El Ministerio de la Ciencia, Tecnología e Innovación se creó el 24 de enero de 2020, en el actual Gobierno del presidente Iván Duque. Su vocación fue la promoción de la investigación científica, así como la incentivación de la industria de la ´economía naranja´, un concepto apropiado por el mandatario desde que estaba en campaña.
 

A hoy, son muchos los retos que aún se esperan de esta institución y por supuesto, de la nueva política del presidente electo, Gustavo Petro; quien ha considerado poner en la agenda de trabajo nacional e incluso internacional los temas clave para el desarrollo sostenible del país, los cuales requieren un fuerte componente científico y tecnológico. En estos términos, el decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de los Andes, Daniel Cadena, analiza los retos más importantes para el nuevo Gobierno.

 

 

  1. El perfil del nuevo ministro

Desde su creación, esta cartera ha estado dirigida por dos personas, Mabel Gisela Torres Torres y Tito José Crissien Borrero, perfiles muy distintos que, según Cadena, han tenido cuestionamientos desde la comunidad científica por su poca articulación entre la ciencia y la industria. Es por esto que el mayor reto es el perfil de la persona que llegará a liderar los temas de ciencia y tecnología en el país.
 

“Debe ser alguien que comprenda el mundo de la investigación científica, capaz de llevar hacia delante la interacción entre la ciencia y la industria. No tiene que ser un científico, pero si una persona que conozca el trabajo que hacemos los científicos y el papel central que juega la ciencia en una sociedad”, manifiesta.
 

  1. Financiación de la ciencia

Para el doctor en filosofía de la biología, el reto en la financiación de la ciencia está sobre diagnosticado. En Colombia, el rubro destinado a la inversión de estas áreas puede llegar al 0.3% del PIB, cuando países como Argentina, México y Brasil están invirtiendo cerca del 1.5% del PIB. Incluso, países de la OCDE pueden destinar hasta el 2.5% del PIB en ciencia y tecnología.
 

“En la década de los 90, cuando Colombia desarrolló la Misión de Sabios, se hizo una recomendación de invertir al menos 1% del PIB en ciencia. Claramente, esto aún no ha sucedido, pero tenemos la esperanza que el nuevo Gobierno pueda comprometerse y cumplir con esto”, señala.
 

  1. Enfoque en desarrollo sostenible

El programa de presidente electo, Gustavo Petro, tienen un fuerte componente de temas relacionados con la ciencia y la tecnología. Sin embargo, para la comunidad científica aún no es clara la forma en cómo llevará a desarrollar muchas de estas promesas. 

“Asuntos como la sostenibilidad ambiental y las ciencias ambientales, el desarrollo de tecnologías limpias, la implementación de la seguridad agroalimentaria, entre otros, necesitan una inversión importante en ciencia y tecnología, pero no se ve en el programa cómo se va a implementar”, afirma Cadena.
 

De ahí su consideración sobre la relevancia del papel que juegue el nuevo ministro, pues será el articulador entre la industria y la ciencia. 

“Entender la academia, la investigación, pero a la vez poder comunicarse con la industria para fomentar y resolver problemas particulares de Colombia” asegura.
 

  1. Una agenda sobre la biodiversidad y la bioeconomía

La conservación de la biodiversidad en un país como Colombia tiene un altísimo valor. “Las contribuciones que Colombia puede hacer el cambio climático y el desarrollo economías productivas basadas en el conocimiento local, son enormes oportunidades que el presidente Petro ha identificado y tiene en mente para su gobierno”, dijo Cadena. 
 

Por eso, el decano de Ciencias de Los Andes califica como esperanzador este enfoque y el discurso del presidente Petro, que en términos del lenguaje “con el uso de palabras como biodiversidad, conservación de la Amazonia, cuidado de los bosques, deforestación, cambio climático, justicia ambiental y climática”, le dio la importancia que estos asuntos necesitan.
 

“Fue muy interesante su idea de enmarcar la política internacional en asuntos globales como el cambio climático, cuando tradicionalmente la agenda estaba enfocada en problemas como el narcotráfico. Esto es refrescante y genera ideas muy positivas”, expresa.
 

Cadena explica que “Colombia no es emisor de gases efecto invernadero, pero si tiene bosques que son sumideros de carbono y que juegan un papel muy importante en la regulación de ciclos a nivel global”.
 

Por otro lado, “Petro habla de la importancia de usar este patrimonio como motor de desarrollo, a través de conceptos como la bioeconomía, que consiste en saber cómo usamos el potencial de nuestros bosques para promover temas como el turismo de naturaleza, servicios ecosistémicos, etc.”, agrega.
 

  1. Generación de conocimiento y transferencia de tecnología

Colombia tiene mucho que avanzar en términos de generación, transferencia de conocimiento e intercambio de tecnologías, por eso “generar investigación no solo es fundamental, sino también conocimiento que se puede transferir a la industria y a los emprendimientos. Crear patentes”, señala el decano de Ciencias de Los Andes.
 

“En esta materia nos hacen falta directrices de política pública. Venimos de un gobierno que se habló mucho de ´economía naranja´, pero francamente no sabemos en concreto qué pasó. Ahí hay un trabajo en el que se debe avanzar”, puntualiza.