Pasar al contenido principal
Texto alternativo imagen
Noticias

Minga: Un ejercicio de profundización democrática

¿Cuál fue el balance en su visita a Bogotá? ¿Qué mensaje dejó para la ciudadanía y el gobierno?
minga indígena
movimientos sociales
protesta
participación política
pueblos indígenas
El recorrido de más de 400 kilómetros (desde el sur del país) y la marcha en Bogotá visibilizaron a la minga ante la opinión pública, no solo como un conglomerado de grupos indígenas, sino como una reunión de movimientos sociales del que hacen parte también la población afro, el campesinado, estudiantes y ambientalistas. “En definitiva, una asociación de sectores que articula una propuesta de país diferente”, explica Alhena Caicedo, profesora de Antropología, de la Universidad de los Andes.

El trabajo de la minga fue un ejercicio de profundización democrática y política, en la búsqueda de proponer una conversación. Caicedo reitera que su objetivo es político y legítimo y que viene interpelando a los gobiernos desde hace 10 años.

Encabezada por el Consejo Regional Indígena del Cauca, esta vez las razones no fueron las mismas. Los temas que se pusieron sobre la mesa fueron la crisis por la pandemia, las muertes a líderes sociales, la defensa del territorio ante los grupos al margen de la ley, la sustitución de cultivos, las economías ilícitas y la implementación de los acuerdos de paz.

El reclamo de la minga es una ganancia para el movimiento social, en medio de la reproducción de estereotipos que intentaban reducir la manera de hacer política a las elecciones o la representación. “Lo político es más amplio y se refiere también a la participación de diversos sectores sociales, a través de mecanismos como la protesta que, finalmente, son también un derecho”, agrega la profesora.

Se trata, entonces, de una invitación a conversar con el gobierno y a la garantía de estos espacios de participación. Es un llamado a los gobernantes a que escuchen a las regiones y a poblaciones con las que ha existido un sinnúmero de incumplimientos en la garantía de sus derechos.

Miembros de la minga indígena en marcha

Una práctica icónica de resistencia

Sin duda, la minga ha incluido de manera amplia y plural a diversos sectores defendiendo la vida, el territorio, la democracia, la justicia y la paz, de acuerdo con los profesores del Departamento de Antropología de Los Andes.

Ha puesto en el centro del debate acuerdos que no se han cumplido y que están ligados a un modelo de desarrollo centrado en grandes emprendimientos extractivos y agroindustriales, aumentando la brecha de la desigualdad y dejando de lado a las comunidades locales.

Cuando se asegura en medios sobre infiltraciones o posibles actos de violencia alrededor de la minga se reproducen imaginarios y un sentido común que resulta clasista, centralista y racista, explicaron los expertos.

Mónica Espinosa, profesora del Departamento de Antropología, añade que para el desarrollo de la minga se requiere una gran capacidad de trabajo, una organización interna muy cuidadosa en la que se garantiza la puesta en marcha de ollas comunales, la forma en que se va a descansar y cómo se van a crear mecanismos para proteger la seguridad.

Así, la movilización social sigue siendo importante para una democracia, más aún cuando una reunión de movimientos sociales tiene el derecho a interpelar.