En Los Andes, 41 guardianes de paz transformaron el dolor en perdón
Líderes y lideresas sociales se graduaron de la Academia Liderazgo para la Paz, de la Escuela de Gobierno.Con diploma en mano, 41 actores del conflicto entre ex combatientes y víctimas gritaron al unísono “¡Qué viva la paz!”. Esta escena se vivió al cierre de 7 días de una intensiva formación de la Academia de Liderazgo para la Paz (Alapaz), de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes y la Fundación Compaz.
Alapaz se trató de un viaje emocional, que entregó herramientas para desarrollar habilidades de liderazgo y convertir así a los participantes en multiplicadores de una paz sostenible en las regiones más abatidas por el conflicto.
“De aquí nos llevamos haber aprendido a transformar el dolor y a perdonar – dijo María Alejandra Ramírez, en el discurso de graduación-. Aquí volvimos a reír, a mirarnos a los ojos y por eso hoy nos vamos con una responsabilidad muy grande a nuestros territorios”.
Fueron 70 horas entre talleres, charlas, actividades e incluso sesiones de yoga y biodanza. De esta edición de Alapaz hicieron parte líderes y lideresas de Bogotá, Meta, Tolima y Cundinamarca; personas que día a día trabajan para solucionar conflictos y mejorar la calidad de vida de sus comunidades.
María Margarita Zuleta, directora de la Escuela de Gobierno, destacó el trabajo con líderes de las regiones como una herramienta para generar bienestar: “Para luchar por los derechos propios hay que conocer los derechos del otro. Así, nuestras acciones individuales tienen impacto en nuestra comunidad y construimos paz”, precisó.
Esta formación contó con la experiencia del Centro de Liderazgo Público, de la Escuela de Gobierno que ha buscado generar capacidades de liderazgo consciente, “que cuando es efectivo crea comunidades que aprenden y trabajan juntas”, aseguraron los académicos. Alapaz también tuvo el apoyo de la GIZ, Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional.
Desde la torre Séneca de CityU, Fabio Torres, líder de las víctimas en el Meta, dijo sentirse como un universitario nuevamente, con la diferencia de que esta vez, además de aprender, también vino a enseñar sobre esas vivencias del conflicto y la resiliencia de las personas que habitan el campo.
“Me voy de este lugar con una herramienta muy importante: saber perdonar y entender que todos somos iguales. Hemos encontrado una paz para seguirla construyendo”, relató Torres.
La graduación de los estudiantes contó con la participación del Nobel de Paz, Juan Manuel Santos, quien además es el creador de la Fundación Compaz. El ex presidente afirmó que la parte más difícil de un proceso de paz es la reconciliación y aseguró que estos procesos le siguen demostrando al país que la paz se construye como una catedral, ladrillo a ladrillo.
En lo mismo coincidió Luz Aída Angulo, de Barbacoas (Nariño): “Nosotros que hemos vivido el conflicto sabemos que preferimos una paz incompleta, que una guerra completa. Aquí vinimos a sanar, a seguir construyendo por las mujeres y las poblaciones afrocolombianas”.
Acompañada de su familia el día de la graduación, Rosa Evelia Poveda sonreía y les comentaba a sus compañeros que ese dolor del conflicto que llevaba en el cuerpo es cada vez más pequeño. “Este fue sin duda un espacio de reflexión, pero sobre todo de sanación. Por eso me voy diferente a seguir aportando”, puntualizó Poveda.