción muy pequeña de los ingresos totales. 

La Universidad cuenta, así mismo, con un fondo de inversiones, un ahorro construido esencialmente con donaciones, que busca garantizar su sostenibilidad de largo plazo. Para solventar las necesidades económicas de la actual crisis, las fuentes de recursos son dos:  los ingresos operativos anuales por matrículas y servicios y el fondo de inversiones. En este momento tendremos que hacer uso de ambos.


Decisiones

La Universidad ha decidido adoptar dos tipos de medidas de índole financiera en el marco de los principios y valores mencionados anteriormente. Las medidas han sido discutidas con la comunidad. Algunas de ellas se originaron en propuestas de los estudiantes. Las medidas incluyen un ajuste en los gastos y un fondo de alivio para estudiantes. Las primeras contemplan, entre otras acciones, la congelación de la nómina y la cancelación de los gastos de viaje y representación; las segundas, un conjunto de apoyos para los estudiantes y sus familias que, como consecuencia de la crisis, no puedan asumir totalmente los costos de su educación. 

Las medidas de ajuste incluyen una reducción transitoria de los salarios de los directivos. Todos debemos aportar. Los ajustes salariales serán los siguientes: el Rector reduce su compensación salarial en un 20%, los vicerrectores, 15%, y los demás miembros del Consejo Académico y otros directivos de unidades académicas y administrativas, 10%. Desde la semana anterior, un conjunto de profesores ha promovido, además, una reducción voluntaria de los salarios que vendría a sumarse a esta reducción.


Estrategia de ajuste de gastos

La Universidad ha adoptado las siguientes determinaciones que estarán vigentes hasta un nuevo anuncio. Es posible que este listado sea ampliado en el futuro cercano si las circunstancias empeoran.  

1. Se congela la contratación de profesores y personal administrativo, incluidas vacantes y posiciones nuevas que se hubiesen aprobado antes de la emergencia. También se congela la contratación de consultorías y servicios que no sean de carácter esencial.

2. Se congelan los nuevos programas de capacitación y desarrollo de personal.

3. Se realizan ajustes al presupuesto operativo y se posponen inversiones de todas las unidades que hacen parte de la administración central. 

4. Se posponen las inversiones mayores y los gastos no esenciales en tecnología.

5. Las facultades y unidades académicas realizan, por su parte, un ajuste en sus presupuestos operativos y de inversión. 

En conjunto, el ahorro estimado de estas medidas asciende a cerca de 50 mil millones de pesos. Este ahorro contribuirá a financiar los apoyos a estudiantes.


Fondo de alivio para estudiantes

La Universidad adoptó igualmente una serie de medidas para apoyar a los estudiantes con necesidades coyunturales. Las medidas están basadas en unas proyecciones realistas sobre el comportamiento de los ingresos e incorporan, como ya se dijo, los ajustes en los gastos. Los detalles de la implementación, requisitos, alcance y elegibilidad, entre otros, serán comunicados en días próximos. 

1. Se mantienen las becas de Quiero Estudiar en un número de estudiantes nuevos similar al que se venía observando en semestres recientes. Esta medida busca seguir cumpliendo el propósito de diversidad geográfica y socioeconómica en la población de estudiantes. Lo mismo aplica para Pa’lante Pacífico y Pa’lante Caribe.

2. Se eliminan todos los costos de inscripción a la Universidad, así como las penalidades asociadas con pagos extemporáneos de las obligaciones de matrícula. 

3. Se ofrecen ahorros entre 30% y 50% en el valor de la matrícula semestral para estudiantes nuevos de un conjunto de programas especiales. Esto se realiza a través de la figura del crédito condonable.

4. Se ofrece un “bono solidario” de 10%, por una vez, para que estudiantes de pregrado y maestría lo utilicen para cubrir el costo de la matrícula semestral. Esto significa un ahorro en el valor de la matrícula para poblaciones que acrediten necesidad económica.

5. Se reduce 50% el valor de la matrícula de los programas de doctorado. Esto sumado a la alternativa de créditos condonables que aplica para dichos programas.

6. Se hará una descapitalización de 30 mil millones de pesos del fondo de inversiones de la Universidad para ofrecer créditos blandos (con tasas de interés inferiores a las del mercado bancario) a estudiantes nuevos y antiguos de pregrado y posgrado. Este mecanismo beneficiará a más de mil estudiantes. Estos créditos ofrecen múltiples alternativas que incluyen préstamos de rescate, préstamos totales o parciales de corto plazo y mediano plazo y compra de cartera vigente, entre otros.

7. Estas opciones se complementan con nuevos acuerdos y convenios con entidades del sector financiero para ampliar aún más las posibilidades de financiación que tendrán los estudiantes. Esto también incluye las modalidades de crédito del Icetex.

Este conjunto de decisiones no tiene antecedentes en nuestra historia. Reflejan la magnitud de la crisis y nuestra voluntad para enfrentarla. Las críticas y las dudas son entendibles. Las consecuencias de esta crisis son todavía inciertas. Sea lo que sea, tenemos que ser capaces de ir encontrando entre todos una solución. Agradezco el compromiso de la comunidad, su deseo permanente de aportar y buscar salidas. En los momentos más duros, en medio de la incertidumbre, ese compromiso me ha permitido mirar el futuro con optimismo y esperanza. 

Para el próximo semestre estamos planeando, en medio de la incertidumbre, un regreso parcial al campus, una semipresencialidad que permita recuperar en algo la vida universitaria y proteger al mismo tiempo la salud de todos. Ya anunciáremos esos detalles y estaremos atentos de las disposiciones de los órganos gubernamentales.

Nadie tiene repuestas completas ante los nuevos desafíos. No conocemos el futuro, pero conocemos nuestras fortalezas: la Universidad de los Andes está inspirada en la idea de que la educación en lo mejor de las ciencias y las artes puede transformar vidas y que las vidas transformadas transforman, a su vez, la sociedad. En eso seguiremos. Ahora más que nunca. 

Un abrazo fraterno,

Alejandro.

La Universidad de los Andes desarrolla este artículo respondiendo a la coyuntura por la pandemia de COVID-19. Tenga en cuenta la fecha de publicación para entender el contexto de su contenido. No olvide consultar los análisis mas recientes sobre COVID-19 en nuestro especial.