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Personas
29/11/2024

¿Qué pasa con el mercado laboral juvenil en Colombia?

El desempleo juvenil es un problema multifactorial. ¿Qué diálogo ocurre entre la academia y el sector privado al respecto? Conózcalo.
Jóvenes
Bienestar y comunidad

¿Falta de experiencia laboral de los jóvenes? ¿Desbalance entre la educación y el mercado laboral? ¿Condiciones económicas y laborales del país, como el inesperado crecimiento económico y la alta informalidad? ¿Brechas regionales y sociales? ¿Un mercado laboral rígido? ¿Cambios tecnológicos? A todo sí. 

 

Los anteriores son múltiples factores que dan origen al desempleo juvenil. Lo que ocurre se tiene mapeado. 

 

Desde 2024, el Centro de Estudios Económicos de la ANIF viene entregando de manera trimestral una serie de informes laborales sobre el mercado laboral en Colombia. En la segunda edición del año, de las tres que llevan, hubo un especial enfoque en lo que ocurre con los jóvenes en Colombia, personas entre los 18 y 28 años. El panorama es desalentador.

 

Dicho informe sirvió como eje de una reflexión profunda sobre el panorama laboral juvenil en el evento “La educación en el ojo empresarial”, realizado en la Universidad de los Andes. La conversación fue organizada por la Facultad de Ciencias Sociales, contó con la participación de Luz Magdalena Salas, vicepresidenta de la ANIF, Angelika Rettberg, decana de Ciencias Sociales, y María Margarita ‘Paca’ Zuleta, directora de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo, bajo la moderación de la periodista y politóloga María Paula Martínez.

 

La educación en el ojo empresarial

Foto: Judy Pulido - Zuleta, Rettberg y Salas en la charla "La educación en el ojo empresarial"

Foto: Judy Pulido

Tasa de desempleo juvenil 2024: 19,9 % en el primer semestre, el doble de los mayores de 28 años, 9,3 %: ANIF

 

En entrevista con Uniandes, Luz Magdalena Salas explica que “la tasa de desempleo juvenil se mantiene alta, alrededor del 20 %, muy por encima del promedio nacional. Esto refleja una desconexión estructural entre lo que el mercado demanda y las capacidades con las que llegan los jóvenes”. Además, señala que las empresas suelen exigir experiencia previa, lo que complica aún más la inserción de los recién egresados. 

 

De acuerdo con ella, los dos principales factores del desempleo juvenil son: la falta de experiencia laboral de los jóvenes y el desajuste o desbalance entre formación y demanda laboral, las habilidades demandadas por el mercado (digitalización, análisis de datos, habilidades blandas) no están suficientemente integradas en los programas educativos tradicionales.

 

“Esta realidad no solo es preocupante desde un punto de vista económico, sino también social. Si no abordamos estas barreras ahora, estamos limitando el potencial de toda una generación”, añade Salas, haciendo énfasis en que la formación técnica, digital y en habilidades blandas es esencial para cerrar esta brecha. 

 

¿Cuáles deben ser las soluciones frente al complejo panorama laboral juvenil en Colombia?

 

Salas detalla dos acciones que hay que desplegar con prontitud:

 

  1. Alinear la educación y el mercado laboral: Es decir, complementar las carreras tradicionales con habilidades técnicas, digitales y blandas para responder a las demandas actuales. Además de ajustar los currículos académicos para integrar habilidades que el mercado realmente valora.
  2.  Ofrecer prácticas empresariales tempranas: para facilitar la conexión entre estudiantes y empresas antes de graduarse. Y también, crear espacios prácticos como laboratorios donde se desarrollen proyectos reales, integrando al sector privado.

 

Según Salas, “no se trata de abandonar las carreras tradicionales, sino de complementarlas con habilidades que realmente respondan a las necesidades actuales. Esto incluye competencias digitales, análisis de datos y trabajo colaborativo”. 

 

La necesidad de repensar la educación para que los jóvenes se inserten al mercado laboral

 

Angelika Rettberg y Paca Zuleta reflexionaron sobre las dinámicas que están redefiniendo el panorama laboral y educativo. Ambas académicas coincidieron en que el futuro del trabajo plantea retos complejos, pero también oportunidades significativas para estudiantes, profesionales y universidades.

Angelika Rettberg

Foto: Judy Pulido - "Formarse hoy no es un proceso con un fin definitivo; es un punto de partida. La educación no debe quedarse atrás frente a las transformaciones del mundo laboral, debe adelantarse": Rettberg.

Foto: Judy Pulido

 

La decana de Ciencias Sociales destaca la fluidez del mercado laboral actual, haciéndose énfasis en que las profesiones están dejando de ser estructuras rígidas para convertirse en trayectorias cambiantes y personalizadas. En este sentido, resalta la necesidad de que tanto las instituciones como los estudiantes acepten la formación continua como una constante en sus vidas, rompiendo con la noción de que graduarse significa el fin del aprendizaje.

 

También hace referencia al esfuerzo de las universidades por adaptarse a estas transformaciones. Desde la Facultad, afirmó, se están desarrollando programas más flexibles y enfocados en necesidades específicas, entendiendo que la educación no solo debe responder al mercado laboral, sino también a la construcción de vínculos sociales y comunitarios.

 

Paca Zuleta

Foto: Judy Pulido - "Promover competencias clave permitirá a los jóvenes adaptarse mejor a un mundo laboral en constante cambio. No todo tiene que ser profesionalizante; muchas competencias clave no se enseñan formalmente": Zuleta.

Foto: Judy Pulido

Por su parte, Paca Zuleta resalta en dos preocupaciones principales. Primero, el impacto de la decisión profesional en un entorno donde las opciones son diversas, pero a menudo desconcertantes. “Antes, las profesiones eran predecibles; hoy, los intereses de los jóvenes no siempre encajan en las categorías tradicionales”, afirmó.

 

En segundo lugar, señaló la disminución de la participación de los jóvenes en ciertos campos laborales, particularmente en el sector público, donde las restricciones normativas imponen barreras de entrada. Para Zuleta, esto no solo limita la inclusión, sino que también impide la renovación generacional, un proceso esencial para la sostenibilidad de las instituciones.

 

Ambas oradoras reafirman la necesidad de que la educación superior sea más inclusiva, flexible y enfocada en competencias prácticas. Este enfoque no solo permitirá a los jóvenes enfrentar los retos del mercado laboral, sino que también los equipará con herramientas para adaptarse y liderar en un mundo en constante transformación.

 

Alianzas estratégicas para un cambio sostenible

Magdalena Salas

Foto: Judy Pulido - La vicepresidenta de la ANIF dice que la solución debe ser colectiva: “Las universidades, el sector privado y el gobierno deben trabajar en conjunto. Esto implica no solo flexibilizar requisitos laborales y fortalecer pr

Foto: Judy Pulido

 

La conversación en Uniandes reafirmó la urgencia de abordar estos desafíos estructurales, no solo para los jóvenes, sino para garantizar un desarrollo económico inclusivo y sostenible. “Invertir en nuestros jóvenes es apostar por el futuro del país”, concluye Salas. 

 

El evento dejó claro que la educación y el empleo juvenil son temas transversales que requieren diálogo constante entre los actores clave, con el objetivo de construir un puente sólido entre las aulas y las oportunidades laborales. 

 

Reviva la conversación completa acá:

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Conversatorio: La educación en el ojo empresarial