Empleo femenino, el más golpeado durante la pandemia
La responsabilidades del hogar y el cuidado de los niños dado el cierre de colegios, factores asociados a la caída del empleo en mujeres.Economistas de Los Andes analizan la caída del empleo femenino durante la pandemia.
El empleo femenino ha sido particularmente el más golpeado por la crisis económica causada por el coronavirus: las pérdidas alcanzaron 27,2% para las mujeres y 18% para los hombres en el segundo trimestre de 2020 comparado con el mismo trimestre de 2019.
Esta caída del empleo se explica principalmente por lo ocurrido en el segmento de mujeres que no son jefas de hogar y se encuentran en hogares con menores de edad, y se ve reflejada en una también desproporcionada salida de ellas de la fuerza laboral. Esto sugiere una reasignación de las responsabilidades de cuidado y participación laboral al interior del hogar en el contexto de cierre de las actividades presenciales en colegios e instituciones de cuidado infantil.
La concentración del empleo femenino en actividades económicas más golpeadas por la crisis también explica una parte de la fuerte afectación, pero la incidencia de este factor parece menor que la del estatus en el hogar y la presencia de hijos.
Los datos parecen indicar que el empleo femenino solo se recuperará en la medida en que los colegios y centros de cuidado retomen sus actividades presenciales y las familias se decidan a confiar el cuidado de sus hijos a estas instituciones.
En el largo plazo, estos hallazgos sugieren que el empleo femenino seguirá más expuesto a las crisis mientras las actividades de cuidado en el hogar recaigan desproporcionadamente sobre las mujeres.
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Los datos apuntan en dos direcciones. Primero, la carga desproporcionada que históricamente han asumido las mujeres entre las tareas del hogar, junto con el aumento de la necesidad de cuidado de los menores durante la crisis.
La disrupción en la actividad escolar y de los centros de cuidado asociada con la crisis del COVID-19 ha incrementado el tiempo que algunos adultos necesitan dedicar al cuidado de los miembros del hogar. Las pérdidas diferenciales de empleos entre hombres y mujeres pueden explicarse en parte por sesgos sociales que asignan la responsabilidad de cuidar a los menores principalmente a las mujeres, mientras que los hombres asumen la responsabilidad de generar ingresos.
De hecho, la crisis del COVID-19 no sería la primera vez que vemos este tipo de resultados: durante el paro de profesores de 2017, hubo un aumento en el tiempo dedicado a cuidar niños en el hogar y una reducción de las horas trabajadas de las mujeres con niños en edad escolar, especialmente para aquellas mujeres con empleos informales, mientras que no hubo cambios en las horas trabajadas por los hombres.
La segunda explicación se relaciona con la participación diferencial de mujeres y hombres en diferentes sectores económicos. Hay algunas actividades que se encuentran fuertemente concentradas en mujeres por ejemplo, el sector servicios y otras en hombres, el sector construcción.
La crisis desatada por el COVID-19 se ha caracterizado por golpear de manera directa a ciertos sectores más que a otros. Como muchos de los sectores considerados no esenciales se concentraron en el sector servicios, este tipo de choques genera pérdidas de empleo desproporcionadas para las mujeres.
Aunque la recuperación del empleo en el tercer trimestre del año ha conllevado a unas pérdidas menores de empleo para todos los grupos, el patrón diferencial por sexo y estatus en el hogar se mantiene: las mujeres continúan siendo el grupo con mayores pérdidas de empleo (20% versus 8% para los hombres) y al interior de este grupo, aquellas con menores de 15 en el hogar son las que exhiben pérdidas más grandes (21% versus 17%), especialmente si no son jefas de hogar (25% vs 20%).
Es importante buscar alternativas efectivas para reactivar el sector educativo y de cuidado infantil institucional, de tal manera que se reduzcan las necesidades de cuidado al interior del hogar. En el largo plazo, la política pública debe enfocarse en reducir la brecha de oportunidades que representa el sesgo cultural que asigna las labores de cuidado en el hogar a las mujeres.
Estos hallazgos sugieren que el empleo femenino seguirá más expuesto a las crisis mientras las actividades de cuidado en el hogar recaigan desproporcionadamente sobre las mujeres.
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Autores: Oscar Becerra, Marcela Eslava, Manuel Fernandez, Margarita Isaacs y David Perez-Reyna