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Mi cuerpo, mi ritmo, mi voz

Un proyecto que contribuye a mejorar la calidad de vida de mujeres sobrevivientes de cáncer de mama, a través de actividad física y apoyo psicosocial.
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Aumentar la actividad física a lo largo del curso vital es una prioridad a nivel global (World Health Organization, 2018)

Ayudar a mejorar la calidad de vida de las mujeres sobrevivientes de cáncer de mama y la de sus familias, a partir de la actividad física, es el principal objetivo del proyecto de investigación ‘Mi cuerpo, mi ritmo, mi voz’, desarrollado por las facultades de Medicina y de Psicología de la Universidad de los Andes, en alianza con la Universidad de Stanford.

En ese sentido, la evidencia científica demuestra efectos positivos en salud física, mental y emocional de las mujeres en aspectos como: disminución de las probabilidades de recurrencia del cáncer y de efectos secundarios de los tratamientos; aumento de probabilidades de supervivencia; e impactos positivos en autoestima, confianza y experiencia de apoyo social, entre otros beneficios.

El proyecto ha procurado el bienestar integral de dos grupos pioneros de mujeres sobrevivientes de cáncer de mama, a través de sesiones de rumba y apoyo psicosocial. Se realizaron 32 sesiones de actividad física dirigida y musicalizada, así como mediciones de composición corporal, capacidad aeróbica, niveles de actividad física, indicadores de salud física y mental y calidad de vida de las 64 mujeres participantes.

Fotografía de un grupo de mujeres

El programa fue diseñado, implementado y evaluado por el Grupo de Epidemiología de la Universidad de Los Andes, con el apoyo del Instituto Distrital de Recreación y Deporte, la Secretaría de Salud, la Liga Contra el Cáncer, la Fundación SIMMON, la Asociación Ámese, la Universidad Manuela Beltrán y el Hospital San José, siguiendo un enfoque interdisciplinar y diferentes metodologías cualitativas, mediante grupos focales y mesas de trabajo.

La apuesta conjunta, según los investigadores del proyecto, es lograr la adopción del programa de actividad física de manera sostenible, accesible y segura que contribuya al desarrollo de nuevos programas y políticas públicas para el bienestar de poblaciones como las sobrevivientes de cáncer de seno.

Retrato de dos mujeres en un salón de clases

Sobre la enfermedad

El cáncer hace parte de las enfermedades crónicas no transmisibles priorizadas pues constituye el cáncer más común entre las mujeres. La actividad física, en tanto factor protector contra dichas enfermedades, ha tomado un lugar prioritario en la agenda de la salud pública internacional.

Particularmente en Colombia es urgente aumentar los niveles de actividad física en las mujeres dado que, las mujeres, a lo largo de todo el curso de vida, desde la etapa preescolar hasta la adultez, tienden a presentar mayores niveles de inactividad física en tiempo libre que los hombres (González, Sarmiento, Lozano, Ramírez, & Grijalba, 2014; Ministerio de Salud, 2015).