Los orígenes de Séneca
Séneca, macho cabrío, llegó a Los Andes a finales de los cuarenta para convertirse en la mascota de la Universidad.Aunque el verdadero origen de Séneca no está del todo claro, hay dos versiones que compiten por ser oficiales: la primera, que siempre vivió en los Cerros Orientales, en los terrenos que comprendían la naciente Universidad de los Andes y quedó integrado a la vida universitaria desde 1949, año en que se iniciaron actividades; la segunda, que un grupo de estudiantes lo trajo al Campus como regalo a la Universidad entre finales de los cuarenta y principios de los cincuenta.
El Séneca original era un macho cabrío (también denominado cabro o chivo) negro con manchas blancas que, sin importar su procedencia, se convirtió pronto en un integrante más de la comunidad uniandina, adoptado por profesores, estudiantes y administrativos.
El cabro convivía con todos por igual, ingresaba a los salones, paseaba por los prados y tenía fama de ser un ávido catador de libros, cuadernos y cualquier papel que quedara a su alcance. Con el tiempo, Séneca dejó de andar solo y consiguió una cabra como compañera, con la cual tuvo dos cabritos.
En 1966, el último jueves de junio, en hechos que fueron publicados posteriormente en el periódico El Tiempo, Séneca saltó al vacío desde un puente y pasó de ser una integrante más del paisaje uniandino para convertirse en un símbolo que sería integrado a la iconografía de la Universidad.
De acuerdo con El Tiempo, el día de la muerte de Séneca, se publicó en el diario El Siglo la noticia del nombramiento de Joaquín Vallejo como rector de la Universidad y su respuesta fue “la chiva de la Universidad de los Andes se suicidó esta mañana al enterarse de que me iban a nombrar como rector de ese claustro”.
En el campus, luego de la desaparición de Séneca, quedaron su compañera y sus crías, que serían denominadas Séneca 2 y Séneca 3.