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Vivir un nuevo despertar

Manuel Guzmán, egresado de Ingeniaría Mecánica, enfrentó en medio de la pandemia un diagnóstico de un tumor en el cerebro que afectaba parte de su movilidad. Para él fue un renacer.

Como si para Manuel Alberto Guzmán no fuera poco lidiar con la sicosis y paranoia hacia los microorganismos que generan virus, infecciones y otras enfermedades y que, claramente, se intensificaron por la pandemia desatada por la Covid- 19, dos meses después de declarado el confinamiento en nuestro país, para ser más exactos en mayo de 2020, él recibió otra noticia: un tumor en su cabeza estaba afectando la parte de la motricidad fina en su cuerpo.

A Manuel, ingeniero mecánico de Uniandes, profesor del programa de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de Antioquia y quien afirma entender la vida por medio de los números, su formación no le alcanzó para proyectar que finalizando 2019 enfrentaría, con cierta variabilidad de tiempo, noticias que representarían grandes retos.

Hasta antes de diciembre de 2019 Manuel vivía con su novia, tenía la energía y la salud para hacer deporte y estudiar de manera extrema para terminar su doctorado en el tiempo justo. Pero llegó el final del año y todo cambió. Terminó con su novia, en marzo de 2020 se graduó de su doctorado y tres semanas después enfrentaba un fuerte diagnóstico médico que lo alejó algunos días de su trabajo como profesor y de la vida cotidiana como hasta entonces la conocía.

“Soy muy racional y manejo las cosas con cabeza fría. Sin embargo, experimenté todas las emociones del mundo. No saber qué hacer. Pero bueno, todo en la vida es un proceso. Lo más conveniente era una cirugía y pues di con un excelente equipo de neurocirujanos, así que lo que pensé fue: pa'lante, si estos doctores están en mi camino y ese es el paso, pues…”, cuenta Manuel.

Llegó septiembre, el mes en que le harían la cirugía. En el tiempo de espera había entrado en “conversaciones de paz” con su exnovia y encontró en ese amor, en el acompañamiento de su familia y en la calidez de sus colegas la fuerza necesaria para enfrentarla. Se despidió de sus alumnos por algunas semanas y el 25 de septiembre entró a una cirugía de 14 horas. Del quirófano salió sin el 80% del tumor que estaba alojado en la parte motora de su mano derecha.

“No sentí dolor, duré 4 días hospitalizado, tenía 37 grapas metálicas en mi cabeza y una cantidad de terapias físicas, de neurosicología, fonoaudiología, ocupacional por realizar”, así recuerda Manuel su nuevo despertar.

Y si el 2020 llegó con noticias retadoras, el 2021 trajo nuevos retos. Manuel y su novia volvieron. Ya retomó sus clases de la universidad y las terapias, controles y la radioterapia continúan, hacen parte del nuevo despertar, en el que Manuel reconoce a diario lo afortunado que es. Afirma que su vida es buena y cree que el fino humor negro que comparten con su novia y el amor de su familia son los componentes que cada día lo hacen seguir pa'lante.