Luego de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia, el país decidirá entre Gustavo Petro, economista, y Rodolfo Hernández, ingeniero civil. Dos candidatos con orígenes y trayectorias distintas; dos visiones, según sus discursos, alejadas de la política de Estado tradicional, lo que podría implica un cambio para el futuro de la nación.


Los orígenes y las profesiones 


Como punto de partida, asegura María Margarita 'La Paca' Zuleta, directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes, se debe entender el origen de cada candidato. “Crecieron en un país en contextos muy distintos. Mientras uno nació en 1960 en Zipaquirá, Cundinamarca, más cerca de la capital; el otro en 1945 en Piedecuesta, Santander. Esto marca una gran diferencia entre ellos”, agrega. 

Periodos fundamentales en la historia del país: por ejemplo, entre 1925 y 1958, se vivía “La Violencia”, un periodo de enfrentamientos entre los partidos Liberal y Conservador. Mientras que en 1948 se dio el asesinato del líder popular Jorge Eliecer Gaitán, lo que desencadenó una revuelta y en 1953 se estableció el gobierno militar del general Gustavo Rojas Pinilla.

Después de los 50 surgieron movimientos revolucionarios como las extintas Farc y se consolidó la lucha contra el gobierno en territorios de las autodefensas. El Ejército de Liberación Nacional (ELN), inspirado en la revolución cubana, surge en 1964.

El Movimiento 19 de abril, conocido como M-19, se conformó después de las presuntas irregularidades en las elecciones presidenciales del 19 de abril de 1970.

En ese sentido, no solo su infancia, contexto sociocultural y edades son fundamentales para marcar un contraste sustancial, también sus profesiones. “Uno, el ingeniero que busca solucionar de forma práctica los problemas. Y el otro, el economista que pretende entender las contrariedades y teorizar alrededor de ellas”, explica.


Política tributaria


Mauricio Velásquez, profesor de la Escuela de Gobierno de Los Andes, advierte que en política tributaria el país tendrá que decidir entre dos opciones con muchas dificultades de gobernabilidad.  

El académico ha hecho un análisis de las propuestas de ambos candidatos y explica, por ejemplo, que Rodolfo Hernández sugiere eliminar el 4 por mil y reducir impuestos como el IVA, en el marco de un discurso anticorrupción. Y puntualiza en que, según Hernández, "el país no necesita aumentar el recaudo, sino recuperar 50 billones vía anticorrupción. Hacer práctico el pago del IVA para que los contribuyentes no dispongan de mecanismos para evadir el compromiso. Una tarifa general de IVA del 10 %, casi la mitad del porcentaje actual".

Por su parte, Gustavo Petro presenta una propuesta opuesta. "Una visión de Estado grande, de bienestar, en donde las finanzas son recuperadas con una Reforma tributaria. En el que el espacio fiscal del país aumente unos 5,5 puntos del PIB anuales a través del aumento del recaudo, pero también mediante la desarticulación de beneficios tributarios", dice.

En este aspecto, concluye que, hay una simetría semántica porque hay un discurso no contra la corrupción, sino contra las élites oligarcas que tienen todas estas exenciones y demás. “Yo veo que ambas propuestas son muy difíciles de realizar y en últimas van a producir una enorme insatisfacción porque son promesas demasiado grandes para cumplir”, agrega.

 








Visión de Estado

En este punto, el profesor Velásquez explica que ambos candidatos tienen una relación de máxima incomodidad con las instituciones. “Pues Rodolfo Hernández, señala que este país ha estado gobernado por elites tecnocráticas sumergidas en corrupción, lo que ha resultado en un régimen de pobreza. Y Gustavo Petro, afirma que este gobierno representa un narco estado que debe reformarse”, señala. Así mismo, que la impaciencia de ambos con las instituciones y el Congreso, generará un gobierno con ‘mucho ruido’.


Modelos de gobierno 


Para el Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de California, tanto Hernández como Petro presentan discursos bastante idealistas de cómo se gobierna. "Modelos de liderazgo que se asemejan a un gerente y un mesías", asegura.

Por ejemplo, con el candidato Rodolfo Hernández “pensar el país como una empresa, es dramático para las agendas de derechos humanos del país. Pues estas se volverían negociables con la premisa de revisar la viabilidad financiera de cada una de ellas”, explicó.

“Todos los discursos de movilización política son básicamente apuestas de corruptos por bloquear la agenda del gran gerente que viene a sacar adelante el país como una empresa”, advierte.

Por otro lado, con el candidato Petro se observa una figura de “mesías”, que se traduce en un “sígueme y te salvarás”. Es decir, “cualquier persona que se sume al petrismo es perdonado por su pasado y es recibido como la promesa de cambio”, plantea el profesor.


Política de mujeres


Finalmente, los analistas coinciden en que en las agendas de los candidatos, también hay puntos grises: por ejemplo, aún no son claras las propuestas sobre política de mujeres.

“A la gente le fascina decir que hay una gran diferencia en el trato a las mujeres y yo no veo ninguna. Uno es un candidato un poco más burdo, el otro más sofisticado, pero los dos representan lo que le pasa a la mujer históricamente en Colombia”, agrega la académica Zuleta, refiriéndose a la discriminación e invisibilización en ámbitos políticos, sociales y culturales de las mujeres en el país.

Por su parte, sobre el tema puntualiza Velásquez: "creo que ninguno de los candidatos tiene buenas credenciales con el movimiento de mujeres", y explica que, por ejemplo, con la salida de importantes feministas de la campaña de Gustavo Petro y las situaciones que ponen en duda la garantía de los derechos de las mujeres de algunos de sus militantes, el panorama no es muy alentador.

En el caso de Rodolfo Hernández, este representa una visión tradicional: una mujer madre, cuidadora y protectora. “Lo que podría tener resonancia con muchas mujeres en el país”, agrega el profesor.