Serge Haroche escuchaba cada pregunta bajando la cabeza y mirando sobre sus lentes con algo de tranquilidad. Los estudiantes y profesores que lo rodeaban en una de las plazoletas de la Universidad de los Andes querían saber sobre investigación en ciencias básicas, de cómo presentar la ciencia a los jóvenes y sobre física cuántica, su campo de estudio. El físico respondía a cada pregunta acercando un tema que puede resultar complejo, pero que, según él, es fundamental para la tecnología que todos utilizamos. 

“Todos los avances tecnológicos provienen de la comprensión de la naturaleza básica de los materiales, de la interacción de estos con la luz o con las ondas electromagnéticas”, explica el franco- marroquí, quien recibió el Premio Nobel junto a David J. Wineland en 2012. 



Para Serge también es esencial que los gobernantes apoyen las ciencias básicas a pesar de sus costos y de que estás no arrojen beneficios inmediatos. Además de lo que pueden representar en un futuro, están relacionadas con la necesidad de los humanos de explicar los fenómenos que los rodean,” Similar a la necesidad del arte, la necesidad de la música, así la ciencia básica debería formar parte de la cultura, y como parte de la cultura, debería financiarse”. 

 

Serge Haroche dialoga con profesores y estudiantes en el Bloque C de la Universidad de los Andes. 

Recorrido por los laboratorios de óptica y espectroscopía cuántica. 

Aspirantes a científicos 


Haroche dice que uno de los problemas de los ganadores del Premio Nobel es que les hacen preguntas de todo tipo, y que muchas están fuera de su campo de estudio. Pero de lo que sí habla con propiedad es sobre los pasos y recomendaciones que deberían seguir los jóvenes aspirantes a investigadores. 

Una de estas es precisamente la de no saturarse con la multitud de temas a los que pueden acceder y a los que su pasión por la ciencia los puede llevar; hay mucho conocimiento desarrollado y tienen que analizar y escoger en qué profundizar. 

“No debes intentar acumular todo el conocimiento desarrollado porque te abrumará. Lo que tienes que hacer es intentar encontrar un tema sobre el que creas vas a saber algo que otras personas no sabían antes que tú”. 

 

Serge Haroche es un físico franco-marroquí, especialista en física atómica y óptica cuántica. Recibió el Premio Nobel de Física en 2012 junto con el norteamericano David J. Wineland por sus trabajos en " métodos experimentales innovadores que permiten medir y manipular sistemas cuánticos individuales". Desde 2001, Haroche es profesor en el Collège de France. 

 Su último libro es “La luz revelada”, donde da un panorama desde Galileo sobre lo que se sabe de esta y lo que ha representado su estudio a la humanidad. 

Los sacrificios de un nobel 

Su carrera como científico no le ha representado mayores sacrificios, más que algunas temporadas lejos de la familia. Por el contrario, su trabajo le ha dado muchas satisfacciones: contacto con estudiantes y científicos de todo el mundo, tanto los que encuentra en sus viajes, como los que han dejado un legado y ha conoció a través de los libros. 

El poder entender lo que han descubierto los grandes científicos es una satisfacción que para él se compara con el disfrute del público con las grandes obras de la música: “Cualquiera que tenga un sentido de la cultura podrá maravillarse con Mozart, Da Vinci y Miguel Ángel, pero no con Galileo y Newton, porque se necesita algún tipo de conocimiento”. 

Tras escuchar varias de las preguntas y responder a cada una con generosidad, Serge Haroche visitó  los laboratorios de óptica y espectroscopía cuántica del Departamento de Física de Los Andes, donde recibía más inquietudes y descripciones de algunos proyectos de investigación. Después dio una conferencia abierta al público, donde, una vez más, fue rodeado por colegas y estudiantes, que querían hacer lo mismo que él ha disfrutado tanto en su carrera: aprender y entender las mentes más brillantes.