El fenómeno del desplazamiento por factores ambientales
La Corte Constitucional ya se pronunció sobre el desplazamiento por causas ambientales, pero es una discusión que apenas comienza.
En Colombia, fueron más los desplazados por catástrofes que por el conflicto armado en 2023. 293 mil personas dejaron sus hogares por el conflicto armado y 351 mil por desastres. Esta información del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés) muestra la importancia del fenómeno de desplazamiento por factores ambientales.
La Corte Constitucional se pronunció al respecto con la sentencia T-123 de 2004, que establece que las víctimas de desplazamiento forzado por causas ambientales tienen déficit de protección constitucional. Subrayó, además, la urgencia de adoptar una política pública para abordar este fenómeno, reconociendo su complejidad y la necesidad de medidas efectivas de prevención, mitigación y atención.
Para los expertos reunidos en la conmemoración de los 20 años de la emblemática sentencia sobre víctimas de desplazamiento, T-025 de 2004, la emergencia climática que vive el planeta amplificará este fenómeno por causas ambientales, por lo que es un tema que se debe atender.
En uno de los páneles del encuentro, organizado por la Corte Constitucional, la ACNUR y otras organizaciones, se analizaron las relaciones y diferencias de los desplazamientos por conflictos y cuestiones ambientales.
Invitados al panel “Aprendizajes, complementariedades y diferencias entre el desplazamiento ambiental y el causado por el conflicto armado”. Foto: Judy Pulido.
Además de la urgencia por crear política y recoger datos sobre el desplazamiento por estos asuntos, enfatizaron la necesidad de buscar soluciones planetarias. Juan Camilo Cárdenas, director del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe (CODS), puso como ejemplo la protección histórica de los habitantes de la Isla de Providencia y de sus ecosistemas, que se les salió de las manos por la agresividad de fenómenos naturales como el huracán Iota en 2020.
Las cifras y relación con el desplazamiento por el conflicto armado abren el debate sobre un tema que, al agravarse la emergencia climática, se convertirá en un asunto cotidiano.
Esculturas en plastilina de la exposición: "Historias de desplazamiento forzado y confinamiento en Colombia".
La afectación por causas ambientales
Adriana Buchelli, coordinadora de la Unidad de Protección de la Oficina de ACNUR en Colombia, destacó la importancia de que Colombia participe en la discusión global sobre desplazamiento ambiental, debido a su ubicación geográfica. Señaló que más del 60 % de las personas desplazadas a nivel mundial son de países altamente vulnerables al cambio climático, como Afganistán y Siria, grupo del que también haría parte Colombia.
Según Beatriz Eugenia Sánchez, profesora de la IE University, experta en derecho internacional de los derechos humanos y migraciones forzadas, hay una conexión del desplazamiento por causas ambientales con el conflicto armado en Colombia.
Señala cuatro puntos en que interactúan estas causas de desplazamiento. Primero, señala los efectos de las actividades ilegales de los grupos, como la deforestación y la contaminación de fuentes hídricas, que afectan los ecosistemas y provocan movimiento de la población.
Beatriz Eugenia Sánchez, profesora de la IE University.
Un segundo fenómeno es el asentamiento de personas desplazadas en lugares con riesgos no mitigables, que podrían sufrir un segundo desplazamiento. Fue el caso ocurrido en Mocoa, en 2017, donde según Sánchez, 80 % de las áreas destruidas en la avalancha eran habitadas por desplazados del conflicto.
El confinamiento y la desconfianza a las alertas de evacuación desatendidas son otros de los puntos. “Gente muy cansada de perder siempre, no va a seguir esa orden”, señala Sánchez.
Navegar por corredores seguros
“Estamos en un nuevo contexto frente al cambio climático en el que tenemos que repensarnos en términos de cómo vamos a construir colectivamente como planeta, porque ya los fenómenos climáticos no son locales”, dice Juan Camilo Cárdenas.
Los llamados Corredores seguros y justos, que trabaja la Comisión de la Tierra a la que pertenece Cárdenas, son una propuesta para manejar la situación ambiental en el mundo. Estos consisten en un límite superior que no se debe traspasar, delimitado por puntos que de ser sobrepasados tienen consecuencias desconocidas y un límite inferior justo en el que no se dejan poblaciones rezagadas.
El doctor en economía ambiental y de recursos explica también que no se trata de decrecer la economía sin un plan, pero tampoco hacerla crecer sin medir sus consecuencias. Para esto se necesita una conversación entre la ecología, la economía y las ciencias jurídicas.
Juan Camilo Cárdenas, director del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe (CODS).
“Los fenómenos de cambio global asociados a la crisis de la biodiversidad, la climática y la contaminación, no respetan fronteras y mucho menos van a respetar los derechos de propiedad connacionales, individuales o privados”, dijo Cárdenas y por eso insiste en la necesidad de que la población entienda las dimensiones locales y globales; lo que se comienza a conocer como una “ciudadanía emplanetada”.
En el evento conmemorativo de los 20 años de la sentencia T-025 de 2004, que identificó un Estado de Cosas Inconstitucional (ECI) respecto a las víctimas de desplazamiento forzado en Colombia, se realizó el 23 y 24 de mayo de 2004 en la Universidad de los Andes. Fue organizado por la Corte Constitucional de Colombia, UNHCR ACNUR, USAID, OIM y Acdivoca.
Vea el panel "Aprendizajes entre el desplazamiento ambiental y el causado por el conflicto armado":