Internos de La Modelo hacen teatro con pedagogía en derechos

La fotonovela ‘Libertad a domicilio’ y una obra del grupo de teatro de la cárcel La Modelo son el resultado del proyecto La Cuarenta, una iniciativa de pedagogía para población privada de la libertad en el que participaron el Grupo de Prisiones y el Departamento de Arte de la Universidad de los Andes. Lo hicieron gracias al llamado del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). El 15 de marzo se hizo el lanzamiento en la capilla de la cárcel, y el 20 de abril se presentaron en el Auditorio Lleras de la Universidad en lo que fue un suspiro de libertad.

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Fotos: Alejandro Gómez Niño, Comunicaciones y Marca.

La Cuarenta, historias para la libertad

Durante más de tres años el Grupo de Prisiones de la Facultad de Derecho de Los Andes ha prestado asesoría jurídica en las cárceles del país. Por su trabajo, fue financiado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para adelantar un proyecto pedagógico que les enseñara a los reclusos sus derechos. Lo llamaron La Cuarenta.

Para llevarlo a cabo, se unieron con los estudiantes de la clase Arte y Prisión, dictada por Lucas Ospina en la Facultad de Artes, en la que se cuestionan la manera como las expresiones artísticas pueden lograr transformaciones sociales.

El resultado de esa unión y el trabajo conjunto con el grupo de teatro Abrakadabra, de la cárcel La Modelo, fue la obra de teatro Libertad a domicilio y una fotonovela homónima, que explica en un lenguaje coloquial los beneficios administrativos y los subrogados penales a los que tiene derecho un interno.

Los primeros son posibilidades de libertad que tienen los internos cuando cumplen ciertos requisitos de buena conducta y descuento de pena por medio de enseñanza, trabajo o estudio en el centro de reclusión, entre otros. Pueden aspirar a permisos de 72 horas, 15 días, fines de semana y hasta de estudiar o trabajar fuera de la prisión.

Los subrogados penales son medidas alternativas a la detención en una cárcel. Ahí entran la libertad condicional, la prisión domiciliaria y la suspensión de la ejecución de la pena.

En La Modelo, por ejemplo, hay 210 internos que cumplen con el tiempo necesario para recibir alguno de estos beneficios. Pero muchos no lo saben o desconocen el mecanismo para acceder a ellos.

“Tienen la creencia de que se requiere un abogado y eso los desempodera bastante”, explica Manuel Iturralde, director del Grupo de Prisiones. De ahí la necesidad y el valor de un producto como la fotonovela, del que se imprimieron cinco mil ejemplares en su primera edición.