La educación debe mirar también hacia lo rural": Eduardo Escallón

Cerrar las brechas entre la calidad de educación rural y urbana y entre la pública y la privada, en donde haya igualdad de oportunidades para todos, fue una de las principales necesidades identificadas durante el conversatorio 'Retos y aprendizajes de 15 años de corresponsabilidad frente a la educación'. Así lo señaló Eduardo Escallón Largacha, decano de la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes, encargado de moderar el espacio de diálogo con diferentes empresarios. “Hay claridad en que hay que poner el ojo en lo rural, en el territorio, ese es el punto fundamental”.

El conversatorio se realizó durante la XV asamblea anual de la Fundación Empresarios por la Educación, donde participaron Carlos Enrique Cavelier, presidente de Alquería; David Bojanini García, presidente del Grupo Sura, y Antonio Celia, presidente de Promigas.

Durante el espacio de diálogo, se evidenciaron diferentes necesidades en la materia, en especial en el período de posconflicto. Para David Bojanini García, presidente del Grupo Sura, “si en algo hay que invertir para que las personas desmovilizadas se puedan reintegrar como buenos ciudadanos es en la educación. Esa es la mejor inversión que se puede hacer y, de pronto, la menos costosa”.

El empresario resaltó que es una responsabilidad del sistema de educación nacional. “Muchas de esas personas quieren estudiar y aprender nuevas cosas que se perdieron durante tantos años metidos en la lucha que tenían”, agregó Bojanini.

Para que la educación sea de calidad se requiere voluntad política. Antonio Celia, presidente de Promigas, destacó la importancia del Sistema General de Participaciones. “Lo que mejor impacto produce en materia de beneficio social es la primera infancia. Está demostrado, pero no tiene fuente recurrente de financiación sino que está sujeta a los fondos que consiguen en las regiones del gobierno central”.

Frente a la importancia de la educación inicial, Eduardo Escallón anunció que el país iniciará la medición de la calidad de la educación infantil. Esta será la primera vez que se obtendrán indicadores de seguimiento para medir el impacto de las políticas educativas en la primera infancia en Colombia.

La deserción escolar en los últimos años de educación media (grados noveno, décimo y once) es otro de los problemas que afronta el país, según Bojanini García, pues los jóvenes no le encuentran sentido a lo que están estudiando.

“Tenemos que arrebatarle estos jóvenes a la ilegalidad. El reto es rediseñar esos años finales de escolaridad para tratar de incluir formaciones vocacionales de modo que los jóvenes terminen sus estudios básicos iniciando un trabajo vocacional que le dé sentido a sus vidas", dijo.

Los empresarios, integrantes de la Fundación Empresarios por la Educación, reconocieron la importancia del papel de las empresas en el mejoramiento de la educación del país.

El decano Escallón resaltó que “si bien el derecho a la educación debe ser garantizado por el Estado, es una corresponsabilidad de la sociedad, la familia y el Estado mismo”.

Resaltó que la Fundación Empresarios por la Educación es una clara muestra de cómo esa corresponsabilidad de la sociedad civil apoya al Estado en esta misión.