La revista Historia Crítica analiza la Revolución Rusa
A propósito del centenario de la Revolución, la publicación presenta diferentes artículos para entenderla y reflexionar sobre el acontecimiento histórico.Octubre de 1917 es una fecha recordada por una serie de hechos políticos que marcarían el curso de la historia del mundo, en el contexto de la Primera Guerra Mundial: la Revolución Rusa y la creación de la Internacional Comunista [la Komintern].
La experiencia soviética ha formado parte desde entonces de las referencias de los grupos socialistas en todo el mundo, con sus postulados formales de justicia e igualdad social, con sus principios críticos de las sociedades capitalistas y fue durante mucho tiempo bandera de los movimientos sociales en los cinco continentes.
Para Historia Crítica, el número 64, titulado La Revolución Rusa (octubre de 1917): impacto en Europa y América Latina, es la oportunidad no sólo para conmemorar el centenario de la Revolución de Octubre, sino también para reflexionar sobre un acontecimiento histórico, social, político y cultural que continúa siendo un problema de inmenso interés histórico e historiográfico.
Los artículos que se presentan en la revista del Departamento de Historia de la Universidad de los Andes, más allá de sus propios valores de análisis, cuya afirmación o negación corren por cuenta del lector, ponen de presente la trascendencia de la Revolución Rusa de 1917 para el siglo XX.
La publicación da cuenta de un fragmento de ese impacto e influencia, a través de la consideración de los casos de Portugal, Puerto Rico, Cuba y algunos países de Sudamérica (Argentina, Brasil, Chile y Uruguay), en los años inmediatamente siguientes a la toma del poder por los sóviets.
Los artículos, leídos en su conjunto, tienen la virtud de presentar de manera particular, pero a su vez general, las complejas relaciones entre los movimientos sociales en ascenso a principios del siglo XX y su intento de control y “administración” por parte de los comunistas soviéticos, a través de la Internacional Comunista. Esto significó que las formas más extendidas de socialización en las versiones modernas del socialismo, las elaboradas en el marco de los análisis propuestos por Marx sobre el capitalismo y la revolución obrera, se fueran procesando en el marco del comunismo soviético y de lo que por mucho tiempo se llamó el “marxismo-leninismo”; una particular codificación teórica de los principios de acción que intentaba universalizar el Partido Comunista de la URSS, a partir de su propia experiencia y, de manera cada vez más visible, en función de sus propios intereses en el campo internacional.
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