
Latente: lo humano detrás de las rejas
Más allá del morbo, un nuevo videopodcast quiere dar a conocer las historias de vida de las personas que están en una cárcel: conversaciones donde se expresan con libertad.Todo empezó con una historia de amor. A esta se sumaron debates ideológicos, trabajo con comunidades y militancia en grupos insurgentes. Esa es parte de la vida de Catalina Botero, de 33 años, quien hoy paga condena en la cárcel El Buen Pastor, en Bogotá. Y esa es la historia que abre la serie Latente: lo humano detrás de las rejas.
Este videopodcast, que en su primera temporada contará con 10 capítulos, narra las historias de las personas privadas de su libertad, sus ilusiones y sueños de una nueva vida. “Es una conversación en un espacio seguro, donde la persona cuenta lo que quiere y, a través de ese relato, quien escucha saca sus propias conclusiones”, dice Silvana Espinosa Uribe, abogada penalista y presentadora en cada capítulo.
El proyecto muestra algunas de las historias que encuentra en su labor el Grupo de Prisiones de la Universidad de los Andes, en su búsqueda por mejorar la calidad de vida de la población penada y pospenada del país.
La vida continúa entre los muros
La búsqueda de justicia es algo que todos los seres humanos exigen y, para algunos, puede resultar incómodo escuchar la historia de alguien que infringió la ley o es acusado de haberlo hecho. Y este video podcast muestra retratos humanos de estas vidas.
Latente evoca la definición de la Real Academia Española de algo “oculto, escondido o aparentemente inactivo”, haciendo referencia al momento vital de estas personas, que continúa, aunque la sociedad no las vea y las perciba lejanas.

Silvana Espinosa y Valentina Díaz cocreadoras del proyecto. Foto: Daniel Álvarez
Valentina Díaz, coordinadora del Grupo de Prisiones y parte del equipo del podcast, habla del discurso que comúnmente se da sobre la otredad, es decir, señalar a un grupo como extraño o ajeno al nuestro porque nos creemos incapaces de hacer lo que hacen esos otros. Por eso, Valentina, Silvana y su equipo, pretenden contribuir a que los espectadores identifiquen en los relatos roles propios como ser padre, madre, hijo o miembro de una comunidad. En definitiva, humanos.
“Es cómo dejamos de ver al otro como alguien lejano a mi realidad y empezamos a entender que somos dos seres humanos que, aunque estamos en condiciones distintas, nuestras historias de vida pueden no estar muy lejos”, plantea Valentina.

Imágen del primer capítulo del video podcast, donde Camila Botero cuenta su historia.
"La única manera de que la sociedad pueda comprender un poco lo que es la vida dentro de las cárceles, independientemente de su culpabilidad o no, es conociéndolos” – Silvana Espinosa.

Sivana Espinosa Uribe
La sentencia la dicta el juez
“En cada capítulo, los invitados hablan de los temas en los que quieren profundizar. Uno no puede hacer juicios de valor, ni positivos ni negativos; ese no es nuestro rol. Para eso existen los jueces o el fiscal”, dice Valentina, al responder sobre cómo lograr que los relatos no se conviertan en una apología del delito.
Silvana, quien conversa con los invitados en cada capítulo, aclara que la idea no es romantizar las cárceles, sino crear un espacio de reflexión y debate. Por ejemplo, en el primer capítulo, Camila cuenta cómo, después de enamorarse de un comandante guerrillero, su vida de activismo entró en otra dimensión. Profundiza en este tema, que incluso cataloga como su “propósito vital”. En otros capítulos apenas se menciona la razón por la que están allí, para luego hablar de sus sueños o de su familia, que son temas recurrentes en la serie.
Además de las historias de vida, también se plantean debates sobre el sistema judicial y se hace un llamado a la importancia de la academia para transformar estas realidades.
El resto del equipo del video podcast lo conforman Alejandro Borráez, Carlos Espinoza, Jorge García, Fabiana Javitt, Nicolás Martínez, Diego Martínez, Edwin Mejía y María Paula Santos. Es realizado gracias al apoyo del Grupo de Prisiones de la Universidad de los Andes, Clic Air y Studio Roda.

Valentina Díaz, coordinadora del Grupo de Prisiones de la Universidad de los Andes.
“Es admirable que sigan soñando en medio de un contexto tan difícil. A veces, incluso desde fuera cuesta hacerlo. Pero cuando uno habla con ellos, dicen: ‘cuando salga voy a hacer esto o aquello’. Es increíble.”– Valentina Díaz
Población carcelaria y resocialización
Las cifras de la población carcelaria que da el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) dicen mucho de la situación de la población del país.
Son más de 167 mil personas en prisión intra y extramural. De estas, el 71 % ingresaron a la cárcel sin haber terminado el bachillerato, una muestra de las reducidas alternativas que tiene esta población. A esta baja escolaridad se le suma, al recobrar la libertad, la estigmatización por haber estado en prisión, lo que dificulta aún más su resocialización. Otro motivo para darles una oportunidad a escuchar sus historias.
“Para que una persona realmente se pueda resocializar necesita voluntad, pero también ayuda, apoyo y disposición de la sociedad –dice Silvana sobre la resocialización–. La persona puede decidir: ‘voy a usar este periodo en la cárcel para cambiar’, y lo hace. Pero sale en libertad y no le dan trabajo, no le otorgan un crédito. ¿Cómo pretendemos que se reintegre a la sociedad?”.
Latente es una oportunidad para escuchar y debatir, para ir más allá de las cifras delincuenciales, conocer sobre errores, pero también de expectativas y sueños; o de la forma como se paga una condena. Conocer vidas que están tras las rejas, que no vemos, pero que están latentes en nuestra sociedad.
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Imágen de la entrevista a Dayana Uriana, en el segundo capítulo de Latente.