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Un documento pionero en Colombia para usar la IA generativa

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Un documento pionero en Colombia para usar la IA generativa

Conozca la historia detrás de los Lineamientos para el uso de inteligencia artificial generativa (IAG) en la universidad y vea cómo puede usarse en época de exámenes.
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Entrevista a Juan David Gutiérrez

En octubre de 2024 se lanzó el documento “Lineamientos para el uso de inteligencia artificial generativa (IAG) en la Universidad de los Andes”, pionero y novedoso en Colombia, pues brinda un conjunto de orientaciones para estudiantes, profesores y empleados administrativos sobre el uso de esta tecnología.

 

A la distancia de un clic, la humanidad tiene a su alcance la inteligencia artificial generativa, que ha transformado por completo la vida de quienes la usan. 

 

Es como tener una supernavaja suiza en la palma de la mano

 

ChatGPT, por ejemplo, se basa en un modelo de lenguaje a gran escala (LLM, por sus siglas en inglés: Large Language Model), entrenado utilizando cientos de miles de millones de palabras obtenidas de libros, artículos científicos, páginas web y otros textos disponibles en Internet para generar texto coherente y adaptarse a diferentes estilos de escritura. También es capaz de procesar y generar texto en milisegundos. Su versión GPT-4 puede manejar contextos más extensos, y procesar hasta 25 mil palabras en una sola conversación.

 

Copilot, la IA generativa de Microsoft, basado en la arquitectura GPT-4, tiene más de 170 mil millones de parámetros, algo así como tener un tablero de control con el mismo número de perillas. Y no solo eso, puede interactuar con más de 20 aplicaciones y servicios de Microsoft, como Word, Excel, Outlook y Teams.

 

Por su parte, Gemini, de Google, ha sido entrenado con una cantidad masiva de texto y código en más de 40 idiomas, es capaz de procesar información a una velocidad miles de veces superior a la de un ser humano. Además, su capacidad multimodal, procesa y genera múltiples tipos de datos, como texto, imágenes y código.

 

Las posibilidades y los riesgos de la IA pueden ser tan grandes como la creatividad e ingenio de quienes hagan uso de ella.

 

“Estas herramientas pueden impactar las actividades de todas las personas en el corto, mediano o largo plazo, de manera directa o indirecta. Este impacto puede representar enormes posibilidades y oportunidades, pero también riesgos, limitaciones y dificultades”, explica Luz Adriana Osorio, directora del Centro de Innovación en Tecnología y Educación (CONECTA-TE) de la Universidad de los Andes.  

 

Ella, junto a Juan David Gutiérrez, profesor de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo y experto en IA, y Manuela Fernández Pinto, jefe del Centro de Ética Aplicada, lideraron la elaboración del documento.

 

La historia de los “Lineamientos para el uso de inteligencia artificial generativa (IAG)”

 

Hay muy pocos ejemplos en el mundo, como la Universidad de Buenos Aires, la Universidad de Pittsburgh y algunas universidades europeas, que han empezado a construir lineamientos y directrices para el uso de inteligencia artificial, afirma el profesor Gutiérrez. 

 

Quien además agrega que “en Colombia, algunas universidades han publicado principios, pero son documentos más bien sencillos, con orientaciones generales. Sin embargo, el ejercicio realizado en Uniandes es absolutamente pionero en Colombia”.

 

La creación de los lineamientos fue un proceso colaborativo y multidisciplinario que involucró a múltiples actores dentro de la universidad. Comenzó con un proyecto liderado por DIDACTA (la Dirección de Innovación y Desarrollo Académico, Curricular y Tecnológico para el Aprendizaje) y CONECTA-TE, que en sus primeras etapas reunió a profesores, directivos y estudiantes. En la versión publicada en octubre, se incluyó la participación del Laboratorio Educativo Uniandes (LED) y la oficina de Transformación Digital.

 

El profesor Juan David Gutiérrez recuerda que su colaboración comenzó al cierre del 2023, cuando se les solicitó crear un marco orientador para el uso responsable de la IAG en la comunidad universitaria. 

 

“Me contactaron a finales del año pasado, y durante al menos seis meses discutimos diferentes versiones del documento”. Durante este tiempo, el equipo recopiló opiniones y comentarios de todos los sectores involucrados, incluidas las directivas de la universidad, desde la Rectora Raquel Bernal hacia abajo. Estas conversaciones permitieron conocer “sus visiones, percepciones y opiniones sobre la necesidad de crear un marco que orientara a toda la comunidad universitaria”.

