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Angelika Rettberg, transformar las ciencias sociales para ayudar al mundo a comprender

En 2024, Ciencias Sociales le dio la bienvenida a Angelika Rettberg. En esta entrevista, la decana da su punto de vista sobre la transformación de la Facultad.
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Transformación Uniandes

Retumban tambores de guerra y violencia a lo largo y ancho del globo. Los ecosistemas se sofocan en los desperdicios de la contaminación, haciendo cada vez más evidentes los efectos del cambio climático. Las democracias, cual cristales, son más quebradizas que nunca. La brecha de la desigualdad se amplía año tras año, hundiendo en el hueco de la miseria a millones. La tecnología, con el meteorito de la inteligencia artificial generativa, impacta al presente con la posibilidad de cambiar, en provecho y perjuicio, todo lo que se conoce hasta ahora, incluido el futuro.

En el escenario de policrisis mundial, se erige una luz de esperanza ante la mirada de los escépticos: las ciencias sociales.

Angelika Rettberg, decana de Ciencias Sociales de la Universidad de los Andes, con una prolífica carrera en la ciencia política y al servicio de la sociedad civil, explica en detalle cuál debe ser el papel de la Facultad en este momento de convulsión y confusión. Pero también afirma que, para ayudar al mundo a dimensionar este momento de la historia y devolver la ilusión, es necesario reconocer el escepticismo de la sociedad frente al valor de la universidad, uno que necesita una resignificación para ofrecer nuevas experiencias.

En esta entrevista, Rettberg habla sobre transformar las ciencias sociales para ayudar al mundo a comprender.

¿Cómo se está transformando la Facultad de Ciencias Sociales en medio de la actual visión de Los Andes?

Las ciencias sociales están integradas en el ADN de la misión institucional. Cuando la Universidad declara su intención de desarrollar y formar profesionales íntegros, buenos ciudadanos y personas empáticas con su entorno, recurre necesariamente a una perspectiva de las ciencias sociales. Es en nuestra Facultad donde se debaten muchos de los problemas cruciales de la actualidad y del pasado.

Por ejemplo, si nos preguntamos cuál será el impacto de la inteligencia artificial en las sociedades, en nuestras relaciones, en la construcción del conocimiento y en nuestra identidad como seres humanos, necesitamos que un sociólogo nos hable de las relaciones sociales; que un politólogo nos hable del poder; que un antropólogo nos hable de la cultura y que un filósofo nos hable de la ética.

Por lo tanto, las ciencias sociales son fundamentales para comprender los retos del presente y contextualizarlos de manera amplia.

A partir de esta comprensión, podemos generar respuestas sobre cómo debemos transformar nuestra oferta docente, nuestra forma de enseñar y nuestra manera de identificar los problemas que las disciplinas deben abordar, con el objetivo de ofrecer una experiencia holística a los estudiantes que ingresan a esta Universidad.

¿Cómo ha sido el acompañamiento en detalle de la decanatura a los cambios más recientes de la Facultad?

Entendemos que las disciplinas aún son la forma en que generamos perspectivas para analizar los problemas, pero también comprendemos que son los problemas los que nos motivan a buscar respuestas. En este sentido, estamos revisando los planes de estudio y colaborando con otras facultades para generar nuevos programas.

En posgrados, estamos desarrollando diferentes tipos de formación con mensajes más concretos y enfocados en problemas que motivan a los profesionales de hoy.

En educación continua, estamos probando formatos y temas, todo con la idea de que no solo se revisen los pregrados y posgrados, sino que también se generen nuevas opciones, alineadas con el impulso que estamos dando a la educación para toda la vida.

Estamos convencidos de que el modelo anterior, en el que uno estudiaba en el colegio, en la Universidad y luego ejercía una profesión para toda la vida, está siendo cuestionado. Ahora, las personas buscan capacitarse y actualizarse a lo largo de su vida profesional. En este aspecto, como facultad, tenemos mucho que aportar y lo estamos haciendo.

¿Qué papel deben jugar las ciencias sociales y sus profesionales en la actualidad?

