"A golpe de marea, tejemos nuestro futuro".
Colectivo ENPUJA

Durante 2020, en plena pandemia, se hizo complejo llevar conocimiento desde la academia a distintas comunidades del país. La necesidad de trasmitir nuevo conocimiento obligó a que se replantearan las dinámicas presenciales,  trasformándolas en metodologías a distancia enfocadas en el trabajo colaborativo. Es así que nace “La Tunda me quiere dar una Tunda”, una radionovela que divulga insumos jurídicos a las comunidades con el propósito de que puedan proteger sus territorios.

El puerto de Tribugá, los manglares, la fauna y la flora de Nuquí, por ejemplo, son tesoros locales que pueden desaparecer y verse afectados por la construcción de puertos o la contaminación de las aguas. Con apoyo de la Fundación Marviva, el colectivo ENPUJA y la clínica jurídica de Medio Ambiente y Salud Pública (MASP) de la Universidad de los Andes, se da inicio a una experiencia basada en la cultura local del municipio del departamento del Chocó. Los jóvenes, líderes e integrantes del consejo comunitario Los Riscales, emprenden un proyecto de comunicación enfocado en la comunidad con el acompañamiento de estudiantes de la Facultad de Derecho e investigadores de la región.
 
“A veces las leyes son exclusivas para quienes estudian derecho, pero gracias a esta dinámica, se evidencia que todos pueden acceder a la información para articular herramientas jurídicas”, explica Amaury Paternina, ingeniero ambiental de la Universidad de Córdoba, quien junto con Manuela Lobo–Guerrero, abogada de Los Andes, realizaron el guion del serial radiofónico. Este documento busca brindarle a la comunidad herramientas jurídicas a través de la puesta en escena de diferentes actores sociales.

La radionovela es un proyecto trabajado con y para la comunidad. El serial proyecta nueve capítulos, de los cuales cuatro han sido emitidos: 'El misterio de la Tunda', 'Respuesta de la señora ANLA', 'Incursión del grupo de jóvenes en los manglares' y 'Un encuentro inoportuno'. Cada uno ha dado a conocer mecanismos de participación como, por ejemplo, el derecho de petición, los diagnósticos para la obtención de licencias ambientales y algunos conceptos jurídicos indispensables para la toma de decisiones que exige la región. Gracias a la emisora comunitaria y al compromiso de la comunidad, se puede ejercer una pedagogía en insumos legales que genera conciencia y mitiga los vacíos jurídicos de la población.

Silvia Quintero, abogada y magíster en artes visuales de New York Film Academy, es quien asesora y acompaña a los estudiantes durante su paso por la Clínica Jurídica. Ella resalta que “el trabajo es articulado entre la academia, las organizaciones sin ánimo de lucro y los colectivos locales, quienes se unen con el propósito de lograr beneficios para las regiones, basados en equidad e igualdad de derechos”. Razón por la que este proyecto piloto cobra un sentido comunitario, brindándoles libertad para ejercer sus derechos. 
 


Para seguir esta historia y conocer a sus protagonistas, haga clic en el siguiente enlace: https://spoti.fi/3kU3wMU 

Reviva los capítulos de “La Tunda me quiere dar una Tunda” en el siguiente especial interactivo:

 

Escrito por:

Ana Maria Forero Perez