Centro del Japón gana Premio Nacional de Arquitectura

El Centro del Japón, de la Universidad de los Andes, recibió el Premio Nacional de Arquitectura en la XXVII Bienal Colombiana de Arquitectura y Urbanismo. Un evento que además de ser un registro documental y cultural de las tendencias también reconoce propuestas innovadoras.

Así mismo, la obra de los arquitectos Maribel Moreno Cantillo y Álvaro Bohórquez Rivero fue reconocida en la categoría Proyecto Arquitectónico.

Este proyecto surge del acercamiento de Los Andes con la Embajada del Japón en Colombia, en conmemoración de los 110 años de relaciones entre las dos naciones. Así se propuso la creación de este edificio en el que se ha generado intercambio cultural, bajo la idea de un campus permeable articulado y participativo.

Este año el Centro del Japón cumple dos años de abrir sus puertas. La obra, en su momento, es también una respuesta arquitectónica en pro de la recuperación y consolidación del centro de la ciudad. Además de una apuesta por el mejoramiento del espacio público.

El edificio cuenta con una biblioteca sobre cultura nipona, un salón múltiple, terrazas, sala de exposiciones y un auditorio con capacidad para 100 personas. Desde su inauguración ha permitido profundizar el entendimiento mutuo a nivel gubernamental y en los ámbitos de la cultura, academia y la economía.

Es un punto de referencia y centro de consulta de estudiantes, empresarios y académicos, interesados en establecer contactos con el país oriental.

Conceptos inspiradores

El equipo del proyecto explica que la arquitectura de este edificio, ubicado en la calle 18A con carrera 0, se rige bajo dos conceptos japoneses: el uchi-soto y el tatemae-honne. El primero que se manifiesta en una sucesión de espacios de atributos y categorías distintas que van desde lo público (la plaza), hasta lo más privado (el jardín) para producir una espacialidad propia para la familia y otra para el individuo, de acuerdo con el portal Archdaily.co.

El segundo, el tatemae-honne, está representado por un gran bloque sólido negro sobre un vidrio y cuya textura de madera carbonizada evoca técnicas constructivas ancestrales japonesas. En contraste, su interior es posible experimentar una atmósfera cálida, gracias al manejo de la luz y el tratamiento de materiales.