“Lo más importante de este proceso fue hacerme consciente de la dimensión femenina que tengo. Esa que las mujeres tenemos por naturaleza y que es vital para el desarrollo de liderazgos diferentes”, declara Liliana Castillo, ingeniera agrícola y fundadora de Amigroup, un proyecto que recopila información de los productores para construir modelos que faciliten estimaciones de rendimiento y detección en las zonas problemáticas de los cultivos.
Liliana junto con otras 24 mujeres profesionales participaron en la primera edición de WISE, realizada entre el 2 de septiembre y el 18 de noviembre en la Universidad de los Andes, la iniciativa impulsada por el Banco Interamericano de Desarrollo, el IAE Business School y el Consorcio Hemisférico de Universidades, que busca fortalecer el ecosistema emprendedor femenino en las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Además, pretende consolidar los proyectos de alto impacto, crear una red de contactos y facilitar el acceso a financiación.
El curso original propone 7 sesiones que se enfocan en visibilizar los factores que deben tener en cuenta las empresas para evolucionar. En estas, expertos de primer nivel analizan las competencias que son imprescindibles, los roles que se requieren para el trabajo en equipo, las acciones que generan valor, los canales de difusión más convenientes y las fuentes de financiamiento.
En esta ocasión, Uniandes le añadió un plus a su versión porque utilizó algunas de sus investigaciones para detectar que las emprendedoras también necesitan mayor capacitación en temas como la internacionalización, las negociaciones y la conciencia femenina. Fue así como se dictaron 4 sesiones complementarias con docentes especializados.
A través de ellas les inculcaron confianza, les hablaron sobre las metodologías viables para dar a conocer sus empresas en otros países y les enseñaron a comprender las normatividades que nunca pueden omitirse al contratar personal.
En video: Wise en Los Andes: un impulso a las mujeres emprendedoras
Adicionalmente, se propiciaron espacios para interactuar con inversionistas reales en los cuales pudieron identificar sus virtudes y recibir retroalimentación para resolver falencias.
“Consideramos que para las emprendedoras es fundamental exponerse y por eso hicimos este taller. Ese ejercicio las deja tomar conciencia de las cifras y descubrir cómo generar impactos que no sean solo económicos”, afirma Luz Marina Ferro, profesora de la Facultad de Administración y directora de WISE By Uniandes.
Un ecosistema para el progreso
Las asesorías brindadas a lo largo del programa no solo fueron claves para que las empresarias STEM aprendieran a ser lo más coherente posibles, sino para que adquiriera un panorama amplio que trascienda lo técnico y las estimule a innovar dentro de los modelos de negocio.
“WISE reforzó los conceptos que intuitivamente sabíamos que queríamos hacer y nos motivó. Con sus aportes, tal vez, se nos va a abrir la posibilidad de conseguir un inversionista y poder escalar los proyectos”, manifiesta Ana María Montes, egresada del Programa de Biología y Microbiología de la Universidad de los Andes.
A partir de esos avances, el curso se clausuró con una ceremonia en la que las emprendedoras recibieron un diploma de excelencia. Estuvieron presentes Araceli Calja, coordinadora regional de WISE en Latinoamérica y Gabriela Gerón, directora de Alianzas Internacionales de Innovación y Comunicación de la Oficina de Asuntos Hemisféricos de la Universidad de Miami.
Ellas pudieron reconocer que la Universidad de los Andes demostró que el proyecto funciona y les ofrece nuevas oportunidades a futuras emprendedoras en otros países. “Llevar a WISE a Uniandes es un sueño hecho realidad. Sumar la riqueza de una Universidad con un nivel académico tan alto genera que el impacto sea mucho mayor y tenga valor agregado”, asevera Araceli Calja.
Promover la equidad de género, inspirar el trabajo colaborativo y comunicar que tanto mujeres como hombres pueden desempeñarse en cualquier área del conocimiento, es otro de los propósitos de WISE.
“Este ecosistema internacional origina puentes de colaboración. Nuestras emprendedoras crean empleos y abren puertas que potencian el progreso local y regional”, concluye Gabriela Gerón.
