Más allá del paralelo 60
Una geógrafa y un literato estrenan en la Cinemateca de Bogotá: ‘Ventana de tiempo’, una película documental rodada en Antártida.Una geógrafa y un literato estrenan en la Cinemateca de Bogotá: ‘Ventana de tiempo’, una película documental rodada en Antártida.
Tener la posibilidad de ver 'Ventana de tiempo' es tener un tiquete a la Antártida. "Es una experiencia que eriza la piel", dice Natalia Jaramillo, la científica que nunca se imaginó que iba a protagonizar una película documental rodada en el fin del mundo.
Ella, estudiante de Maestría en Geografía de la Universidad de los Andes, sin quererlo, en 2018 terminó haciendo parte de un rodaje cinematográfico más allá del mar de Drake: “Eso fue una cosa que me encontró a partir de la experiencia en Antártida. Nicolás se me acercó en ese viaje como para hablar de cosas y a preguntarme más sobre lo que yo hacía”, cuenta la investigadora asociada al Programa Antártico Colombiano sobre el nacimiento de Ventana de tiempo, la película que se estrenó el 17 de junio en la Cinemateca de Bogotá.
Se refiere a Nicolás Ordoñez, literato graduado de la Universidad de los Andes y cineasta por vocación, quien terminó embarcado en esta aventura gracias a los múltiples caminos que recorre un realizador audiovisual. Su acercamiento desde lo documental a una expedición científica en un proyecto anterior, le permitió abrirse camino con el director de la Comisión Colombiana del Océano, a quien le propuso hacer una película de ciencia ficción en Antártida. Allá quedaron encantados y no dudaron en aceptar.
Sin embargo, a manera de consejo, le advirtieron que debía tener claro que Antártida es un ente inmanejable y solo hasta hacer presencia en el lugar sabría de sus posibilidades de maniobra y grabación.
Con el aval para ir a rodar en ese continente lejano y misterioso, inició su investigación con el fin de encontrarle un rumbo a esa idea de hacer un largometraje “que no fuera una película más sobre pingüinos”, comenta Nicolás, parafraseando al director alemán Werner Herzog cuando rodaba “Encuentros en el fin del mundo”, allá mismo, en Antártida.
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Es así como en el curso pre-antártico, en Cartagena, Nicolás conoció a Natalia, la historiadora de la Universidad Nacional de Colombia que desde 2015 ha explorado el majestuoso ecosistema, el lugar en donde ha venido escribiendo su propia historia, sus memorias... y un cuento inconcluso sobre un vampiro que se va al lugar más recóndito a olvidar a la mujer de la que se enamoró, lo que termina siendo el hilo conductor que el guionista, egresado de la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños en Cuba, estaba buscando para su película.
Con estas piezas sueltas, el director olvida su idea de ciencia ficción y le apuesta a crear una película más íntima y personal sobre lo que se siente y cambia en el ser humano al cruzar el paralelo 60.
A Natalia todavía le cuesta creer que es el personaje protagónico de esta película rara, como la describe ella, pero aclara que “de lo raro siempre salen cosas increíbles que a veces no se contemplan ni se tienen a la vista”.
Nicolás sabía que contaba con elementos disímiles para juntar el trabajo científico, personajes reales y ficticios, y las emociones profundas que genera un lugar tan particular como el continente blanco, elementos que pueden verse contradictorios, pero que para él hacen parte de una disociación armónica, que encajan perfectamente en un producto cautivador: su película.
'Ventana de tiempo’ es sumergirse en 80 minutos de imágenes de altísima calidad, de un diseño sonoro y musical único, de percibir sentimientos muy profundos que trasiegan entre lo real y lo ficticio. En palabras de su director: “Es ver lo que probablemente no vas a poder ver nunca en la vida, ir a ese lugar es un privilegio de muy pocos, ir a la Antártida es como ir a la luna, la luna de nosotros los mortales”.
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