Transformación digital que apunta a la calidad
Los Andes recibe nuevamente la acreditación EQUIS. Sinónimo de innovación y calidad para las facultades de administración del mundo. Transformación Uniandes.
Un programa que incluyó empresas de los 32 departamentos colombianos, la simulación de juntas directivas con realidad virtual o la relación cercana con instituciones de diferentes sectores, fueron algunas de las iniciativas que llevaron a los evaluadores de la European Foundation for Management Development (EFMD) a darle la reacreditación EQUIS a la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes.
En el mundo solo 30 % de las escuelas de negocios la reciben y en Colombia es la única. EQUIS reconoce la cultura de mejora continua, la calidad de sus procesos de formación, investigación de impacto y la internacionalización.
La decana Veneta Andonova explica como la transformación digital en los programas y la conexión con el contexto y las organizaciones del país fueron dos aspectos calificados arriba del promedio y que sumaron para ponerlos en ese selecto grupo. En estos dos ítems, dice, se "destaca que nosotros no solo estamos haciendo las cosas al nivel de las mejores escuelas del mundo, sino por encima del estándar”.
EQUIS mira aspectos que en una transformación de la educación como la que se vive actualmente se deben tener muy presentes. Juan Pablo Soto, vicedecano de Relaciones Corporativas de la Facultad, dice al respecto: “Nos obliga a tener mayor flexibilidad en formatos, en dinámicas, ajustarnos mucho más a las formas de aprender que tienen las nuevas generaciones”.
Transformación digital
En la Facultad está, por ejemplo, la sala EVI, una mezcla de estudio de televisión y salón de clases. En este espacio, los profesores tienen una especie de camerino donde se preparan y esperan a que un productor de televisión los invite a un plató donde impartirán su clase, y en la que cada alumno aparece en un monitor; el profesor se dirige a ellos directamente, interactuando como lo haría en una clase más tradicional.
En espacios como EVI, las posibilidades para estudiantes e instituciones se multiplican, aunque igualmente lo hacen los retos. Soto explica que para un programa no basta utilizar una herramienta, sino también evaluar su efectividad y la forma en que se debe utilizar para alcanzar los objetivos de aprendizaje.
La Facultad cuenta desde hace cerca de 10 años con el Centro de Aseguramiento del Aprendizaje, que tiene dentro de sus objetivos apoyar el cumplimiento de las metas establecidas en los programas. Así que la adopción de las nuevas tecnologías también ha traído el estudio de su efectividad, en búsqueda de una mejora continua.
No se trata de una solución mágica, comenta la decana, sino que cada herramienta utilizada tiene un objetivo. “Quiero recalcar en esto porque parece que se pensara que es una feria o circo de la digitalización y nada que ver”.
La internacionalización es otro de los aspectos reconocidos con la acreditación. Paraguay, Uruguay, México y Brasil son algunos de los países donde hay estudiantes de la Facultad. La innovación digital también ha traído una diversidad que nunca se había alcanzado con los programas presenciales y la cobertura a otros lugares del continente han hecho los programas un modelo a seguir.
“Estamos tratando de proyectar esto en nuestra sociedad ampliada, porque realmente tenemos mucho que ofrecer y tenemos que creer un poco más en nuestra propia capacidad. Esto es un cambio muy profundo en nuestro posicionamiento y necesitamos llevarlo a todos los ámbitos de nuestra sociedad”, dice la decana Andonova.
Conexión con el contexto
El segundo aspecto que resaltaron los evaluadores encima del promedio es la relación con organizaciones privadas, del gobierno, ONG y sindicatos.
Con estas se investiga, se resuelven problemas, se realiza acompañamiento a su personal y se han creado programas educativos en conjunto.
Un ejemplo es el BIQ, un programa de microaprendizaje elaborado con Caracol Televisión, donde hacen equipo para impartir clase los profesores de la Universidad con los profesionales en comunicación y entretenimiento del canal.
Este tipo de programas ha descentralizado el impacto logrado en organizaciones públicas, privadas y del tercer sector. La transformación digital lo ha permitido en una región como América Latina, que es enorme si se compara con el tamaño de Europa.
En Colombia, con programas híbridos y en línea han podido llegar a diferentes regiones como con la Maestría en Gerencia y Práctica del Desarrollo, que en abril pasado graduó a 45 líderes del Pacífico colombiano.
“Nunca hemos tenido la diversidad de audiencias que estamos teniendo desde la adopción de los formatos digitales”, destaca Andonova, quien resalta que muy pocas empresas pueden tener un impacto de este tipo en todo el país.
“Existe una institución que está lista para poner en marcha ideas, para ejecutar, para inspirar y para transformar vidas —señala la decana—. Esta acreditación es un llamado de atención para decir aquí tenemos algo que no estamos valorando suficientemente como un motor de transformación”.
La Facultad es la única institución colombiana que actualmente tiene la “Triple Corona” (AMBA (Association of MBA’s), AACSB (Association to Advance Collegiate School of Business) y EQUIS), un reconocimiento con el que cuentan el uno por ciento de las escuelas de negocios a nivel mundial.