El Castillo de San Felipe de Barajas, un testigo silencioso de innumerables acontecimientos en la historia de la ciudad de Cartagena, es objeto de un exhaustivo estudio que permitirá adentrarse en los morteros de la construcción y así, entender su excelente conservación.
Se trata del proyecto de investigación liderado por el Laboratorio de Estudio de Artes y Patrimonio (LEAP) de la Universidad de los Andes, en convenio con la Escuela Taller Cartagena de Indias (ETCAR), que servirá de base para futuras intervenciones que aseguren la preservación y protección de este monumento histórico.
Según Mario Omar Fernández, científico especializado en la conservación del LEAP, la fortaleza ha sido objeto de múltiples intervenciones y restauraciones. Sin embargo, uno de los enigmas que rodea al Castillo es que las áreas mejor preservadas son las que se realizaron originalmente.
Lo que pretende el estudio técnico y científico es caracterizar los materiales utilizados en las diferentes etapas de construcción y, de esta manera, comprender por qué, a pesar de las condiciones climáticas y de los años, las zonas originales del Castillo se conservan en buen estado, en comparación con las que han sido intervenidas. Y una vez se obtengan los primeros hallazgos, la idea es contrastarlos con investigaciones previas hechas por arqueólogos e historiadores.
“Saber, por ejemplo, cuáles eran los cementantes empleados y las proporciones exactas, así como de donde fueron extraídos, es crucial. Estos materiales han demostrado una notable durabilidad y calidad a lo largo del tiempo, y aunque se han efectuado varios estudios aislados, aún no se han alcanzado conclusiones definitivas sobre su origen y llegada a este lugar”, indica Fernández, quien además enfatiza que previo a la toma de muestras tomadas en abril de 2023, se hicieron estudios para comprender el estado de conservación de las diversas áreas y se formularon hipótesis sobre las etapas constructivas.
A partir de esta información y sobre planos se eligieron las zonas para extraer muestras y el tipo de materiales para el respectivo análisis: ladrillos, piedras, pañetes y morteros.
Tras analizar los resultados, el LEAP brindará capacitaciones a los miembros de la Escuela Taller, encargados de la restauración y mantenimiento de las fortificaciones en Cartagena. Los hallazgos proporcionarán las herramientas necesarias para asegurar la correcta conservación y preservación de este y otros monumentos que hacen parte el patrimonio histórico nacional.
La investigación está en fase de análisis de muestras en los laboratorios de la Universidad de los Andes, a través de estudios petrográficos y análisis con técnicas especializadas de microscopía electrónica, que arrojarán los primeros resultados en los próximos meses.
La construcción del Castillo de San Felipe se ordenó por la Real Cédula el 20 de septiembre de 1647, y solo hasta el 12 de octubre de 1657 se terminaron las obras de la primera parte, diseñada por el ingeniero holandés Ricardo Carr. Según los historiadores, la obra costó 13.235 pesos y cinco reales.
La muestra se incorpora dentro de una resina epóxica de color azul, a la cual se adhiere un portaobjetos de vidrio.
Luego, se realiza un pulido hasta lograr un espesor aproximado de 30 micras para preservar la muestra.
En video: Técnicas para analizar la composición de los morteros del Castillo de San Felipe de Barajas.
Fotografías de la investigación del Castillo de San Felipe de Barajas - Cartagena
El profesor Mario Omar Fernández realiza la toma de muestras.
David Cohen, investigador del estudio, analiza la fortaleza de Cartagena.