Los elefantes no andan fanfarroneando sobre su grandeza, simplemente caminan, es una de las recomendaciones que dejan destacados líderes del mundo.

Con esa misma discreción y poniendo en primer lugar el trabajo bien hecho, antes que la vanidad profesional, María Teresa Tobón ha construido toda una carrera memorable en Los Andes que la hizo merecedora de la Medalla por Servicios, otorgada en la Ceremonia de Quinquenios Uniandes, en mayo de 2023. 

Como secretaria General ha logrado convertirse en la custodia institucional, pues ha coordinado el trabajo de los órganos de gobierno de la Universidad, administrando las disposiciones y articulándolas con las unidades académicas y administrativas. Una labor que podría sonar un tanto burocrática, pero que en realidad es indispensable para que la institucionalidad funcione.

Es uniandina, se graduó como politóloga. Tal vez sin saberlo en ese momento, su destino estaba ligado con Los Andes, en donde ingresó a trabajar en el 2000, fue directora del Centro de Trayectoria Profesional en la Decanatura de Estudiantes y desde el 16 de enero de 2006, ha sido la secretaria General. Así como lo ilustra su trayectoria, su vínculo con el paso de los años se ha hecho más fuerte.

Esto lo acreditan los elogios de la Rectora, Raquel Bernal, y de sus antecesores: Alejandro Gaviria y Pablo Navas.

El ángel guardián de los rectores


María Teresa ha estado al frente de la Secretaría General en los últimos cuatro periodos de la Rectoría: 2 de Pablo Navas Sanz de Santamaría (2011-2019); 1 de Alejandro Gaviria (2019-2021) y el actual de Raquel Bernal. Los tres resaltaron su inagotable apoyo...

De todos se ganó el respeto y el cariño.

En palabras de la Rectora, “Ella es un ejemplo a seguir como persona y profesional; comprometida con la Universidad, inspiradora y ecuánime en su actuar”.

Alejandro Gaviria la exaltó por su lealtad proveniente del afecto, una cualidad que se suma a su popular deber institucional.

Y Pablo Navas reiteró: “Su discreción, su cuidado por la información, por las personas y la institución, siempre preocupada por la respetabilidad de Los Andes”.

La Rectora y los exrectores coincidieron, también, en la intachable ética de María Teresa, sustentada en la rectitud a prueba de todo.



Esta notable reputación no ha sido el fruto de una maratónica campaña de marca personal, de un comité de autobombo o simplemente de un afán de atención o protagonismo.

Todo el reconocimiento que se ha ganado María Teresa, lo ha logrado con la base del esfuerzo y el darle valor a la historia de la Universidad de los Andes. Su memoria envidiable le ha permitido reconstruir decisiones institucionales trascendentales, su diálogo respetuoso con cada miembro de la comunidad, sin importar su rango, la han iluminado con un aura de sencillez, sostenida por los logros conseguidos en más de 17 años continuos de servicio en la Secretaría.

Ahora, contó la Rectora en la Ceremonia de Quinquenios Uniandes, se apresta a modernizar y digitalizar el archivo de la universidad, permanecer a la vanguardia, actualizar reglamentos, atender los temas de maltrato, acoso, amenaza y discriminación desde la renovación de los asuntos disciplinarios en la institución y seguir robusteciendo el relacionamiento con los órganos de gobierno institucional.

 

 

Una madre amorosa y comprometida


En la vitrina de satisfacciones personales, María Teresa tiene, quizás, el trofeo más valioso: haber sacado adelante a sus hijos, quienes, con admiración, reconocieron su amor y compromiso.

Nicolás, Catalina y Alejandro Zapata Tobón agradecieron todos los esfuerzos de su mamá, para luego celebrar esa Medalla al Mérito otorgada por su dedicación.

A propósito de eso, Catalina, en nombre de sus hermanos, le ofrendó unas palabras:
“Gracias por hacerme crecer cada día, por defenderme hasta el cansancio y por darme siempre tu apoyo e infinito amor que siempre nos puso a salvo”.


Es difícil, por no decir imposible, encontrar a alguien que referencie algo negativo de María Teresa Tobón como profesional y persona.

El 2 de mayo puso la vara muy alta, luego de recibir la Medalla por Servicios 2023-1, donde fue homenajeada por su impecable labor profesional y con la guirnalda del cariño y los aplausos de todos los que han tenido el placer de conocer a la simpática, discreta, elegante y siempre custodia institucional de Los Andes.

 

Escrito por:

Luis Felipe Laverde Salamanca

Periodista