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Compromiso con el país

Opción Colombia materializó el deseo de los estudiantes de aportarle al país más allá de las aulas de clase.
Ingeniería Industrial

Opción Colombia materializó el deseo de los estudiantes de aportarle al país más allá de las aulas de clase. Hoy esta iniciativa involucra a alrededor de 80 instituciones de educación superior y ha impactado a cerca de 900 municipios de Colombia.

En 1989 a Julieth Rincón, estudiante de séptimo semestre de Ingeniería Industrial de la Universidad de los Andes, le fue asignada una tarea en sus prácticas empresariales: viajar a Tabio, Cundinamarca, con el objetivo de ver cómo podía mejorar el servicio de agua del municipio.

No sabía mucho de acueductos rurales, así que recorrió el pueblo entero en compañía de un fontanero, observando los contadores calle por calle y revisando los registros uno por uno. Entonces notó que era necesario actualizar las tarifas, sobre todo el sistema de cobros, que hasta esa fecha eran elaborados a mano por la secretaria del alcalde.

Emulando el sistema con que se cobraba el agua en Bogotá, Julieth formalizó y computarizó el recaudo, de manera que se empezara a cobrar por el uso del agua de acuerdo con parámetros estandarizados y justos para el municipio y para los habitantes.

El trabajo de aquella estudiante, que ni siquiera se había graduado, fue el primero de una iniciativa que se convirtió, en 1991, en Opción Colombia, una manera de involucrar a los estudiantes con la realidad nacional, impulsada por el deseo de los alumnos de aportar al país.

Todo comenzó cuando un grupo de estudiantes de Ingeniería Industrial contactó a Gustavo González, entonces director del Centro de Investigación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad (CIFI), para proponerle poner en práctica los conocimientos adquiridos en la academia atendiendo las necesidades del país. Los estudiantes de Los Andes realizaban sus prácticas en empresas familiares, privadas, cerca de las comodidades de la ciudad y de su casa. Y así continuó hasta cuando Ricardo Sornoza, en esa época alcalde del municipio de Tabio, le sugirió al profesor González asignar también las prácticas en instituciones estatales. La primera “opcionista” fue Julieth Rincón.

Las prácticas con énfasis social llevaron a cientos de jóvenes colombianos a vivir lejos de casa y a conjugar la educación universitaria con el mejoramiento de la eficiencia pública. Opción Colombia se convertiría en el apoyo del fortalecimiento municipal y territorial. Por medio de este programa, los estudiantes no solo dieron vida al sistema de facturación y actualización de la red de aguas de Tabio.

También lograron una certificación internacional en el campo de la floricultura; la optimización de un proceso de zootecnia que hoy es exitoso
en Estados Unidos; redactar una cartilla en castellano para la Embajada de Francia en Colombia; mejorar las rutas y frecuencias de la recolección de basuras en Tabio; y rediseñar un sistema para regularizar las tasas de cobro de un matadero, entre muchos otros retos.

De 1991 a 2001 cerca de tres mil estudiantes pertenecientes a unas 80 instituciones de educación superior del país se convirtieron en “opcionistas”, y su trabajo repercutió en alrededor de 900 municipios colombianos.Incluso, muchos estudiantes desarrollaron proyectos sociales en Costa Rica y Chile.

Gracias a Opción Colombia, los jóvenes universitarios tuvieron la oportunidad de vivir el país más allá de las aulas, en territorios donde su trabajo repercutió de manera evidente.

Hoy, ya convertida en corporación autónima, la entidad tiene cerca de 50 grupos de trabajo que laboran en todo el territorio nacional en alrededor de 60 programas y proyectos de infraestructura, salud, educación, medio ambiente, desarrollo institucional, comunicación, cultura y desarrollo y organización comunitaria .

OTRA INICIATIVA SOCIAL

En 2007 en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes nació Ingenieros Sin Fronteras – Colombia, ISF-COL, una organización constituida por la Universidad y la Corporación Universitaria Minuto de Dios con el objetivo de mejorar la calidad de vida de comunidades marginales del país mediante proyectos de ingeniería sostenibles que permiten desarrollar conciencia social y ecológica en los estudiantes y la comunidad intervenida. Las intervenciones de ISF-COL funcionan de tal manera que todos los esfuerzos por mejorar la situación de la población estén alineados con los planes de la administración estatal y con los Objetivos del Milenio propuestos por las Naciones Unidas, los cuales se enfocan en erradicar la pobreza y el hambre.