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‘Guacamaya’, para salvar la Amazonía con inteligencia artificial

Con imágenes satelitales, grabaciones bioacústicas y cámaras trampa, se creará una plataforma que contribuye a la protección de la fauna y la flora de la Amazonía.

 

El pulmón del planeta está cada vez más cerca del colapso. La explotación indiscriminada de la Amazonía, de gran parte de sus 6,5 millones kilómetros cuadrados de bosque, preocupa.

Es así como, desde 2022, la Universidad de los Andes, a través del Centro de Investigación y Formación en Inteligencia Artificial (CinfonIA), estableció una alianza con Microsoft, el Instituto Alexander von Humboldt y el Instituto Sinchi, para crear ‘Guacamaya, IA por la Amazonía’, un proyecto que pretende impulsar una plataforma con herramientas de inteligencia artificial que permiten monitorear el bosque (casi en tiempo real), detectar amenazas y poner a disposición de la ciencia y el Gobierno datos certeros sobre los fenómenos que están deteriorando este ecosistema.

 

“Queremos entrenar un modelo con datos de la Amazonía para conseguir una visión que nunca antes se ha tenido de la cuenca, generar consciencia y contribuir en la formulación de políticas públicas”, afirma Pablo Arbeláez, director del Centro de Investigación y Formación en Inteligencia Artificial (CinfonIA).

 

Proteger la diversidad es un reto que deben asumir la sociedad, el gobierno y la academia. Y esta premisa cobra mayor importancia en un lugar como la Amazonía, que alberga 14 % de las aves, 9 % de los mamíferos, 8 % de anfibios, 20 % del agua dulce mundial y 20 % de especies de plantas; pero que también, debido a sus reservas de carbono y al vapor de agua que genera, reduce los gases de efecto invernadero, incide en el equilibrio climático y es determinante en la protección de la seguridad alimentaria.

Sin embargo, su panorama actual es alarmante porque a causa de la explotación desmedida de recursos naturales en actividades ganaderas, mineras, agrícolas e industriales, la deforestación ha alcanzado niveles históricos. Según el más reciente informe de la Red Amazónica de Información Socioambiental y Georreferenciada (RAISG), publicado en septiembre de 2022, en cinco años se podrían destruir 23’7 millones de hectáreas (lo que equivale a 145 veces Bogotá) si no se implementan cambios contundentes.

Esa situación ha generado que los investigadores enfoquen su atención con más detalle y organización sobre ese territorio para plantear soluciones, dado que los datos recopilados hasta ahora se han almacenado en formatos diferentes que han impedido un análisis juicioso de la situación.

Lo novedoso de ‘Guacamaya, IA por la Amazonía’ es que trabaja con tres fuentes de información: imágenes satelitales, imágenes de cámaras trampa y grabaciones bioacústicas que ya habían sido recolectadas en el pasado por diferentes científicos.
 

 

Algoritmos para la protección de los ecosistemas

 

En un año se han obtenido mapas de deforestación de todo Colombia, más de 100.000 audios y más de 100.000 capturas de cámaras trampa, con los que el Centro de Investigación CinfonIA y Microsoft crearon los primeros algoritmos inteligentes. El proyecto ha resultado exitoso, tanto que descubrieron que tienen la capacidad de procesar miles de horas de grabación e identificar qué tipo de especie emitió cada sonido.

Así mismo, que son aptos para clasificar si el ruido es ambiente o provocado por máquinas que destruyen el ecosistema. En este momento, los algoritmos detectan a las aves con una fiabilidad que supera el 80 %.

Esta tecnología de punta también ha comprobado que interpreta en un tiempo óptimo las imágenes satelitales del bosque. Con ese avance, comenzará a evitar que los investigadores tengan que precisar los datos a mano y que para institutos como el IDEAM sea posible emitir en poco tiempo, apenas semanas, los informes sobre deforestación que a hoy tardan meses.

Adicionalmente, los algoritmos han leído las imágenes de las cámaras trampa y logrado separar las que tienen animales de las que no.

Las entidades que integran el proyecto Guacayama reconocen que este método permite que solo el 10 % de las fotos tengan que ser revisadas por las personas y que las investigaciones emitan resultados más pronto.
En los próximos meses comenzarán a lanzarse versiones preliminares de la plataforma. El objetivo final es aumentar la recolección de datos, seguir ajustando los algoritmos, según las necesidades de los institutos, y construir un sitio web con datos abiertos al público.

“Queremos que cualquiera pueda involucrarse activamente en la conservación de la Amazonía y, por eso, todos nuestros esfuerzos están puestos en el código abierto. Esperamos entusiasmar a toda la comunidad latinoamericana con este proyecto tan importante”, concluye Pablo Arbeláez.

El proyecto fue presentado ante los medios y la comunidad este 6 de septiembre de 2023, en el Centro del Japón de la Universidad de los Andes.

Pablo Arbeláez, director del Centro de Investigación CinfonIA; Andrés Rengifo, director de Asuntos Corporativos, Externos y Jurídicos de Microsoft; Luz Marina Mantilla, directora del Instituto Sinchi; y Hernando García, director del Instituto Alexander von Humboldt, reconocieron que ahora inicia una nueva fase en la que consolidarán los datos en la plataforma AZURE (de Microsoft) e invitarán a más instituciones mundiales a participar en el monitoreo de la Amazonía.