Las mujeres han tenido históricamente mucho trabajo no remunerado, o como se diría en Colombia, mucho “camello”. Con el título de este libro las compiladoras Laura Porras-Santanilla y Natalia Ramírez-Bustamante, profesoras de la Facultad de Derecho de Los Andes, resumen las condiciones laborales de las mujeres en Colombia.  

Mucho camello, poco empleo tiene la particularidad de dar una visión multidisciplinar. Son diez artículos que reúnen trabajos de investigadores de diferentes regiones del país, que revisan temas como la informalidad, la inestabilidad laboral, la economía campesina, líneas jurisprudenciales de la Corte Constitucional, entre otros que tienen el empleo femenino como eje central. 

Abogadas, economistas, sociólogas y antropólogas participan en el análisis del trabajo de las mujeres en sus diferentes roles. Una iniciativa que tuvo como origen el simposio “Mujeres y trabajo: diez años de investigación en Colombia”, realizado en el 2018. 

“Es poco usual encontrar trabajos multidisciplinarios que aborden el empleo femenino desde varias disciplinas, y eso es uno de los objetivos que busca el libro”. Dice Natalia Ramírez-Bustamante que junto a Laura Porras-Santanilla hicieron la edición académica. 

Las compiladoras, que trabajan con temas laborales y habían analizado literatura de distintas partes del mundo, vieron necesario saber qué se estaba haciendo en Colombia en este campo de investigación.  

 Portada libro: Mucho camello, poco empleo

La mujer-madre, la campesina, la ejecutiva... 

Los temas que trata Mucho camello son variados, por ejemplo, el artículo de los economistas Javier A Pineda D. y Omar Rodríguez analiza el trabajo de las mujeres en el área de la salud, donde este es desvalorizado en el caso de enfermeras y auxiliares. Aunque es un trabajo de cuidado remunerado, las condiciones en muchos casos son precarias en salarios y cobertura de seguridad social. 

Otra área analizada es el de la economía campesina, donde las mujeres también ayudan en las labores productivas de las fincas, un trabajo que no les es reconocido. En la revisión de literatura y el trabajo de campo que hace la doctora en Ciencias Sociales, Sandra Franco Patiño, muestra cómo este trabajo sí es un aporte a la economía del hogar. Este además se combina con otras labores de servicios como en peluquerías o ventas por catálogos, trabajos vistos como femeninos y que intercalan con las labores del hogar. 


La necesidad de leer y debatir 

En el estado del arte con que abre el libro, Porras y Ramírez ven muchos temas de estudio en los trabajos que se han hecho en el país, pero también una dispersión y poca construcción sobre el trabajo de los otros. Es decir, muchos investigadores hacen grandes esfuerzos individuales, pero no hay dialogo entre sus trabajos.  

“Entre los académicos que estudiamos las mujeres y el trabajo nos leemos poco, nos citamos poco y debatimos poco y el libro es un esfuerzo por convocar a una cantidad de gente a la que el tema le interesa e intentan promover”, dice Laura Porras-Santanilla, que además espera que se den más esfuerzos como este que lleven al diálogo y al debate entre autores. 


Vivas 

Otra particularidad del texto es la inclusión de la obra Vivas, de Manuela Lara, que mediante la técnica Van Dyke Brown retrata lideresas de La Guajira, Boyacá y Buenaventura. 

En esta técnica los retratos de estas mujeres fueron impresos en papel artesanal, elaborado con fibras de plantas autóctonas de sus regiones y posteriormente se intervinieron con dibujos hechos con pigmentos naturales. 

En la obra las lideresas participan en la elaboración del retrato respondiendo a preguntas sobre su identificación con objetos de la naturaleza y con colores que tienen un significado en sus vidas. Con esto, la artista fue creando composiciones basadas en sus cosmogonías. Una muestra de la obra se pude ver en la portada del libro. 

 Para seguir la discusión, tres trabajos relacionados: