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Síndrome post-COVID: secuelas del coronavirus

Fatiga extrema, debilidad muscular, dolor articular, tos y ansiedad son síntomas que presentan algunos pacientes, pese a su recuperación luego de la infección.
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Síndrome post-COVID
recuperación
epidemióloga
COVID-19

Fatiga extrema, debilidad muscular, dolor articular, tos y ansiedad son síntomas de algunos pacientes, pese a su recuperación luego de la infección.

"Después de la tempestad llega la calma" reza un viejo adagio popular que puede relacionarse con diversos aspectos de la vida, pero que no aplica si de coronavirus se trata. Esto porque las personas que sufrieron el contagio de COVID - 19 podrían presentar una serie de secuelas y dolencias futuras que, según los expertos, afectan la realización de tareas cotidianas tan sencillas como tender la cama o amarrarse los zapatos, por ejemplo.

Es el denominado síndrome post-COVID o COVID largo, que puede manifestarse con síntomas como fatiga extrema, pérdida de la memoria, debilidad muscular, dolor articular, tos, ansiedad y necesidad de oxígeno suplementario o en algunos casos con depresión, ansiedad, trastornos de pánico, estrés postraumático e insomnio, especialmente en pacientes que tuvieron que ser hospitalizados por enfermedad grave y que pasaron por una Unidad de Cuidado Intensivo (UCI).

Las complicaciones en pacientes con enfermedades de base como diabetes mellitus, tiroides y osteoporosis son más frecuentes. Incluso, enfermos renales han llegado a requerir terapia de reemplazo renal con diálisis.

Según Andrea Ramírez, epidemióloga y profesora de la Facultad de Medicina de Los Andes, el manejo del síndrome post-COVID depende de las manifestaciones clínicas que presente el paciente. En caso de compromiso pulmonar, requerimiento de oxígeno posterior a la hospitalización o dificultad para respirar, se recomienda rehabilitación pulmonar incluyendo entrenamiento en ejercicio aeróbico, fortalecimiento de la fuerza muscular y de la musculatura respiratoria.

“Las personas que padecen de este tipo de afecciones deben tener en cuenta que se tratan de secuelas descritas de la enfermedad y al igual que cuando el paciente tuvo COVID-19 es esencial buscar atención médica por parte de un profesional de salud especializado y así tener un buen manejo de posibles complicaciones”, indicó la epidemióloga.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (CDC) explican que las personas que se han recuperado de COVID-19 deben ser vacunadas. En este caso, se recomienda que esperen entre 30 y 90 días desde el inicio de los síntomas para recibir la vacuna. Es clave recalcar que se consideran completamente vacunadas las personas que tengan las dos dosis indicadas por las autoridades de salud nacional.