¿Qué tan confiable es el agua que bebemos?
El agua potable es un recurso vital para la salud humana, expertos hablan sobre su calidad y los posibles riesgos asociados con su consumo.
El agua potable es un recurso vital para la salud humana, pero ¿cuánto sabemos sobre su calidad y los posibles riesgos asociados con su consumo?
En Colombia y Latinoamérica, el cloro es comúnmente utilizado para la desinfección del agua, un proceso fundamental para eliminar organismos patógenos que se realiza en plantas de tratamiento, pero también en piscinas y otras fuentes hídricas.
Para Manuel Rodríguez Susa, Ph. D. en Ingeniería de Procesos y Medio Ambiente del Institut National Des Sciences Appliquées De Toulouse (Francia), aunque el cloro es efectivo como desinfectante, puede reaccionar con la materia orgánica natural, como hojas y ramas, presente en el agua, dando lugar a la formación de Sub-Productos de Desinfección (SPD) como el cloroformo, bromodiclorometano, dibromoclorometano y bromoformo.
Según el ingeniero, los SPD pueden generar problemas de salud, si se ingieren en cantidades elevadas durante un período prolongado: mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer (vejiga), problemas reproductivos, bajo peso al nacer, parto prematuro, así como también, afecciones respiratorias como el asma y la bronquitis.
Estudios en España muestran que entre el 7 y el 15% de los casos de cáncer de vejiga en hombres están asociados con estas sustancias en el agua potable (ISGlobal que se publica en Environmental Health Perspectives).
El riesgo no es solo que la sustancia esté en el agua, sino cómo las personas se exponen a ella: ingiriéndola, entrando en contacto con la piel en una piscina o inhalando sus vapores durante una ducha caliente. “Existen estudios que respaldan esto, como el caso de los nadadores olímpicos, cuyos análisis de sangre y orina muestran concentraciones significativamente más altas de estas sustancias”, señala Rodríguez, profesor de Ingeniería Civil y Ambiental de Los Andes.
Con el propósito de monitorear el riesgo de contacto con estos productos, la Facultad de Ingeniería de Los Andes llevó a cabo el estudio ‘Análisis de riesgo por exposición a productos de desinfección en el agua potable como herramienta de prevención del cáncer’, donde se evaluaron 15 municipios de Boyacá a través de 464 muestras y más de 3 mil encuestas. Se consideraron variables como el tiempo de ducha, el uso de agua caliente o fría, la ventilación del baño y si se utilizan guantes al lavar la loza.
Los resultados mostraron un riesgo medio, siendo Sutamarchán y Nobsa los municipios con mayor concentración de SPD. De acuerdo al experto, estos municipios tienen una población pequeña, pero si se comparan con áreas urbanas más densamente pobladas como Bogotá o Medellín, el número de personas potencialmente afectadas aumentaría significativamente. Por ejemplo, en Sutamarchán, si la población fuera de 100,000 personas, aproximadamente 8 podrían desarrollar cáncer debido a la exposición a estas sustancias en el agua. Aunque parece un número bajo, es un riesgo que puede evitarse si se cambia el método de desinfección.
Resultados del estudio ‘Análisis de riesgo por exposición a productos de desinfección en el agua potable como herramienta de prevención del cáncer’
Toma de muestras del grupo de investigación en Boyacá
¿Cómo se puede mejorar la calidad del agua?
Es esencial reconocer que la calidad del agua potable es una responsabilidad compartida entre los operadores de las plantas de tratamiento, los reguladores y los consumidores. Cada eslabón de la cadena desempeña un papel crucial en garantizar el acceso a un suministro de agua seguro y confiable.
Las plantas de tratamiento pueden adoptar métodos más efectivos y seguros para la desinfección del agua. Por ejemplo, en algunos países europeos, como los Países Bajos, se han eliminado el cloro como desinfectante primario y se han implementado alternativas como la radiación ultravioleta. La planta de agua de Rotterdam utiliza este método, empleando lámparas especiales para emitir radiación ultravioleta, altamente efectiva para eliminar microorganismos patógenos.
Desde los hogares, cada persona puede contribuir a mantener la calidad del agua, manteniendo los tanques de almacenamiento limpios y libres de contaminantes, haciendo un mantenimiento al menos una vez al año, utilizando detergentes suaves y cepillos adecuados. Asimismo, se recomienda el uso de filtros de agua y su cambio periódico para asegurar su eficacia continua.
Por último, proteger las fuentes de agua es crucial. Esto implica evitar tirar basura en las alcantarillas y adoptar prácticas responsables de eliminación de residuos.
Los investigadores enfatizan que el propósito del estudio no es desalentar el consumo de agua, sino informar para tomar medidas que reduzcan los riesgos, como duchas más cortas, mejor ventilación en los baños, uso de guantes al lavar loza y filtros en neveras que dispensan agua.
Datos del estudio:
La investigación fue desarrollada desde la Facultad de Ingeniería de Los Andes con el apoyo de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, la Gobernación de Boyacá, la Secretaría de Salud, Boyacá Avanza.
Investigadores: Silvana Sofía Téllez Tovar, Manuel Rodríguez Susa.