Los Andes en una vajilla

Muchos colombianos se han tomado un ajiaco o comido una bandeja paisa en uno de los platos elaborados en El Carmen de Viboral, Antioquia. Estos tienen características paticulares que los hacen diferentes a otros: “Son de cerámica con bajo esmalte, muy colorida, con una pincelada muy rápida, enfocada tradicionalmente en las flores”, describe la profesora Margarita Echavarría, del Departamento de Diseño de la Universidad de los Andes, quien estudia la cerámica colombiana, desde lo contemporáneo hasta lo étnico. 

Como una forma de aprender de esta tradición antioqueña y combinarla con la expresión gráfica de los estudiantes de la Maestría en Diseño de Los Andes, durante un viaje de estudios se sumergieron en la técnica de El Carmen con el objetivo de diseñar una vajilla que reflejara los valores y atributos de la Universidad. 

Las vajillas tuvieron como base un trabajo previo de ilustración en el que se representaban las aves del campus. Con este primer acercamiento y entendiendo la técnica de las artesanas, hicieron el ejercicio de co-creación. Unieron sus ilustraciones con la destreza de las carmelitanas. 



El resultado fueron cuatro Vajillas que se presentaron en la exposición Volarán 2023-2, de la Facultad de Arquitectura y Diseño. María Paula Barón, directora de Admisiones de la Universidad y quien ha estado vinculada por más de diez años al Departamento de Diseño, fue quien hizo el papel de cliente en el ejercicio.

 Para Ángela Barrera fue un ejercicio enriquecedor, donde con su grupo quisieron reflejar la riqueza cultural y diversidad. Por eso incluyeron en su trabajo Avefloral tres pájaros que se encuentran en el campus: El bienteveo (Pitangus Sculphuratus), la tángara rojinegra (Piranga Olivácea) y el colibrí (Chaetocercus Mulsants). A estos les integraron dos trazos florales típicos de El Carmen: florelba y saul.  

'Avefloral' de los estudiantes Ángela Barrera Orejarena, Juan David Norato Pedraza, Andrés Felipe Sánchez Ranjel y la artesana decoradora Valentina Moreno Morales. 

Otra de las vajillas fue la Vientriazul, donde el grupo intentó mostrar diferentes detalles del colibrí. En las piezas se puede ver desde la figura completa del ave, hasta el detalle de su plumaje, que cae como una cascada en el plato hondo. 

'Vientriazul' de las estudiantes Alexandra Zambrano Pérez, Laura Orozco Medina, Jazblady Ruiz Cifuentes y la artesana decoradora María Teresa Idárraga Betancur. 

Para los estudiantes fue una experiencia enriquecedora. Se salen de los trazos sistematizados y en serie del computador a otros únicos, que incluso pueden tener pequeñas imperfecciones y que hacen la pieza singular.  

“Trabajo mucho con diseño de experiencia de usuario con el computador, con mercadeo, con branding, y esto estaba muy lejos de eso, porque bocetar a mano, hacer las cosas a mano es una cosa muy distinta”, dice Alexandra Zambrano, miembro del grupo de Vientriazul.  

'Sembrando alas' de las estudiantes Catalina López, Diana Contreras, Juliana Mantilla y de las artesanas decoradoras Erika Zapata Tejada, Leidy Ospina Sepúlveda. 

“Creo que un diseñador gana la posibilidad de hacer un trabajo real, de ver cómo se mueve la industria realmente tanto en el sector artesanal, como en el industrial, cómo se mueven las cosas, cómo trabaja la gente en estos lugares”, resalta Echavarría, egresada de la maestría en Diseño de The University Of New South Wales, sobre esta experiencia. 

'Nido azul' de los estudiantes Jessica Rodríguez Briceño, Lorena Ortiz Nossa, David Oviedo Blanco y las artesanas decoradoras Carolina Ramírez Castaño, Érika Zapata Tejada y Sandra Gonzales soto. 

Ahora el propósito es que alguna de las vajillas pueda reproducirse y servir para los múltiples eventos que hay en la Universidad, en una cerámica que es patrimonio inmaterial de la nación. “Involucramos lo académico, lo científico, los valores que tenemos, el país que tenemos. Que podamos contarlo a través de los eventos, de las cenas o de los cafés que ofrece la Universidad”, concluye la profesora Echavarría.