31/07/2019

Educación catedrática vs práctica: una discusión centenaria

Composición gráfica de una foto con clase catedrática y otra foto de unos jóvenes estudiando en grupo

Desde finales del siglo XIX se ha dado una discusión alrededor de cuál modelo de educación es más adecuado: uno enfocado en la enseñanza de los temas y contenidos u otro en la experiencia y la práctica. Enmarcado en la reforma curricular universitaria y con base en las recomendaciones de la acreditación internacional ABET, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes ha decidido entrar en el debate y plantear un curso basado en un currículo por competencias como respuesta a las necesidades de los estudiantes de ingeniería a la hora de enfrentarse al mundo real.

Para el primer semestre de 2018 se creó el curso piloto Proyecto Multidisciplinario de Diseño en Ingeniería (PMDI), una electiva en la que profesores y estudiantes de los distintos programas de ingeniería de la Facultad intentan dar solución a una problemática o necesidad de una comunidad en particular.

El curso, que es electivo tanto para profesores como para estudiantes, crea grupos o equipos de trabajo en donde los primeros fungen como asesores, mientras que los segundos deben salir de la Universidad, acercarse a una comunidad (que puede ser una empresa), analizar sus necesidades, identificar la problemática y plantear un proyecto con un enfoque multidisciplinario como solución.

El objetivo del curso es “movilizar a los docentes de un currículo por contenidos, donde lo importante son los temas que se enseñan en las clases, a uno por competencias, enfocado en las capacidades de adaptación que tienen los estudiantes para, desde los contenidos, afrontar las necesidades reales”, explica Carola Gómez, estudiante doctoral de Educación de la Universidad de los Andes, cuya investigación está enfocada en estos cambios curriculares y se encuentra analizando el proyecto.

En este proceso, los profesores han afrontado una serie de tensiones entre el modelo tradicional de enseñanza, en el cual la clase magistral tiene mayor importancia, y el presentado por el curso piloto, enfocado en la experiencia.

Las tensiones con el nuevo modelo, según el artículo académico:

Clase magistral vs. reuniones

En las sesiones de PMDI existen espacios para la teoría, pero son abordados con un enfoque más cercano a los talleres que a las cátedras. Para algunos profesores, la ausencia de un espacio en donde se explique la teoría, de la manera tradicional, era una falla del curso, ya que “el estudiante no adquiere las herramientas necesarias para realizar un diseño de ingeniería en los contextos”, afirma un profesor de manera anónima en uno de los espacios pensados para que se puedan expresar con libertad.

Para Carola Gómez, esto llama la atención porque los estudiantes que toman esta electiva se encuentran cursando los últimos semestres de la carrera, por lo cual se creería que ya cuentan con el conocimiento suficiente para afrontar estos retos.

Producto vs. proceso

Los profesores dan mucha importancia al producto final y no tanta al proceso o a las habilidades desarrolladas. Si el prototipo desarrollado no funciona, el estudiante no recibe una buena calificación, sin tener en cuenta el proceso, del cual también se deberían sacar aprendizajes valiosos; por qué no funcionó y cómo se puede mejorar, desarrollando habilidades de análisis y reflexión.

Problema prediseñado vs. problema identificado

El curso PMDI hace énfasis en la identificación de un problema en un contexto real, un proceso que toma tiempo y es de complejo manejo, ya que los distintos factores que tienen influencia en la necesidad a solucionar pueden ser cambiantes. Algunos profesores han encontrado esta realidad un poco chocante, ya que no tienen control de la situación y llegar a descubrir el problema les toma mucho tiempo de la clase.

Laboratorio vs. contexto real

Finalmente, la última tensión identificada hace referencia a la práctica de laboratorios. El acercamiento tradicional lleva a los estudiantes a recrear experimentos preestablecidos para llegar a conclusiones predeterminadas. Por el contrario, en la educación por competencias, los laboratorios son utilizados para experimentar sobre posibles soluciones a los problemas identificados. “Es desafiante aprender del ensayo y error en diseño de ingeniería porque el contexto real no es un laboratorio, está basado en personas reales con necesidades reales”, comentó otro profesor de manera anónima.

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