Un escudo de protección
El Recubrimiento plástico comestible, creado en Los Andes, protege a las frutas de gases y microrganismos que las contamina.El gran potencial que ha tenido el mercado de las frutas ha sido fundamental para el desarrollo económico en Colombia. La producción agrícola y frutícola del país es cada vez más atractiva en el exterior dada la diversidad y calidad que exhiben estos productos. Ejemplo de ello, frutas exóticas como la piña, mango, gulupa, granadilla, uchuva, plátano, aguacate, entre otras de amplia demanda local y global.
Sin embargo, su exposición al ambiente (como ocurre con otro tipo de frutas), hace que parásitos y microorganismos las deteriore y, de paso, terminen afectando a los humanos tras el consumo.
¿Cómo protegerlas de esas partículas que las contamina?
Los empaques o materiales derivados del plástico u otras materias primas usados para envolver este tipo de alimentos podrían ser reemplazados por el Recubrimiento plástico comestible, una sustancia soluble que evita la contaminación que generan gases y microorganismoscreada por el profesor Felipe Salcedo y su etudiante de doctorado Ariel Vaca, los dos del Departamento de Ingeniería Química,
Se trata de un polvillo, a base de almidón y aditivos funcionales obtenidos de extractos vegetales, que se dispersa en agua a temperatura ambiente y se aplica sobre la superficie de las frutas. Luego de su secado, este polvillo forma una película protectora imperceptible al ojo humano.
Funciona en todo tipo de frutas.
Actúa como retardante e inhibe el crecimiento de patógenos, específicamente de hongos, que se generan por condiciones climáticas o por los sistemas de almacenamiento en lugares que presentan humedad, por ejemplo.
Conozca la ficha técnica de este invento AQUÍ
Varias ventajas lo hacen atractivo para la industria frutícola: es comestible y biodegradable. Ademas, incrementa la calidad del producto y, lo mejor, no altera su sabor.
Otros recubrimientos de frutas, según la literatura científica, parten de emulsiones de agentes activos de difícil y costosa purificación. Este, creado en la Universidad de los Andes, pretende prescindir de algunos métodos sofisticados de encapsulamiento que aumentarían costos de producción.
Implementar este desarrollo ayudaría, sin duda, a evitar pérdidas durante los procesos de cosecha y comercialización, siendo productores y exportadores de fruta los más beneficiados.