Hace tiempo aprendimos en la Facultad que lo que motiva a las personas a comprender es la identificación de problemas, y los problemas casi nunca son de una sola disciplina.

Por ejemplo, hace un par de años creamos la Maestría en Construcción de Paz. Independientemente del enfoque disciplinar de los estudiantes, ya sea historia, economía o medicina, se entiende que para construir paz en un país convulsionado como el nuestro, es necesario generar diálogos entre diferentes formas de entender. Además, muchos de los problemas actuales son fundamentales y están en el corazón de las ciencias sociales.

¿Qué tipo de democracia queremos y podemos tener en sociedades como esta y en otras? ¿Cómo podemos entender que un continente como América Latina, que tiene una de las democracias más antiguas, presenta también mucha violencia? ¿Cómo conviven estos fenómenos y cómo los integramos en nuestro plan de estudios, ofreciendo cursos, investigaciones y semilleros que permitan a los estudiantes, desde distintos ángulos, entender estos problemas y utilizar las herramientas disciplinares que les ofrecemos para generar respuestas a problemas concretos de la actualidad?

Quiero insistir en la importancia de nuestro contexto.

No estamos en un lugar remoto, sin anclas, estamos muy conectados a una sociedad con una serie de bondades, ventajas y problemas. Nuestros estudiantes comprenden esos retos y quieren buscar respuestas.

Otro ejemplo: es clave entender la angustia que sienten los jóvenes de hoy en torno al cambio climático. Sin embargo, nos parece inadecuado que esa angustia se traduzca solo en parálisis y miedo permanente a los fenómenos ambientales que están cambiando nuestra forma de operar en el mundo.

Desde las ciencias sociales podemos identificar las implicaciones del cambio climático y entender fenómenos nuevos para la psicología, como la ecoansiedad, que afecta a los jóvenes. ¿Cómo podemos ayudar? Con conocimiento suficiente de las ciencias naturales y trabajando con comunidades, organizaciones y gobiernos para producir resultados certeros y buscar soluciones.

Creo que una misión fundamental que tenemos no es solo nutrirnos de conocimiento, sino también ayudar a identificar soluciones a los problemas que nos motivan a estudiar. Esta es una parte esencial de nuestro trabajo.

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En la foto: "Frente a las crisis que vive el mundo y a la desesperanza, las ciencias sociales ofrecen soluciones para mirar hacia adelante", Angelika Rettberg.

¿Por qué el mundo necesita de las ciencias sociales?

¿Cuál es el gran reto que enfrenta la Facultad?

El reto más grande tiene que ver con agilizar la transformación.

El proceso de autorreflexión sobre cómo nuestros contenidos y planes de estudio responden a las necesidades del presente, toma tiempo, porque somos cuidadosos en los pasos que damos.

Queremos hacer las transformaciones necesarias con solidez y rigor. En ese sentido, el objetivo es lograr una transformación pronta, pero sostenible. Entendemos que mucho está en juego y que mucho podemos aportar, por eso nuestros pasos deben ser rigurosos, estables y sostenibles.

¿Cómo visualiza a la Facultad con el auge de la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial está llena de herramientas que nos pueden facilitar la vida. Puede agilizar nuestras búsquedas, ayudarnos a entender grandes cantidades de datos más rápidamente y acelerar procesos. Incluso puede liberarnos tiempo para llevar vidas más completas, integrales y menos enfocadas únicamente en la producción.

Sin embargo, también puede impactar la manera en que nos relacionamos en sociedad. Por ejemplo, en un tema crítico como el desarrollo de la democracia y su relación con las redes sociales, la inteligencia artificial puede alterar nuestras percepciones de la realidad y nuestra forma de convivir.

Creo que ahí radica el principal reto que la inteligencia artificial plantea para las ciencias sociales.

Frente a esto, estamos identificando problemas y aprendiendo, como profesores, a entender las oportunidades y los retos que la inteligencia artificial ofrece para el quehacer y los oficios. Estamos proporcionando a nuestros estudiantes la oportunidad de aprender a usar estas herramientas y afinar su criterio para distinguir entre lo útil y lo inútil en su trabajo. Sobre todo, estamos enfocándonos en entender el impacto de la inteligencia artificial en las sociedades en términos políticos, culturales y éticos.

