Enfoque de género: una apuesta por la transformación social

No es Normal no es solo el nombre de una organización de estudiantes de la Universidad de los Andes, sino el lema que las llevó a identificar comportamientos y prácticas violentas que están naturalizadas en el ámbito estudiantil. “Es importante hablar de género para transformar la realidad”, sostiene Amalia Uribe Guardiola, coordinadora de esta colectiva.

Y es que según Uribe Guardiola la forma como nos relacionamos con amigos, compañeros, profesores están marcadas también por el género. No basta solo con que las mujeres puedan votar o ir a la universidad, pues aún siguen viviendo violencias en el día a día que exigen medidas urgentes, agrega.

El género es entonces una herramienta que ayuda a comprender la manera como las mujeres viven la realidad, la vida cotidiana y a su vez entender porque las poblaciones indígenas, afrocolombianas, campesinas y en situación de pobreza viven exclusiones que no solo pasan por el racismo o las condiciones de clase.

Diana Gómez, profesora de la maestría en Género del Centro Interdisciplinario de Estudios sobre Desarrollo (Cider), de la Universidad de los Andes, explica que estudiar desde esta perspectiva contribuye a crear rutas de cambio social, a través de políticas públicas, y a comprender la subordinación como resultado de la cultura y de la historia.

Se trata, entonces, complementa José Fernando Serrano, profesor del Departamento de Lenguas y Cultura, de un tema que no solo debe ser visto como un asunto de mujeres, sino que nos compete a todas las personas. “Porqué no pensar el género como una relación entre hombres y mujeres y las inequidades que hay alrededor de esta: sus causas y consecuencias”, añade el investigador.

Al igual que Uribe Guardiola, el profesor Serrano coincide en que el género no se trata solo de una categoría o forma de pensar, sino que puede verse como una apuesta por la transformación social.

¿Quiénes ganan? Diana Gómez no duda en responder que ganan todas las personas, porque al final se construye una sociedad más equitativa. Las luchas de las mujeres no se reducen solo a sus necesidades, sino que impacta a muchas más personas en su diversidad y posibilidades de ser, complementa Serrano, “muchísimas cosas que hoy los hombres damos por sentadas vienen resultado de las ganancias del feminismo”.