 

Luz Adriana Osorio describe el proceso como una serie de encuentros con un equipo interdisciplinario. Este fue un proceso largo y detallado en el que “cada integrante revisó y completó el contenido hasta que fue necesario darle una forma coherente, un lenguaje unificado y una revisión final”.

 

Manuela Fernández y Juan David Gutiérrez desempeñaron roles fundamentales en la recopilación y organización de las diferentes contribuciones. El trabajo de los líderes permitió que las diferentes áreas de la universidad pudieran expresarse y que sus voces quedaran reflejadas en la versión final.

 

Tras las verificaciones de los decanos y los grupos de profesores, el documento fue finalmente aprobado en el Consejo Académico, donde se incorporaron las últimas recomendaciones. De esta forma, pasó a estar disponible para orientar el trabajo de toda la comunidad universitaria.

 

"El documento busca orientar reflexiones y sugerir usos generales de la inteligencia artificial generativa, evitando crear una lista exhaustiva de aplicaciones, ya que se concibe como un resultado dinámico, sujeto a revisiones y actualizaciones según la evolución de estas tecnologías", concluye Luz Adriana Osorio.

 

ChatGPT, Copilot, Gemini

Foto: Envato

Luz Adriana Osorio

Luz Adriana Osorio, directora del Centro de Innovación en Tecnología y Educación (CONECTA-TE)

Foto: Universidad de los Andes

Juan David Gutiérrez

Foto: Universidad de los Andes

Lo novedoso del documento

 

Más allá de los principios generales, lo novedoso, explica Gutiérrez, es que se incluyen recomendaciones puntuales sobre usos sugeridos, categorizados según temáticas o tipos de actividades. 

 

Además, se destacan indicaciones sobre usos no recomendados, es decir, aquellos que no se consideran adecuados para estudiantes, profesores, investigadores ni personal administrativo. 

 

Otra característica destacable es que el documento no se queda en un nivel abstracto, sino que presenta secciones específicas dirigidas a los diferentes tipos de usuarios, teniendo en cuenta sus necesidades particulares. Estas dos características —las recomendaciones concretas y el enfoque en usuarios diferenciados— son las principales ventajas del documento.

 

Conozca el marco ético, pedagógico y administrativo para su uso en la universidad de esta tecnología. Lea y descargue los “Lineamientos para el uso de inteligencia artificial generativa (IAG) en la Universidad de los Andes”.

 

Usos de la IAG recomendados para estudiantes

 

"Notamos que los estudiantes están explorando formas de usar la inteligencia artificial generativa, pero tienen muchas preguntas y dudas: ¿lo que hacen está bien?, ¿hay riesgos o restricciones? Por eso era importante crear un marco institucional que unifique criterios", dice Osorio. 

 

Se aproximan las últimas semanas del semestre 2024-2 en Uniandes. A continuación, algunos ejemplos de funciones que ofrece la IAG para la realización de actividades por parte de estudiantes, siempre y cuando el profesor haya autorizado su uso:

 

Función 1. Asistencia en la redacción de textos:

 

  • Sintetizar y simplificar textos
  • Ayudar a mejorar la gramática, ortografía y la estructura de los textos de autoría del estudiante, especialmente, en segundas lenguas
  • Experimentar diferentes estilos de escritura, fomentando la creatividad y adaptabilidad
  • Esbozar el contenido de un correo electrónico
  • Traducir textos
  • Reorganizar o reformatear las citas y referencias, según determinado sistema de citación de fuentes.

 

Función 2. Asistencia en la elaboración de imágenes:

 

  • Proponer conceptos para gráficos e imágenes visuales.

 

Función 3. Asistencia en el desarrollo de ideas y exploración de argumentos:

 

  • Apoyar con la generación de ideas, la planificación o estructuración de textos
  • Contribuir a superar el “bloqueo del escritor”, a saber, la imposibilidad de empezar o avanzar en la escritura, mediante sugerencias
  • Sugerir fuentes primarias o secundarias para consulta
  • Sugerir explicaciones alternativas o críticas a los argumentos o ideas del estudiante.

 

Función 4. Asistencia en la programación computacional:

 

  • Ofrecer sugerencias para la depuración de códigos computacionales.

 

Función 5. Asistencia en procesos de estudio para evaluaciones:

 

  • Facilitar la creación de ayudas y guías de estudio personalizadas
  • Proporcionar explicaciones claras o ejemplos sobre conceptos complejos.

 

Es importante destacar que cada estudiante deberá consultar las guías o recomendaciones publicadas por sus Facultades y demás unidades académicas, en caso de que estas existan, así como las instrucciones que cada profesor podrá definir a parir de los lineamientos institucionales.