Las aulas tradicionales han experimentado una transformación continua, impulsada por innovaciones tecnológicas, que han mejorado la forma en que se enseña y se aprende. Clases virtuales, realidad virtual, asesorías remotas ofrecen una mejor inmersión en el aprendizaje.  

Una de las tecnologías más mencionadas en la actualidad es la inteligencia artificial (IA), utilizada en aplicaciones como Microsoft Copilot, un asistente con funcionalidades de IA generativa basada en el modelo del ChatGPT-4 (versión paga del ChatGPT) desarrollado por Microsoft en colaboración con OpenAI, y que ya está disponible para profesores, administrativos y estudiantes de la Universidad de los Andes.

La herramienta es, sin duda, un apoyo esencial en la generación de contenido para clases, ejercicios, investigación, exámenes y diseño de material educativo interactivo, lo que mejora la experiencia de enseñanza y enriquece el aprendizaje de los estudiantes. Además, puede sugerir ideas para presentaciones, infografías y proyectos visuales, que crea impacto en los recursos visuales en el aula. “Una de las ventajas es que la información está protegida; es decir, las preguntas e interacciones están bajo protección de datos, al ser parte de las aplicaciones aprobadas por la Universidad”, afirma Cielo Oviedo, jefe de Servicios de Tecnología de Los Andes.

Por otro lado, los estudiantes también pueden aprovecharla para buscar ideas y sugerencias para abordar proyectos académicos o creativos, como trabajos de investigación, presentaciones o proyectos artísticos. Copilot además ayuda a seleccionar y recomendar artículos, estudios y datos relevantes sobre diferentes temas, siendo una guía útil para sus actividades. 

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Es clave comprender que aunque Microsoft Copilot es una herramienta potente, su eficacia depende de su uso en colaboración con la experiencia y el criterio de los educadores. La combinación de la inteligencia artificial con la habilidad humana asegura que la educación siga siendo pertinente, eficaz y adaptada a las necesidades de cada estudiante.  

Según la ingeniera Oviedo, la Universidad ha establecido un Comité institucional de Inteligencia Artificial y desde allí se están construyendo lineamientos y guías para el uso y aplicación responsable de estas tecnologías dentro de la comunidad. “La Universidad promueve el pensamiento crítico y ese es uno de los aportes esenciales que hace el estudiante sobre, por ejemplo, los contenidos generados por una herramienta de Inteligencia Artificial”, señala. 

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