Líderes regionales firman declaración sobre primera infancia
Cinco áreas fueron priorizadas para trabajar por la primera infancia en América Latina y el Caribe. Organizaciones hacen un llamado urgente a los estados.Gobiernos, sociedad civil, organismos multilaterales y de la academia se reunieron en la Universidad de los Andes para firmar la “Declaración del Segundo Foro Agenda Regional para el Desarrollo Integral de la Primera Infancia”, el pasado 24 y 25 de septiembre de 2024.
El Foro fue convocado por el Diálogo Interamericano, con el apoyo de UNICEF, la Universidad de los Andes, y otros aliados.
Los representantes de varios países de América Latina y el Caribe hicieron un llamado a toda la región a reafirmar y avanzar el compromiso político y social con la Agenda Regional por el Desarrollo Integral de la Primera Infancia (firmada en 2017), y lograr nuevos compromisos que permitan seguir avanzando en el cumplimiento de los derechos y el bienestar de la niñez.
Los cinco acuerdos alcanzados en el documento hacen referencia al trabajo intersectorial y financiamiento, la calidad de los servicios, colaboración y alianzas, medición del desarrollo infantil e inclusión y equidad.
En la Declaración se hace un llamado urgente a los estados a liderar la adopción, con carácter obligatorio, de paquetes explícitos de prestaciones de calidad para avanzar en la garantía de los derechos de las niñas y niños, y a acompañar ese paquete con asignaciones presupuestales que respondan a las necesidades.
“Lo que acordamos nos fija un norte y nos da orientaciones bastante específicas de qué tenemos que hacer. Confío en que toda esta comunidad que estuvo presente va a tomar estas propuestas y a utilizarlas para seguir impulsando mejoras en la política de primera infancia en cada uno de los países de América Latina”, dijo Ariel Fiszbein, director del Programa de Educación del Diálogo Interamericano.
A los acuerdos de la Agenda Regional de 2017, los firmantes incluyeron un quinto punto sobre inclusión y equidad, que busca garantizar que todas las niñas y los niños, sin distinción, puedan disfrutar de las condiciones que aseguren su desarrollo integral.
El aporte de la academia a la primera infancia
Para Raquel Bernal, rectora de la Universidad de los Andes, y quien participó del Foro, la academia aporta a la agenda de primera infancia y educación inicial desde las tres misiones que tiene: formación, investigación y extensión o impacto.
“Estamos contribuyendo con la formación de jóvenes talentos que se dedicarán a ser profesores de primera infancia con la más alta calidad. Desde la investigación trabajamos de manera permanente en la evaluación de programas de primera infancia”, dijo Bernal.
Respecto al impacto en los diferentes entornos, la academia tiene incidencia de política pública al trabajar con sus diseñadores o con el Congreso, con miras a desarrollar leyes, decretos y programas que favorezcan a esta población.
Karin Hulshof, directora Regional para América Latina y el Caribe, UNICEF, quien abrió el evento, ve una necesidad de hacer énfasis en la calidad. “Cada niño merece tener un nivel de educación, de estímulo temprano de calidad". Para Hulshof los gobiernos deberían tener un presupuesto para dar educación de calidad a todos los niños y no solo a los que viven en áreas urbanas o los de clase media alta.
Durante el Foro se presentó el Segundo Informe de Progreso en la Implementación de la Agenda Regional, que sintetiza los resultados principales de los ocho informes de progreso de cada país, en torno a los acuerdos de la Agenda Regional. Allí se reconocen las oportunidades de mejora y se destacan las fortalezas de los diferentes países en cada área.
“Este es un momento apropiado para volver a enfatizar la prioridad de la Agenda de la Primera Infancia para el desarrollo con equidad en América Latina y para volver a hacer compromisos a futuro que la revitalicen”, apuntó Fiszbein.
Los acuerdos presentados en el Segundo Foro Agenda Regional surgieron de las discusiones llevadas adelante durante el Foro y son el resultado de un proceso de diálogo entre un grupo multisectorial de actores comprometidos con la primera infancia en la región.
Estos son los cinco acuerdos que los firmantes de la Declaración reconfirmaron priorizar:
Acuerdo #1 – Intersectorialidad y financiamiento:
Colocar a las niñas, niños y sus familias en el centro de la discusión y la acción, y asegurar que las políticas de primera infancia tengan como eje organizador una garantía de acceso a un paquete de prestaciones prioritarias para su pleno desarrollo. Los Estados deben liderar la adopción con carácter obligatorio estos paquetes.
Acuerdo #2 – calidad de los servicios de desarrollo infantil:
Asegurar la calidad de los servicios orientados a la primera infancia requiere del establecimiento y adecuado funcionamiento de un sistema de gobernanza que regule a todos los prestadores (públicos y privados) de educación, cuidados y salud. La existencia de estándares de calidad es imprescindible pero no suficiente. Los estados deben monitorear de manera sistemática el cumplimiento de dichos estándares.
Acuerdo #3 – Medición del desarrollo infantil:
Reafirmar la importancia de continuar construyendo sistemas de medición del desarrollo infantil. El desafío principal es todavía que los avances en medición se traduzcan en mejores políticas y programas gracias a la utilización de esa información.
Acuerdo #4 – Colaboración y alianzas:
Consolidar en los países de la región estructuras y alianzas multisectoriales que articulen de manera efectiva y coordinada las políticas públicas dirigidas a la primera infancia. Las estructuras públicas deben incluir mecanismos de participación de la sociedad civil en todas las etapas del proceso: formulación, financiación, ejecución y evaluación de políticas integrales para la primera infancia.
Acuerdo #5 – Inclusión y Equidad:
Es imperativo garantizar que todas las niñas y los niños, sin distinción, puedan disfrutar de las condiciones que aseguren su desarrollo integral. La planeación legislativa y los marcos de política pública deben adoptar un enfoque diferencial, comprendiendo las atenciones para diversos grupos poblacionales, reconociendo, valorando y respondiendo de manera pertinente a las diferentes características, intereses, posibilidades y expectativas de todas las niñas y los niños. Se debe garantizar el acceso equitativo a la salud y la educación para la niñez en movimiento y refugiada; llamar a la construcción e implementación participativa de políticas y programas de desarrollo infantil con y para los pueblos y nacionalidades indígenas, afrodescendientes y demás grupos étnicos; y reafirmar que en la primera infancia es fundamental prestar atención a la potenciación del desarrollo integral de las niñas y los niños con discapacidad.
Daniel Álvarez