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Estudiantes de Medicina de Los Andes que contagian alegría

Jóvenes voluntarios comparten sonrisas y buenos momentos con pacientes de la Fundación Santa Fe de Bogotá.
Fundación Santa Fe
Voluntariado
Pediatría
niños
Paola Calderón

En la habitación 1038 se siente la alegría. A pesar de que fue hospitalizada por una fibrosis quística, en marzo de 2017, Camila siempre está feliz.

Cuando se ríe, logra transmitir un optimismo oculto por esa grave enfermedad. Mientras lanza los dados, en Pediatría de la Fundación Santa Fe de Bogotá, la niña que apenas tiene 14 años dice que sueña con ser Youtuber.

Juega escalera con Andrea Gómez, una estudiante de Medicina de Los Andes. “Hay días en los que leemos, otros en los que jugamos, hacemos manualidades…”.

Entre loterías, bingos y cuentos, algunos estudiantes de Medicina conforman el voluntariado, un programa que promueve el acompañamiento a pacientes como Camila, que pasan por un momento difícil, pero que ayudan a alegrar muchos momentos y, finalmente, a mejorar su calidad de vida durante su estadía.

“La idea es estimular el aprendizaje y disminuir las conductas negativas que podrían desencadenar una hospitalización”, dice Laura Muñoz, la psicopedagoga que lidera el programa de atención amigable con la infancia y quien a diario toca la puerta de Camila para invitarla a disfrutar del momento de esparcimiento con los estudiantes.

Paola Calderón es trabajadora social de la Fundación Santa Fe de Bogotá y resalta que la idea es que los pacientes "piensen en cosas distintas a su diagnóstico”.

Al final, todos, médicos, voluntarios y pacientes, terminan contagiados de alegría y felicidad: “Salen de acá cargados de emociones, con ganas de hacer más e inventarse más cosas en beneficio de los pacientes”, complementa Paola, sobre el rol de los estudiantes.

En noviembre, médicos, enfermeras, psicólogos, voluntarios y familiares de Camila, le celebran su fiesta de 15 años, uno de sus mayores anhelos. Teniendo en cuenta su estado, tienen que adelantar la celebración casi un mes.

Días después, la situación de la niña empeora y la enfermedad la vence por completo. Camila no supera la prueba.

Queda en la memoria de quienes compartieron con ella, durante estos últimos ocho meses en la Fundación, "su actitud de felicidad –incluso en los momentos más difíciles–, su tranquilidad, su perseverancia, su optimismo y esa imborrable sonrisa”, recuerda nostálgica Laura Muñoz.

Este voluntariado empezó en 2016 y hace parte de la alianza entre la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes y la Fundación Santa Fe de Bogotá.