12/06/2020

Vigilancia epidemiológica por COVID-19: el caso de Antioquia

Panorámica de Medellín, Colombia
Según las cifras, Antioquia ha sido uno de los departamentos que ha gestionado con mayor éxito la pandemia del COVID-19. El número de contagios y muertes provocadas por SARS-CoV-2 se ha mantenido relativamente bajo, si se compara con otras regiones del país y de América Latina. Un documento desarrollado por la Universidad de los Andes y la empresa Alquería, explica  cómo funciona el control epidemiológico en el departamento, incluyendo su capital Medellín, la segunda ciudad más poblada de Colombia.

Se trata de Sala de control COVID - Gobernación de Antioquia: Lecciones a transmitir, un estudio elaborado por Nubia Velasco y Catalina González Uribe, profesoras de Los Andes;  junto con Carlos Enrique Cavelier, coordinador de Sueños de Alquería. Este trabajo señala que la enfermedad se "puede gestionar a partir de la disciplina, el trabajo en equipo y siguiendo los protocolos. La estrategia es clara: evitar un índice de reproducción (Ro) agresivo de COVID-19. Podemos infectarnos todos, pero de manera progresiva, no exponencial".

Consulte el estudio completo AQUÍ

Su ejecución se ha basado en cuatro puntos, principalmente:
  1. Seguimiento disciplinado diario de cada caso.
  2. Liderazgo en equipo desde el gobernador.
  3. Delegación educada y apoyada en cada municipio de Medellín.
  4. Un capital humano idóneo y con experiencia, basada en casos como H1N1.

¿Cómo fue el proceso para alcanzar estos resultados?


En Antioquia, los preparativos para afrontar la posible llegada del virus iniciaron en enero, cuando se constituyó el Comité de Vigilancia Epidemiológica (COVE), encargado de brindar información técnica sobre el virus, la enfermedad y lo que ocurría en el mundo. Posteriormente, durante febrero, se realizaron capacitaciones a todas las secretarias de salud de los municipios; y en marzo se capacitó al Comando de Incidentes, con lo que se buscó hacer frente a la eventual emergencia y se dieron lineamientos para el manejo del crecimiento inusitado de cualquier brote. "Esta capacitación ocurrió en el momento mismo que se diagnosticó el primer paciente para Antioquia. Fue entonces un simulacro en vivo y el inicio del trabajo arduo, comprometido y disciplinado del departamento, que permitió construir una visión de cómo manejar cada uno de los casos COVID-19", se lee en el documento.

El Comando de Incidentes, dirigido por el gobernador y liderado por la Secretaría Departamental, cuenta con 180 equipos de respuesta inmediata, distribuidos por regiones y municipios que son liderados, a su vez, desde las secretarías de salud de cada municipio. Se apoyan en las estructuras de salud existentes y en profesores y estudiantes de doctorado de universidades de la región. Los equipos mencionados realizan toda la vigilancia epidemiológica; son quienes hacen el seguimiento de los pacientes que han dado positivo por COVID-19 hasta que el resultado de sus pruebas da negativo.

Además se implementó la Sala de Control, que se encuentra en las instalaciones de la Gobernación de Antioquia, que depende y reporta directamente al gobernador. Esta Sala trabaja de la mano de la Alcaldía de Medellín en la Mesa de Trabajo Conjunta. Desde allí se estructuran y operacionalizan las estrategias y acciones de seguimiento y control de los casos de COVID-19, incluyendo los estándares de manejo de los pacientes, de acuerdo con los lineamientos del Ministerio de Salud y del Instituto Nacional de Salud. Sin embargo, a pesar de la existencia de esta Sala, el manejo de la emergencia no se realiza de forma centralizada, sino que cada municipio recibe orientación y acompañamiento para asumir las responsabilidades que les son delegadas.

Foto de un vendedor informal con tapabocas en Medellín
El uso de tapabocas es una de las principales recomendaciones para reducir el riesgo de contagio de COVID-19. Foto: Joaquín Sarmiento / AFP.
 

¿Cómo identifican los casos positivos?


Gracias al apoyo de la Universidad de Antioquia se identifican y caracterizan a las personas que llaman a las líneas 123 o al #774. Posteriormente, se realiza un tamizaje de los casos recibidos, son clasificados y, si es necesario, remitidos a teleasistencia médica, en donde se define la visita de medicina domiciliaria. Es el comienzo de un arduo trabajo para identificar focos de contagio.

Cada vez que se comprueba un nuevo caso, el equipo de respuesta departamental notifica a la Secretaria de Salud del municipio, que identifica y aísla al paciente. En paralelo, desde la Sala de Control se contacta al equipo de respuesta inmediata, el cual es desplazado al municipio para apoyar el proceso de identificación de contagios y la definición de los conglomerados. De cada paciente positivo por COVID-19 se reúne información básica para realizar el rastreo de contactos: se identifica el lugar y con quién vive, con quiénes ha estado en contacto, qué lugares frecuenta, entre otros datos.

Los contactos son registrados en una base de datos y se realiza un seguimiento a cada caso positivo. Gracias a esto es posible identificar el foco de contagio al que pertenece cada persona positiva, "lo que ha permitido tomar decisiones difíciles como cerrar una UCI o pisos de hospitales, para garantizar la no propagación del virus. Adicionalmente, se tiene información que permite conocer las razones por las que se está muriendo la población, los recursos que se están usando y cómo se están usando para otras enfermedades."

Foto de un trabajador en el metro de Medellín.
En Medellín se ha señalizado el transporte público para que los pasajeros mantengan una distancia mínima. Foto: Joaquín Sarmiento / AFP.

El apoyo de los medios de comunicación


Finalmente, la estrategia del departamento se apoya en los medios masivos de comunicación. Desde la Gobernación se ha asignado a una persona que les comunica todos los días el estado de avance de la enfermedad. "De esta manera se ha evitado el amarillísmo, las descalificaciones y los mensajes negativos. Las buenas relaciones y la coordinación con los medios ha sido clave para que vuelquen los programas a la información, generando mensajes educativos que contribuyen al manejo individual de la enfermedad", aseveran los autores.

En resumen, el éxito se puede comprender gracias a "(1) un trabajo disciplinado, ordenado que ha permitio hacer (2) una planeación detallada para (3) tratar, de manera individual, cada uno de los casos que han surgido en el departamento, apoyándose en el conocimiento de experiencias previas (N1H1 y SIDA) y en la integración de todos los actores del sistema, protegiendo los actores claves en el proceso (minimizando el riesgo de que estos se contagien)", concluye el estudio.


Consulte el estudio completo AQUÍ
Autores de Sala de control COVID - Gobernación de Antioquia: Lecciones a transmitir:

Nubia Velasco, profesora asociada, Facultad de Administración de la Universidad de los Andes
Carlos Enrique Cavelier, coordinador de Sueños, Alquería
Catalina González Uribe, profesora asociada, Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes

La Universidad de los Andes desarrolla este artículo respondiendo a la coyuntura por la pandemia de COVID-19. Tenga en cuenta la fecha de publicación para entender el contexto de su contenido. No olvide consultar los análisis mas recientes sobre COVID-19 en nuestro especial. 

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