A muchos desde pequeños les inculcan el valor de la tenacidad, pero ponerlo en práctica es un verdadero reto.

Repiten como loros dichos populares al estilo de: “La constancia vence lo que la dicha no alcanza”. Sin embargo, en la vida real ser constante no es fácil y perseverar suele ser un árbol de raíces amargas.

Por eso, en esta época de ganadores precoces e influencers que se acuestan pobres y amanecen millonarios, es tan meritorio sostener décadas de trabajo, y mucho más si es para ayudar a otros. Como el caso de María Consuelo Burgos, Medalla por Servicios 2023-1.

María Consuelo lleva trabajando en la Universidad de los Andes, con pasión y dedicación, desde hace 30 años.

Se vinculó a la Universidad en 1993 como coordinadora Administrativa y profesora del Departamento de Psicología. Llegaba como psicóloga de la Pontificia Universidad Javeriana y especialista en Psicología Clínica.

Su tesón le permitió pasar y escalar en la Decanatura de Estudiantes en donde hizo toda una carrera desde 1996. Fue profesional de Desarrollo, directora de Proyectos y Programas Estudiantiles; luego, jefe de la Oficina de Scouting y Promoción en la Dirección de Admisiones y Registro. Desde 2012, se desempeña como decana de Estudiantes.

Han sido años y años entregados a la comprensión y al desarrollo de aspectos como la retención estudiantil, la consejería, la inclusión, la integridad académica, entre otros logros relacionados con el bienestar de los estudiantes.

La impulsora de la transformación de la Deca


La Deca, así bautizaron a la Decanatura de Estudiantes, que apoya la formación, el desarrollo integral y la calidad de vida de los estudiantes uniandinos.

Nadie como María Consuelo conoce mejor esta dependencia, que gracias a su trabajo ha impulsado la trasformación en la institución.

Luego de la llegada de estudiantes becados de programas como Ser Pilo Paga y Generación E, casi un tercio de la población estudiantil de Los Andes viene de hogares estratos 1, 2 y 3, según la Rectora Raquel Bernal.

En este contexto, proteger a una población diversa, que en muchos casos venía de contextos más vulnerables y difíciles, fue vital. La universidad ahora es distinta y mejoró producto del liderazgo de María Consuelo y el esfuerzo del equipo de la Deca.

 

 

La pasión, el combustible de quien persevera


Su familia y equipo coinciden en destacar una cualidad de María Consuelo: una mujer apasionada por su trabajo, que defiende con vehemencia sus ideales y se hace más fuerte ante los obstáculos.
“Es una mujer genuina e íntegra que muestra sus sentimientos, valores e ideas con transparencia. Es una profesional comprometida, dedicada y trabajadora”, sostiene María Rengifo, jefe de Diversidad, que lleva años trabajando con la Decana.
​​​​​El 2 de mayo, María Consuelo Burgos fue distinguida con la Medalla por Servicios 2023-1. Su hija Alejandra Nieto Burgos y su esposo Ricardo Nieto fueron testigos del reconocimiento a tantos años de dedicación, lealtad, liderazgo e innovación al servicio de Los Andes. Al fin y al cabo, los dulces frutos de la tenacidad.
 

 

Escrito por:

Luis Felipe Laverde Salamanca

Periodista