Zonas rurales, donde más se discrimina por color de piel

Aunque solo un 5,4 por ciento de las personas encuestas por el Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes aseguraron sentirse discriminadas por su color de piel, Colombia sigue siendo un país donde persiste el racismo y los imaginarios sociales alrededor del tema. De hecho, en la Encuesta Barómetro de las Américas se reveló que en la Colombia rural del posconflicto ese índice de discriminación aumenta de forma considerable.

“En estas zonas rurales se ha perpetuado la discriminación racial mucho más que en el país en general, porque la sociedad se ha configurado bajo ese tipo de dinámicas sociales”, explicó Mariana Saldarriaga, investigadora del Observatorio. Uno de los casos que llamó la atención durante la recolección de información es que en zonas como Buenaventura, mujeres y hombres afro preferían no contratar personas de su etnia porque consideraban que eran “perezosos”.

Según cifras del Observatorio, los afrocolombianos son el grupo étnico que más se ha sentido discriminado, seguido de los indígenas, mestizos y los blancos. Resultados que coinciden con que las personas de tez más oscura son quienes más reportaron situaciones de discriminación.

“Realmente no ha existido un descenso significativo del porcentaje de personas que han dicho sentirse discriminadas. En 2016 reportamos un aumento significativo, que ha descendido al 2018, pero que mantiene la tendencia de años anteriores”, aseguró Saldarriaga.

Curiosamente las zonas donde más personas se sintieron discriminadas son regiones del país con mayor número de población étnica. Pacífico, Amazonía-Orinoquía y Caribe ocupan los primeros lugares. De acuerdo con la investigadora uniandina, esto no ocurre solo porque sean los municipios donde más habitan estas comunidades, sino porque aún se perpetúan imaginarios que los estigmatizan.

De ahí que en una de las preguntas relacionadas con qué tanto cree que aportan al desarrollo económico del país las etnias, aún 565 personas (un 34 por ciento) afirmaron que los afrocolombianos no contribuyen y 685 (41,2 por ciento) opinaron lo mismo sobre los indígenas.

Mujeres, discriminadas en el hogar

Uno de los datos más llamativos de esta encuesta está relacionada con los lugares donde ocurrió la discriminación: un 27,5 por ciento de las mujeres aseguraron haber sido víctimas del racismo en su casa, mientras ningún hombre se sintió rechazado en este ámbito.

La investigadora Mariana Saldarriaga explicó que este resultado coincide con que muchas de estas mujeres se encuentran más en el ámbito privado, dedicadas a esos roles tradicionales relacionados con el cuidado del hogar y los hijos. “Lo que hace que sus probabilidades de ser discriminadas sean más altas”, agregó Saldarriaga.

Sin embargo, casi la mitad de los encuestados aseguraron que los lugares públicos son los espacios donde más han sentido el racismo, seguido de su trabajo.

El Barómetro de las Américas 2018 también mostró a las regiones de la Amazonía-Orinoquía y a Bogotá, como las dos regiones del país que más reconocen el aporte de la comunidad afrocolombiana al desarrollo económico del país.