Steve Jobs creía que el éxito no provenía de tener la mejor tecnología, sino de comprender y satisfacer las necesidades de las personas. Su ideal primario no se basaba en trabajar con herramientas onerosas para producir los dispositivos más sofisticados. No era una carrera tras los objetos. Era más bien un trayecto revolucionario con la expectativa de hacer mejor la vida de todos.

“Hay algo que me gusta mucho de la tecnología y es el poder que tiene a nivel práctico de impactar la vida de las personas”, dice el estudiante Juan Sebastián Urrea López, quien acaba de inventar, junto con sus compañeros de Open Source de Uniandes, una aplicación para que los estudiantes creen “su horario soñado”. Esta iniciativa, gestada en las aulas de clase, terminó 'robándose' la atención de profesores y directivos. Tanto, que ahora cuenta con apoyo de dos dependencias administrativas de Uniandes: la Dirección de Servicios de Información y Tecnología (DSIT) y la Dirección de Registro.

Open Source y el ‘hacker’ ético


Existen hackers de colores: los hay de sombrero negro, que se dedican a actividades ilegales, como el robo de información o el fraude; los hay de sombrero gris, que pueden realizar acciones cuestionables o ilegales, pero sin intenciones maliciosas o dañinas, al estilo de un Robin Hood informático; y los hay de sombrero blanco, que utilizan sus habilidades con el propósito de ayudar a proteger sistemas informáticos y redes, pero también con la finalidad de ayudar a las personas, como Juan Sebastián. 

Un día, con un grupo de amigos (Santiago Ortiz, Luccas Rojas y Tony Montes), también estudiantes de Los Andes, creó Open Source, un proyecto que busca inspirar a la comunidad Uniandina, a través de la promoción del desarrollo de software libre en la Universidad. Su objetivo, diseñar un espacio en el que los estudiantes puedan aprender y compartir conocimiento sobre el desarrollo de software, así como también crear proyectos que puedan ser útiles para todos.

Bromeando, un amigo le dijo que sería chévere que con un clic se pudiera encontrar el horario perfecto. De antemano, el equipo de Open Source conocía la página web donde la Universidad publica toda la oferta de cursos. Este era un formato fácil de procesar con programación. Y así inició Mi Horario Uniandes, una aplicación para planificar mejor el horario.

¿Cómo funciona Mi Horario Uniandes?

Mi Horario Uniandes les permite a los estudiantes personalizar las opciones de búsqueda de materias, en los horarios que ellos quieran. Añadiendo, también, bloques de tiempo para almorzar o ‘parchar’ con los amigos. Una opción práctica para minimizar los ‘huecos’ de tiempo muerto y salir más temprano, “a solo unos clics de distancia”, como lo promocionan.

Es muy fácil de utilizar:

- Le dan clic al botón “Arma Tu Horario”.

- Eligen los cursos que necesitan, ingresando el código del curso o NRC.

- Para cada curso, ingresan un código diferente.

- Luego añaden los bloques. Es decir, los días que quieren estudiar y el intervalo de horas en el que lo quieren hacer.

- Ahí los estudiantes pueden optimizar el tiempo, escoger si no quieren tener huecos, para entrar de una clase a otra; si quieren entrar más tarde o salir temprano.

- Luego pueden ver todas las opciones que tienen disponibles para que elijan las alternativas que más convenientes al darle clic al botón “Construir tu horario”.

- Si quieren revisar otras opciones, pueden intentarlo nuevamente con los botones “Reiniciar cursos” y “Reiniciar bloques”.

- Al final, obtendrán una guía de cómo se vería "su horario perfecto", así podrán proyectar cuáles serán las clases que verán en el semestre con sus respectivos horarios. 

Una iniciativa con respaldo de Los Andes


Al respecto de ello, Claudia Meza, directora de Registro, afirma que “este es un trabajo maravilloso que han hecho un grupo de estudiantes para los estudiantes. Estoy segura de que les servirá muchísimo en la planeación del horario del próximo semestre”. No obstante, es importante señalar que Mi Horario Uniandes es una herramienta para planificar el horario. El sistema Banner sigue siendo la plataforma oficial para inscribir las materias.

Por su parte, el equipo de la Dirección de Servicios de Información y Tecnología (DSIT) también ha estado pendiente de Mi Horario Uniandes. Para la época de inscripción de materias del semestre pasado, detectaron consultas y peticiones inusuales a uno de los servicios que provee información relacionada con cursos y horarios. Así fue que descubrieron que estas señales provenían de la app de estudiantes.

“Lo que hicimos fue indagar de qué se trataba y también buscamos por redes sociales, entonces empezamos a ver que era un trabajo de los estudiantes, así encontramos a Juan Sebastián. Después analizamos las peticiones, pero vimos que esto no nos estaba afectando el desempeño normal del proceso y entonces decidimos dejarlo y hacer el monitoreo”, explicaron de manera conjunta Alexander Estacio, director del DSIT, y Cielo Oviedo, jefe de servicios de Información y Tecnología.

El proyecto ha impactado tanto que en la actualidad el equipo de DSIT ayuda con infraestructura tecnológica y sugerencias de ciberseguridad:

“Para que su iniciativa esté bajo las condiciones de seguridad y de tecnología que nosotros manejamos para nuestros diferentes sistemas de información, estamos trabajando en conjunto: dándoles un espacio en un servidor, entendiendo sus necesidades y capacidades, y ofreciéndoles recomendaciones de seguridad en el mecanismo de consumo de la información”, concluye Cielo Oviedo.

Estas iniciativas tecnológicas evidencian el cambio de chip que se vive en Los Andes, enfocado a la transformación que impacta y cruza a todos los estamentos de la institución.

Juan Sebastián, el explorador


Juan Sebastián es de Neiva. Tiene apenas 20 años. Todavía no se gradúa, pero es un niño genio. Fue beneficiario en 2019 de Quiero Estudiar, el programa de becas  de  Los Andes que apoya durante toda la carrera a estudiantes que tienen excelentes cualidades académicas y personales. Lo logró tras quedar entre los 50 mejores puntajes del examen Saber 11° y postularse al programa con éxito.

Del colegio llegó con la intención de estudiar Física, pero cuando estaba en primer semestre lo atrapó por completo la materia de Algorítmica y Programación. Nunca antes había tenido una experiencia previa programando, una aventura que lo entusiasmó tanto que decidió cambiarse a Ingeniería Biomédica e iniciar el doble programa con Ingeniería Industrial.

Mientras cursaba estas dos ingenierías, se adentró en la rama de imágenes médicas para sumergirse a profundidad en la programación y la inteligencia artificial. Ahí se dio cuenta de que su vocación se encontraba en el código y, gracias a la flexibilidad académica que ofrece la Universidad, cambió Biomédica por Sistemas y Computación.

Fueron años de “ires y venires”, cambios, pero, sobre todo, exploración. Pasó por cuatro programas de pregrado hasta hallar su lugar y su propósito: ayudar a las personas por medio de la tecnología.

Desde su pasantía de investigación en la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, Juan Sebastián lo está logrando. Está por graduarse de Los Andes y de seguro su vocación por el desarrollo de software, su idea de trabajo colaborativo y su obstinación enfocada al logro lo llevarán muy lejos en su camino de descubrimiento personal y profesional.
“No hay afán de hacer todo desde el inicio, pero sí nunca hay que dejar de soñar y nunca hay que dejar de intentar y de hacer las cosas para que eso pase, de buscar oportunidades, de tratar de hacer un buen trabajo y de nunca rendirse”, puntualiza.
Escrito por:

Luis Felipe Laverde Salamanca

Periodista