“Los biopiratas son los grandes beneficiados”: Manuel Rodríguez

Rodríguez señala la dramática disminución de la biodiversidad a nivel global. Citando el último informe de Planeta Vivo, de la WWF,  en los últimos 50 años, las poblaciones de fauna silvestre han caído en promedio un 73 %, una cifra alarmante para el profesor emérito de la Universidad de los Andes. 

 "En América Latina y el Caribe, el descenso alcanza el 95 % de las poblaciones", añadió. La pérdida de biodiversidad no es solo terrestre; la vida marina también ha sufrido un declive significativo, a pesar de los esfuerzos y compromisos internacionales. 

Aunque la expansión de los parques nacionales representa un avance positivo, Rodríguez resalta que este progreso se ve opacado por la destrucción de ecosistemas, especialmente en la Amazonía.  

La presión sigue creciendo, impulsada en parte por la demanda de tierras para la agricultura, algo hasta cierto punto comprensible, por la interdependencia con los recursos naturales. Pero la situación que sí resalta como preocupante es la de la ganadería.  

“La deforestación en la región amazónica, mayoritariamente orientada a ganadería extensiva, sigue siendo un gran problema. Esta ganadería implica el uso de enormes áreas de bosque para albergar una o pocas cabezas de ganado por hectárea”, apunta. 

La biopiratería es una de las críticas más fuertes que Rodríguez plantea a la ejecución del CDB.  

Desde su firma, la explotación no autorizada de recursos genéticos, tanto en forma física como digital, ha favorecido principalmente a grandes corporaciones e industrias.

La digitalización de secuencias de ADN y ARN permite que los sectores industrial, farmacéutico y agrícola utilicen estos recursos sin necesidad de acceder a muestras físicas, dejando de lado a las comunidades que viven en esos ecosistemas. Rodríguez lamenta que son los biopiratas los que hasta la fecha han sido los grandes beneficiarios, y que la Convención de Diversidad y el protocolo de Nagoya no hayan sido efectivos en este asunto. 

Esta situación afecta especialmente a las comunidades indígenas, cuya sabiduría ancestral ha sido clave para identificar propiedades curativas y medicinales en plantas y animales. Aunque no todos los recursos genéticos se deben a sus descubrimientos, Rodríguez reconoce que "hay cientos de hallazgos que sí lo son", subrayando la falta de una compensación justa para estas comunidades.  

El financiamiento es otro gran obstáculo en el cumplimiento de las metas del CDB. Rodríguez señala que el plan de acción de biodiversidad, el Kunming-Montreal, al que se comprometieron los países en la pasada COP15, está gravemente rezagado: “Dos años después, el 80 % de los países no ha presentado su estrategia.” Este retraso limita la capacidad de evaluar el avance hacia los objetivos de biodiversidad y constituye, según el profesor, "un fracaso grave". 

Se estima que son necesarios 700,000 millones de dólares anuales, pero solo se han dispuesto 200,000 millones hasta el momento. Rodríguez resalta la paradoja de esta brecha: “Parece mucho dinero, pero comparado con el Producto Interno Bruto Mundial no lo es”.  

Sin embargo, con el foco de los países desarrollados en conflictos internacionales, ve improbable que se incremente significativamente el financiamiento en el corto plazo. 

La conferencia del profesor Rodríguez se realizó el pasado 24 de octubre, en  Unaindinos, sede Suroccidente, en el marco de la COP16.