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Colados en Transmilenio: desfinanciación del sistema

Cómo afectan las conductas de evasión de pago del pasaje en Transmilenio y qué medidas tomar para mejorar la calidad del sistema.
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Algunos serpentean entre automóviles y buses articulados para colarse en las estaciones. Otros se arrastran por debajo de las registradoras y otros más acuden a cualquier peripecia para ahorrarse los 2.500 pesos que cuesta un pasaje en Transmilenio.

Basados en este retrato del día a día en Bogotá, surgen preguntas como: ¿vale la pena arriesgarse? ¿qué factores influyen en esta conducta de evasión y qué soluciones se deben aplicar? ¿cómo se ve afectada la financianción del sistema?

El estudio A hybrid discrete choice model to understand the effect of public policy on fare evasion discouragement in Bogotá's Bus Rapid Transit, resalta que en promedio la evasión de la tarifa del servicio es de 15,4 % diarios y los domingos esta cifra se incrementa a 25,2 %, lo que equivale, según la empresa TransMilenio, a dos millones de evasores por semana.

Luis Ángel Guzmán, director del Grupo de Sostenibilidad Urbana y Regional (SUR) e investigador del estudio publicado recientemente en la revista científicaTransportation Research Plant A, señala que "la evasión causa enormes pérdidas económicas a la ciudad, pero también influye negativamente en las percepciones de seguridad y calidad del sistema".

La investigación de la Universidad del Norte y del Grupo de Sostenibilidad Urbana y Regional (SUR) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes, también sugiere la importancia de considerar tanto las variables observables y no observables (rasgos de personalidad) para comprender el comportamiento individual de los usuarios.

En cifras:

Según la muestra, el evasor típico es predominantemente joven (90,4 % son menores de 40 años y 72,2 % menores de 28 años); solteros 70,7 %; sin formación profesional 67 %), empleado 61,1 % y es usuario frecuente. En términos de ingresos, cerca de 85 % gana menos de 800 mill pesos por mes.

Y es que, basados en el estudio, los evasores coinciden en sacar excusas para justuificar sus actos: no están satisfechos con el costo del pasaje, se sienten inseguros y no hay comodidad dentro del sistema. El modelo utilizado por los investigadores, además, predice una disminución en la probabilidad de evasión si se aumenta el costo de la multa, sin embargo hacer ese cobro efectivo es muy difícil.

"Las variables latentes (no observables) sugieren que cuanto más satisfecho (y a más edad) está el usuario con el sistema, menor probabilidad de evasión. Sin embargo, en personas que no suelen seguir las reglas, la satisfacción no tiene gran efecto en la conducta de evasión", agrega Guzmán, quien complementa que, al año, se pueden perder aproximadamente 250 mil millones de pesos.

Medidas más efectivas para desestimular la evasión

Más que cámaras de seguridad, el estudio sugiere que la incorporación de guardias con perros tendría mayor efecto disuasorio en la evasión. Así, la probabilidad disminuye considerablemente si se retuviera al usuario por horas en la estación. "El aumento de esas medidas de control reducirá la evasión —dice el profesor Guzmán—. El valor de la tarifa es importante para los usuarios, ya que los costos de transporte representan una parte sustancial de sus ingresos mensuales, lo que crea barreras de asequibilidad en la población de bajos ingresos".

Entonces, ¿qué estrategias son más efectivas para reducir la evasión

Aunque es necesario un estudio más amplio, con base en los resultados de esta muestra, los investigadores proponen cambios en el esquema operativo y de precios para aumentar la satisfacción en el sistema.

El estudio apunta a que quienes toman decisiones de política podrían considerar un aumento en el costo de la multa, implementar medidas de retención temporales para los evasores y estrategias de control que aumenten la certeza del castigo. Podrían ser útiles las campañas educativas desalentando actitudes individualistas, enfocadas en los más jóvenes para entender que, aunque hay un gran potencial de mejora, el sistema ha mejorado la movilidad de la ciudad y brinda un servicio esencial.

Para recoger estos resultados, los investigadores que realizaron 324 encuestas a evasores en los cursos pedagógicos anti-evasión. Diseñaron un modelo híbrido de elección discreta para tratar de entender su comportamiento considerando factores sociodemográficos, récords de evasión, tipo de viaje, satisfacción con el sistema y percepciones.

Consulte el estudio completo en: Transportation Research Part A: Policy and Practice