Megaminería y fracking, según los precandidatos presidenciales

Fotos: Brandon Pinto - Unimedios

De los 9 precandidatos que asistieron al Debate ambiental organizado por las universidades Nacional y de Los Andes, todos aseguraron que negarían permisos a proyectos de megaminería, tampoco promoverían el fracking y prohibirían de forma tajante la aspersión por glifosato. En la dinámica en la que respondían sí o no, la mayoría dijo que impulsarían un proyecto de ley para que el agua fuera un derecho fundamental y prohibirían los plásticos de un solo uso.

El debate, que también contó con el apoyo del Movimiento Nacional Ambiental, la Alianza Colombia Libre de Fracking y la Federación de Medios de Comunicación de Colombia, trató tres temas centrales: megaproyectos minero energéticos, la transición energética y la crisis climática y la violencia contra los liderazgos ambientales.

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Frente a la pregunta ¿Cuál es la política que va a aplicar para enfrentar esos megaproyectos que han tenido efectos adversos en las poblaciones? Jorge Enrique Robledo, de la Coalición por la Esperanza, respondió que debe hacerse minería, pero no como se viene haciendo, evitando lugares como los páramos y parques. Camilo Romero, del Pacto Histórico, fue enfático en que durante su presidencia se detendrá la lógica extractivista y se reemplazará por una lógica que diversifique la producción nacional.

El mayor obstáculo para ir al origen de esta problemática, según Juan Manuel Galán, del Nuevo Liberalismo, son las estructuras criminales y mafiosas del narcotráfico. Mientras que para Arelis Uriana, del Pacto Histórico, Colombia debe reorganizar el agua y la energía limpia y “evitar robos de ríos como le ocurrió a la Guajira con el Ranchería”, explicó.

Luis Gilberto Murillo, independiente, dijo que la minería debe ocupar un puesto secundario, sin olvidar a las comunidades. En el gobierno de Francia Márquez, del Pacto Histórico, las posibilidades estarán en el cuidado de la biodiversidad, evitando la formalización minera que solo privilegia a las grandes empresas.

Sergio Fajardo y Carlos Amaya, de la Coalición por la Esperanza, afirmaron que no se puede hacer minería en lugares ecosistémicos, además de actualizar los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) incluyendo el subsuelo y la organización de las regalías que van hacia las comunidades. Gustavo Petro, del Pacto Histórico, se preguntó si somos capaces de construir una economía para la vida y aseguró que en su gobierno debe haber un filtro para hacer minería: evaluar el impacto sobre la vida, el agua local y el territorio.

Violencia contra los liderazgos

Con 145 líderes asesinados el año pasado, el debate también giró en torno a la manera en que los candidatos detendrán el estigma y la violencia contra los liderazgos. La idea en común es que Colombia no puede seguir siendo el lugar más peligroso para ser líder. Además de la urgencia de ratificar el Acuerdo de Escazú, que es el primer acuerdo regional ambiental de América Latina y el Caribe en contener disposiciones específicas sobre defensores de derechos humanos en asuntos ambientales.

Arelis Uriana habló de la importancia de mantener el derecho a la consulta para no afectar a las poblaciones. Luis Gilberto Murillo afirmó que se trata de igualdad de poder frente a las decisiones sobre los recursos naturales. “Se debe fortalecer a los organismos de control para que los crímenes no queden impunes”, agregó. Mientras que Carlos Amaya confirmó que es importante tener una visión que vaya más allá de los asesinatos y que potencie la fuerza en los territorios y la gente.