La inteligencia artificial está aquí para quedarse, y hace tiempo que forma parte de nuestra realidad. Estamos ofreciendo las herramientas para integrarla, entenderla y prevenir los posibles daños que pueda causar, mientras damos la bienvenida a las grandes ventajas que puede representar.

¿Qué papel juegan la investigación y la innovación en el desarrollo de la Facultad?, teniendo en cuenta los avances tan grandes que están cambiando al mundo de manera vertiginosa

La investigación y la producción académica han sido centrales en la actividad docente de la Facultad de Ciencias Sociales.

La investigación ha nutrido nuestra docencia y nuestra manera de comunicarnos con la sociedad. Aunque digamos poco en menos de un minuto en una red social, aplicamos la teoría del iceberg de Ernest Hemingway, quien decía que para decir ese poquitico, se debe basar en una gran cantidad de conocimiento e investigación. Eso es algo que hemos hecho históricamente.

Participamos en debates de actualidad. Muchos de nuestros colegas participan en la formulación de políticas públicas. En ese sentido, la investigación ha sido central en temas como la violencia y el conflicto armado, los impactos de los conflictos en la memoria histórica y la verdad, la desigualdad, la seguridad, y obviamente en temas cruciales para el mundo actual como la democracia y la opinión pública. En temas como la ética, la investigación ha sido fundamental y ha estimulado tanto la producción académica como la docencia.

Los retos van a seguir siendo atraer financiación, ya que se necesitan recursos para realizar investigación. Sin embargo, un reto que tenemos es la capacidad de responder a esas necesidades y oportunidades con calidad humana y capacidad profesoral. Una de las cosas que nos enorgullece en la Facultad es que todos nuestros profesores tienen doctorado. Saben investigar, lo han hecho históricamente, y saben traducir ese conocimiento en publicaciones. Esto seguirá redundando en beneficio de la docencia que ofrecemos y de las diferentes innovaciones que estamos adelantando, pero también, en ese sentido, beneficiará a toda la sociedad.

¿Cuál es el logro que quiere alcanzar como decana?

Es lograr una transformación de forma y fondo en la manera en que concebimos nuestra producción académica y nuestro lazo con la docencia, todo esto medido por la felicidad que espero sienta cada miembro de esta comunidad: estudiantes, administrativos, profesores y profesoras, al desempeñar bien el papel que estamos realizando. Mi meta principal son esas transformaciones, muy alineadas con las necesidades, ideas y propuestas de esta comunidad que me honra liderar. Estas transformaciones deben traducirse en un ambiente laboral cálido, un ambiente de aprendizaje estimulante y un impacto social verificable.

¿Qué proyectos vienen para la Facultad de Ciencias Sociales?

Para la Facultad ha sido muy importante estar en constante comunicación con las regiones. Muchos proyectos de docencia e investigación se adelantan fuera de Bogotá, en comunidades de distintas partes del país, desde el Caribe hasta el Putumayo, pasando por Chocó, Cauca y Arauca. Tenemos proyectos en todas las regiones de Colombia, y nuestro gran objetivo es acercarnos más a estos lugares, logrando que más estudiantes de estas áreas quieran venir a la Universidad de los Andes o se inscriban en nuestros programas virtuales.

Además, queremos profundizar un proceso que ya lleva muchos años en la Facultad: una creciente internacionalización. Somos muy sólidos académicamente y los socios internacionales nos lo reconocen mediante coautorías, investigaciones conjuntas, flujos de financiación y participación en redes internacionales. Esto significa que lo que producimos, escribimos y enseñamos es importante para el entorno nacional, pero también es relevante a nivel global.

Para la Facultad de Ciencias Sociales tiene mucho sentido entender en qué contextos está, pero también es crucial salir de la idea de que producimos solo con y para ese contexto. Nuestra pertinencia y relevancia radican en que el mundo entero entienda, aprecie e incorpore la investigación que aquí se produce. Esa es una de las orientaciones más importantes que estamos dando al trabajo de la facultad.