Hashima Hasan ha trabajado en proyectos como el telescopio Hubble y el James Webb. De este último –lanzado en diciembre 25 de 2021 –, dio una clase magistral en la Universidad de los Andes, en el mes de septiembre. 

Habló de la tecnología del Webb y la información que este ha dado sobre el origen del universo, la formación de estrellas y los planetas de nuestro propio sistema solar. 

Nacida en la India, es doctora en Física Nuclear Teórica de la Universidad de Oxford y desde 1994 trabaja en la Nasa como Program Scientist. En su posición debe garantizar que cada misión sea viable y se alineen con los objetivos de la NASA. 

También es responsable de Educación y Comunicación en Astrofísica y secretaria ejecutiva del Comité Consultivo de esta disciplina. Durante su visita, respondió algunas preguntas sobre los retos de las misiones espaciales y la educación. 

¿Qué le entusiasma de la educación actual?  

Creo que lo más emocionante hoy es que los niños tienen la oportunidad de aprender ciencias de una forma que antes no tenían. Hay mucha ciencia nueva y nuevos métodos para transmitirla. Y creo que las redes sociales han traído una gran diferencia a la hora de llevar la ciencia a otras zonas donde antes no era posible.  

  
¿Qué le falta a la educación actual?  

Creo que lo más importante es conseguir que los niños participen –me refiero a la educación desde el jardín de infancia hasta los 12 años–, y que reconozcan que la ciencia está en nuestra vida cotidiana. No es algo que se haga en la escuela, es algo que forma parte de ti.  

Creo que hay que hacer hincapié en eso para que los niños piensen todo el tiempo, ¿cómo podemos hacer esto, qué significa?  

  

Hasan habló también de Roman, el nuevo proyecto de telescopio de la NASA, que ampliará las observaciones infrarrojas, utilizando un campo de visión mucho mayor. Igualmente, buscará resolver preguntas sobre la materia oscura. 
 


¿Qué pasa con los estudiantes universitarios, qué habría que mejorar en su educación?  

También en la educación universitaria la ciencia debería enseñarse de forma más universal, incluso a los estudiantes de artes. Es importante que aprendan ciencia, que piensen cómo afectará su obra. Todo el mundo necesita saber ciencia. 

 
¿Qué le hizo decidir que quería trabajar en ciencia y específicamente en la NASA?  

Nací en la India, que acababa de liberarse del dominio británico. Ellos no habían fomentado la educación moderna en la India, y especialmente la educación de las niñas. Y yo procedía de una comunidad musulmana minoritaria. Pero tuve la suerte de que mi familia pensaba que las niñas debían ser educadas, especialmente mi madre, y ella siempre decía: "esta niña mía va a ser científica".  

Así que se quedó en mi cabeza y siempre estuve muy interesada en la ciencia. Y ya sabes, creciendo en la India ves pájaros, abejas y animales. Me fascinaban. Cuando tenía seis años, la URSS lanzó el Sputnik y salió en el periódico que en el cielo del amanecer sería visible; en los cielos de Lucknow que era mi ciudad natal. Mi abuela hizo que todos los niños, los criados y sus hijos lo vieran. Así que todos nos pusimos de pie en el patio trasero y observamos.  Aún recuerdo aquel día en el que pensé, ¡qué maravilloso sería trabajar en el espacio! 

 
¿Y en ese entonces qué educación recibía? 

Fui a un colegio de chicas. Era una escuela católica dirigida por monjas irlandesas católicas romanas. No creían en la enseñanza de la ciencia a las niñas. Pero, de nuevo, tuve suerte cuando estaba en noveno curso, una de las monjas acababa de estar en América y llegó como nueva directora, y dijo que las chicas podían hacer ciencia.  

Hicieron un examen y seleccionaron a 15 de nosotras para enseñarles ciencia. Y fue difícil porque era una escuela de niñas, no podían conseguir maestras. Así que teníamos una rotación de profesoras. Pero todas eran muy dedicadas, tanto las profesoras como las chicas. Así que ese fue el comienzo de mi vida en la ciencia.  

  

La física respondió preguntas de los estudiantes. Entre otros temas, habló de la diferencia entre los telescopios Hubble y James Webb. 
 


Tenemos el mismo problema aquí en América Latina. ¿Tiene algún consejo para estas chicas que quieren estudiar ciencia?  

Creo que primero hay que crear la cultura y hacer saber a las chicas que pueden hacer ciencia, porque a las chicas se les dice "tú no puedes hacer ciencia". Y como he dicho, en mi caso, aunque en la escuela no se enseñaban ciencias, mi madre siempre me decía "serás científica", y nuestros líderes políticos también han dicho que estamos construyendo una nueva nación, que tenemos que hacer ciencia y tener una democracia en la que las niñas tengan los mismos derechos que los niños. Fue un mensaje muy poderoso, recuerdo que cuando era pequeña tenía los mismos derechos que mi hermano. Si mi hermano se peleaba, yo le decía que tenía los mismos derechos que él.  

Creo que es un mensaje muy poderoso que las niñas necesitan saber que en una democracia tienen los mismos derechos que todos. Y sí, las niñas pueden hacer ciencia, hay que darles modelos de conducta. Mary Curie fue mi modelo, hizo ciencia en una época en la que las niñas no hacían ciencia. 

 
Hablemos del trabajo en la NASA. Después del lanzamiento del telescopio espacial Hubble en 1990, los operadores descubrieron un problema óptico que afectaba la nitidez de las imágenes. ¿Cómo resolvieron ese problema?  

En aquella época yo era científica del telescopio en Baltimore. Y cuando llegaron las imágenes, mi equipo las analizó. En primer lugar, había que averiguar cuál era el problema. Y lo hicimos analizándolas muchas veces.  

Y luego, una vez que habíamos caracterizado completamente el error, les correspondió a los ingenieros averiguar cómo solucionarlo. Y uno de nuestros ingenieros en el instituto tuvo esta brillante idea. Dijo, ¿qué tal si en la próxima misión de servicio enviamos algo en lo que pongamos tres instrumentos? Enviamos tres puntas y en el borde de cada punta hay un pequeño espejo corrector que corrige el problema óptico del Hubble.  

Y eso es lo que hizo. También se diseñó un nuevo instrumento, allí el problema se solucionó internamente. Y luego, por supuesto, los astronautas tuvieron que ser entrenados para hacerlo y desplegarlo. Y como teníamos una misión de servicio, pudimos hacerlo.  

  
¿Pero hubo un momento en el que el equipo dijo no podemos hacer nada?  

No creo que hubiera un momento así, sino que inmediatamente la gente empezó a pensar, ¿qué podemos hacer para solucionarlo? Sabemos que podemos solucionarlo. Entonces, ¿cómo podemos hacerlo? Como recordarán las famosas palabras de aquel directivo de la NASA, el fracaso no es una opción, así que. Inmediatamente, la gente empezó a pensar. 

La doctora Hasam fue invitada por el Departamento de Física de la Universidad de los Andes

Mauricio Laguna y Angélica Castellanos