Martín Vélez Pardo, 'grado Summa Cum Laude', 2015-2

Mi mayor gratitud está dirigida a mi familia. A mis padres y a mi hermano, cuyo apoyo, durante todos estos años, me ha dado fortaleza y resiliencia: les debo lo mejor que tengo. A mis abuelos, que me han acompañado siempre, en vida y en la memoria. A mis amigas, amigos y a las personas que quiero y de las que he recibido cariño, ideas, y un aprendizaje constante sobre la vida: sin ellos no valdría la pena estar aquí. Agradezco de corazón a la profesora Claudia Leal, un referente intelectual y un gran ser humano. Solamente he tenido profesores excelentes, tanto en Historia como en Ingeniería Ambiental. A todos ellos les estaré agradecido sin fecha de caducidad.

Carrera: Historia.
Proyecto de grado: El reflejo del gigante en el agua: Una historia ambiental del río Bogotá, 1950-2003.
Promedio: 4,79

Bachiller del Colegio San Ignacio de Loyola en Medellín, Martín obtuvo el primer lugar en las olimpiadas de matemáticas de la Universidad de Antioquia en 2006, fue uno de los 50 mejores puntajes del Icfes en Colombia en 2007, mereció dos distinciones de excelencia semestral (una en Historia y una en Ingeniería Ambiental) y una distinción Ramón de Zubiría en Ingeniería Ambiental.

"Siento que he estudiado en el lugar idóneo. En ninguna otra parte de Colombia habría sido posible articular con tanta facilidad mi interés por las ciencias naturales, las ciencias sociales y las humanidades. Además de contar con los mejores profesores, he podido tomar sin restricciones las clases que he querido, y pude hacer un intercambio en Alemania que fue muy enriquecedor y me sirvió para aclarar mis perspectivas sobre lo que quería hacer en el futuro", asegura.

Este año, la vicerrectoría de investigaciones le dio la oportunidad de hacer parte de una experiencia de investigación durante el verano en la Universidad de Cornell, Ithaca, Nueva York. "No solamente pude familiarizarme con lo que significa investigar en una universidad de tanto prestigio, sino que además conocí personas fantásticas de diferentes edades y procedencias, incluidos 27 compañeros uniandinos, a quienes admiro y aprecio mucho, y por quienes constaté una vez más que la universidad dispone de un gran tesoro en términos de talento y calidades humanas".

Sobre la Universidad, destaca el ambiente de respeto por la diversidad sexual, ideológica y cultural que se vive en Los Andes. "En eso también nos parecemos a las mejores universidades del mundo y nos distanciamos de los circos de intransigencia que todavía perviven en algunos lugares y en algunos sectores de la vida del país".

Actualmente cursa doble programa con Ingeniería Ambiental, una vez lo haya terminado, desea trabajar un tiempo en investigación y ayudar como voluntario aplicando los conocimientos adquiridos para buscar soluciones a problemas concretos de poblaciones con necesidades. "Después quiero encontrar un programa de doctorado en el que pueda seguir combinando conocimientos en ciencias ambientales y en ciencias sociales, sin preocuparme mucho por los límites disciplinares formales. A largo plazo me gustaría aportar todo el conocimiento y el trabajo que pueda a entender y solucionar problemas asociados al manejo de los recursos hídricos y al cambio climático".