¿Qué hay detrás de la polémica presentación 'Festividad' de los Juegos Olímpicos?
¿Fue una representación de La Última Cena o de El Festín de los Dioses? La situación desató la polémica. Expertos explican.
Durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, una actuación titulada ‘La Festividad’ [Festivité] generó controversia por su interpretación ambigua, que algunos espectadores consideraron como una burla a la icónica ‘La Última Cena’ de Leonardo da Vinci.
El primer momento que generó incomodidad fue a pocos instantes de cumplirse las tres horas de la inauguración del evento deportivo, cuando la DJ francesa Barbara Butch irrumpió en escena con 19 artistas que posaban previo del inicio de una pasarela.
Foto: pantallazo tomado de la inauguración, cantante Philippe Katerine.
Minutos después, la representación se repitió, ahora con más artistas en escena, algunos de ellos drag queens sentadas alrededor de la mesa, pero esta vez con el cantante Philippe Katerine pintado de azul protagonizando el cuadro.
La pregunta que surgió entre el público fue: ¿Cuál fue la intención artística detrás de la obra?
El director artístico de la ceremonia, Thomas Jolly, explicó que la actuación no buscaba emular ninguna imagen religiosa. En su lugar, se inspiró en las celebraciones paganas vinculadas a los dioses del Olimpo, en particular a Dionisio, el dios griego del vino y los placeres, también conocido como Baco en la mitología romana, tal y como lo representó el cantante Philippe Katerine. Dionisio es además considerado el padre de Secuana, la diosa que personifica el río Sena, que atraviesa París.
¿Por qué se da la confusión?
Para Darío Velandia Onofre, Ph. D. en Historia del Arte de la Universidad de Barcelona, no es sorprendente que algunos se confundieran con el performance, ya que incluía elementos iconográficos, como un personaje central con una aureola, que podrían haber sido interpretados como referencias a ‘La Última Cena’.
Sin embargo, Velandia destaca que un análisis más detallado revela diferencias significativas:
“No eran 12 los personajes que rodeaban al personaje central, sino muchos más, y se incluyeron numerosos atributos mitológicos, lo que indica una mayor conexión con la antigüedad clásica y el mundo griego”.
Darío Velandia Onofre, director del Departamento de Historia del Arte de Uniandes.
La diferencia en la percepción de ‘La Última Cena’ frente al ‘Festín de los Dioses’ de Giovanni Bellini ―una obra renacentista que representa un banquete de los dioses— pone de manifiesto el predominio de las interpretaciones religiosas en la cultura global.
‘El Festín de los Dioses’ es una obra del Renacimiento pintada por Giovanni Bellini en 1514.
Se conoce más a ‘La Última Cena’ que al ‘Festín de los Dioses’
Omar Rincón, crítico cultural, comenta: “La obra de Da Vinci es una imagen icónica reconocida mundialmente, mientras que el Festín de los Dioses no tiene una referencia universal, lo que refleja la preeminencia de lo religioso o católico en las interpretaciones culturales o literarias”.
Algunos usuarios de las redes sociales calificaron la actuación como «vergonzosa», «indignante» o «aberrante». “No veo problema en tener prejuicios respecto a referencias culturales, siempre y cuando tengamos la posibilidad de discutirlos, cuestionarlos y ampliarlos, como lo que pasa con Colombia, que es constantemente señalada como ‘NarColombia’”, agrega Rincón, Ph. D. en Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia.
Rincón, profesor del Centro de Estudios en Periodismo (CEPER), añade que el prejuicio es una forma natural en la que los seres humanos funcionan y, a partir de ello, actúan. Los prejuicios se construyen y difunden a través de las redes digitales, los medios de comunicación y la literatura occidental, lo que implica que “necesitamos expandir, diversificar, contextualizar y debatir estos prejuicios para enriquecer nuestra comprensión cultural”, sostiene.